top of page

Alfonso Garcés / ¿Desvistiendo un santo para vestir otro?

  • Foto del escritor: Análisis Efectivo
    Análisis Efectivo
  • 14 ago 2022
  • 2 Min. de lectura

A propósito de las modificaciones planteadas al mecanismo de OxI


Las obras por impuestos (OxI) son un mecanismo de ejecución de proyectos que contribuyen al cierre de brechas de infraestructura, que tuvo un crecimiento importante entre el 2015 y 2017, pero que se ha ido perdiendo dinamismo en los últimos años.


Ante dicha realidad, hace poco más de un mes se presentó un proyecto de ley que plantea regular las OxI, en el que se proponen diversas modificaciones, entre ellas, la de incrementar los límites de uso anual del CIPRL (del 50% al 80%), así como utilizarlo para el pago de impuestos diferentes al impuesto a la renta (IR). Como sabemos, la principal fuente de financiamiento del presupuesto son los impuestos (representa casi un 60%), de los cuales, los de mayor recaudación son el IR y el IGV. Actualmente, el uso del CIPRL está acotado en monto (50% anual) y alcance (solo IR).


Ahora bien, la solución a la falta de dinamismo en el desarrollo del mecanismo no es abordada por el proyecto. En efecto, de la exposición de motivos no se advierte evidencia de que la imposibilidad de usar más del 50% del CIPRL en un año, impide a más empresas usar el mecanismo. Tampoco hay un estudio que evalúe el impacto que tendrá la propuesta en la liquidez del Estado y cómo se cubriría (¿más deuda?). Sin duda, reduce su liquidez a solo un 20% del total de impuestos, lo que definitivamente impacta en las cuentas fiscales, ya que el Estado tiene un gasto fijo que cubrir, como planillas (45% del presupuesto), seguridad, limpieza, entre otros. ¿Con qué dinero se pagaría?


En ese sentido, una propuesta de esta naturaleza, sin una mínima evidencia del impacto que producirá en las finanzas públicas, es irresponsable, pudiendo perforar aquello en lo que sí hemos sido eficientes por más de tres décadas consecutivas, incluso con reconocimiento mundial, que es en el manejo prudente, responsable y disciplinado de las finanzas públicas.


Lo que sí requiere mejorar es la institucionalidad, los trámites al interior de las entidades, generar incentivos, transparentar actuaciones, generar memoria institucional (en pocos meses se irán los funcionarios municipales y nadie recordará qué, cómo ni cuándo se hizo una OxI), entre otros. Nada de lo que el proyecto busca como objetivo. No desvistamos un santo para vestir otro, sobre todo, si no tenemos la certeza que hará milagros.


Comments


bottom of page