La Fed, tiene previsto reducir su balance en 95,000 millones de dólares cada mes a partir de mayo, dejando que se venzan los bonos soberanos por 60,000 millones de dólares y 35,000 millones de dólares de bonos hipotecarios. Probablemente, es poco, si tenemos en cuenta los 8,9 billones de dólares que tiene como activos en su balance. Su principal objetivo es controlar la inflación galopante de 8.5% reportado a marzo último y eso implica, subidas más agresivas de tasas y poner en marcha el tapering.
Por su parte el BCE se ha fijado el tercer trimestre para poner fin al programa de compra de deudas y, a partir del cuarto trimestre de este año habría subidas graduales de tasas, que están ahora mismo en 0%. Luego veremos cómo reaccionan los mercados de valores. En cambio, el Banco Central de China va en sentido contrario. Está empeñado en evitar la desaceleración de su economía, para lo cual ha anunciado recortes adicionales de tasas referenciales (actualmente en 3.7%), una expansión crediticia y reducción de impuestos, entre otras medidas. Sin embargo, estos planes pueden alterarse si el conflicto Rusia – Ucrania se extiende por más tiempo.
El tapering y los mercados financieros
La pregunta sería, ¿Quién o quiénes son los beneficiados de la política monetaria expansiva de los bancos centrales? Si nos fijamos en la evolución histórica de los principales índices de la bolsa de Nueva York, vemos que en los últimos años hay una correlación positiva entre el índice S&P500 y el aumento del balance de la Fed. Ocurre algo parecido y aún mejor, con el índice Nasdaq y el Dow Jones Industrial.
Por lo tanto, una reducción de los balances y una fuerte subida de tasas de referencia, podrían tener efectos negativos en los mercados financieros, principalmente, de renta variable (bolsa de valores). Y, dado que estos mercados están fuertemente integrados globalmente, las decisiones de la Fed y de los otros bancos centrales, tendrán efectos negativos en las bolsas de todo el mundo. Como dice el viejo dicho: si la Fed estornuda, el resto del mundo se resfría.
Si miramos la historia, después del tapering que se puso en marcha en el 2013 en los Estados Unidos, vino el temor y la ansiedad en los mercados, lo que dio lugar a una caída de las bolsas de valores, la rentabilidad de títulos de renta fija (bonos) subió y el dólar salió fortalecido con respecto en el mercado Forex. Actualmente, con los anuncios de la Fed acerca del tapering y subida de tasas, el dólar se viene apreciando fuertemente, con respecto al euro y otras divisas.
Reflexiones finales
La inflación esta desbocada en todo el mundo y los bancos centrales harán lo único que saben hacer, subir (o bajar) tasas o precio del dinero, para frenar su avance y los que aún no lo han hecho, como el BCE, lo harán en cualquier momento. Los últimos datos de inflación, disparada en Estados Unidos, Europa y otros países, y la economía global en declive (véase el último informe del FMI) revelan que estamos al borde la estanflación (quizás ya estemos). Ante el dilema entre crecimiento e inflación todos los bancos centrales, excepto el chino, se han decantado por el último, aún a riesgo de entrar en recesión.
Uno de los riesgos más citados ante las numerosas subidas de tasas que se prevé en Estados Unidos, es el de qué pasará con los países emergentes. El endurecimiento de la política monetaria por la Fed, dará lugar a una mayor fortaleza del billete verde, lo cual puede significar un duro golpe para los países que tienen deudas en dólares.
Por último, la duda es, cómo de profunda será la crisis y como sortear lo que se nos viene encima. Sobre esto es lo que tenemos que reflexionar. No todas las crisis son malas. Desgraciadamente, los más débiles saldrán perjudicados. Si somos capaces de protegernos lo suficientemente bien de la crisis, también de ella surgen oportunidades de desarrollo personal, profesional, empresarial o de país (01/05/22). También puede leerse en: www.alejandronarvaez.com
Referencia:
El autor es Profesor Principal de Economía Financiera en la UNMSM:
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