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Alfonso Velásquez / Consumo interno, la solución POSTCOVID19


China con 1,393 millones de habitantes e India con 1,353 millones, constituyen economías que sostienen por si solas la demanda agregada de sus productos, en gran parte por su consumo interno; eso no es una sorpresa si consideramos que ambos países, superan en 30% la población de toda américa en su conjunto (1,002 millones). El mayor comprador de los productos peruanos es USA, con 328.2 millones de habitantes.


Si uno analiza el comercio internacional de China e India, descubrirá muy rápidamente que estos ambas casi no exportan productos agropecuarios, siendo su principal concepto de exportación, la tecnología, con la que financia sus importaciones,  donde claramente destacan los productos primarios (petróleo, metales y minerales diversos) y agropecuarios de diversos países; insumos, energía y sobre todo alimentación para una población creciente y una producción interna insuficiente. La principal enseñanza que debemos rescatar de estos países-continente, es el nacionalismo de los consumidores para con su producción interna y de los productores hacia  su mercado interno.    Los Estados Unidos de Norteamérica no son la excepción.


No obstante, el COVID19 que ha cerrado las fronteras de ida y vuelta, generará más de un problema de abastecimiento de entrada al mundo entero,  máxime muchos productos de la agro exportación  peruana se dirigen a USA, Europa, China y otros países asiáticos. Este problema  generaría  una sobre oferta en nuestro país, que de no encontrar mercado producirá pérdidas, y escasez de capital de trabajo para la siguiente campaña; no podemos dejar que esta pandemia afecte más la economía peruana,  debemos fomentar el consumo interno de nuestros  productos con calidad de exportación, posicionando en la mente y el corazón de todos los peruanos, la preferencia por lo nuestro.


Para lograr esto, ya hay mucho camino avanzado. En julio del 2004, la LEY Nº 28312 , crea el programa nacional: “CÓMPRALE AL PERÚ”, el cual se  encuentra vigente y cuyo operador es hasta hoy, el Ministerio de la Producción.  Este programa tiene como objetivo declarar de interés nacional la generación de una gran demanda interna, aplicable a productos manufacturados en el país, que cumplen estándares de calidad y disposiciones sanitarias exigibles que sean dispuestas entre otras normas de los sectores productivos. El Programa Nacional “CÓMPRALE AL PERÚ”, implica el otorgamiento del sello “Hecho en Perú”, el mismo que se otorga a productos que cumplen con los requisitos específicos de las buenas prácticas de manufactura.


En ese sentido, el objetivo de nuestro país en los siguientes meses es sostener y fomentar el consumo interno; con fronteras cerradas, sólo tendremos a disposición lo que produzcamos internamente, es el momento preciso para hacerlo. “COMPRALE AL PERÚ”, debe ser el mayor mensaje POSTCOVID19 por parte del Gobierno.


El frente externo (exportaciones y turismo) estará debilitado. La demanda interna es la mejor alternativa (y dentro de ella, el consumo privado). Una fuerte inyección en infraestructura y capital de trabajo para la producción y mejorar el índice de competitividad, es una tarea  asociada a esta estrategia. Cabe señalar que, los sectores primario y secundario hace 18 meses suman un aporte neto negativo al PBI. El sector terciario es el que está aportando más para el PBI (Salvo Turismo), por tanto, es el momento propicio para dirigir los recursos de reactivación económica hacia este objetivo. Se conjugan las metas país, Estado, empresariado y sociedad ante grave  situación actual.


Las colocaciones  financieras directas a las unidades productivas de todo tamaño, de la mano con una plataforma de transferencia tecnológica eficiente y eficaz , son  la clave para ganarle tiempo al tiempo. Las herramientas e instituciones para lograr estas metas existen, sólo parecen haber olvidado el significado de transferir, propiciar, fomentar y financiar. Los ministerios productivos, MINAGRI y PRODUCE, son los que tienen este mandato y cada uno de ellos lideran lo brazos ejecutores necesarios para realizar la ansiada transferencia tecnológica generadora de mayor producción y competitividad. INIA e ITP deberán dejar sus paradigmas de perfiles ideales de beneficiarios (asociaciones, cooperativas y empresas con oferta y mercado constituido), para adecuarse al nuevo escenario POSTCOVID19 que viene para quedarse.


A diferencia de otras crisis, donde la reactivación se basó en recursos para inversión, en esta pandemia la pregunta es ¿cómo podremos alcanzar  logros en un escenario de aislamiento social?, ¿se podrán juntar los equipos de obreros e ingenieros para desarrollar la inversión?, ¿se ha pensado en reglas para ello?


Sí, es posible. Cuando el año 20O4 lanzamos el Programa “CÓMPRALE AL PERÚ”, era una etapa crítica para la industria nacional. Muchas fábricas paradas, las que trabajaban lo hacían sólo al 25 -30% de su capacidad operativa y los mercados nacionales estaban totalmente invadidos por mercadería asiática, sub valuada y con innumerables reclamos por dumping de los gremios de pequeña empresa. En ese ámbito el lanzamiento tuvo una tremenda respuesta positiva del sector productivo y también de los consumidores, acostumbrados a traer hasta los jabones desde Miami. Las empresas grandes pequeñas y medianas iniciaron el proceso de inscripción de su proceso productivo en el Produce para poder utilizar el logo que hasta ahora ostentan muchas empresas.


He visto proyectos de seguridad en el trabajo, pero estos deben ser más que sólo una mirada administrativa. El Estado (o el privado) en estas próximas dos semanas debe proponer protocolos para garantizar esa seguridad sanitaria y que las empresas las implementen y estén listas para volver a operar. Éste es el momento de preparar el relanzamiento, para empezar YA, mediante continua   inspección de todo el proceso que garantice que los  protocolos pertinentes se realicen de la forma correcta e informada oportunamente a los consumidores.


Es hora de capitalizar esa identidad ya presente y recordada y en esta etapa de recesión POSTCOVID19 extenderla a otras sectores de la actividad económica, tales como gastronomía (restaurantes y cafés), turismo (hoteles, atracciones y transporte), industrias culturales (teatros, cines, espectáculos variados), entre otras para salir nosotros mismos de esta crisis. Los esfuerzos del Estado con respecto a los recursos que se inyectan a la economía, deberán generar un efecto multiplicador importante, que deberá dinamizar la demanda, la que debemos orientar al consumo de lo nacional, primero. Consume lo nuestro, utiliza nuestros servicios, demanda lo nuestro, CÓMPRALE AL PERÚ.


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