Dificultades y limitaciones para realizar esfuerzos de innovación empresarial en el Perú
¿Cómo vamos en términos de innovación en el Perú? Seclén y Ponce (2017) exploran el estado situacional de la innovación en el Perú, a partir de distintas fuentes de información (Índice Global de Innovación, Índice Global de Competitividad y Encuesta Nacional de Innovación). Al respecto, la exploración refleja que, con base en el indicador “capacidad de innovación”, propio del Índice Global de Competitividad, el Perú ha presentado una caída en el ranking de este indicador, tal es así, de acuerdo con las versiones del reporte de los años 2011 al 2016, el Perú ha pasado del puesto 99 al 111 (una caída de 12 posiciones en 6 años), siendo superado por varios países que venían detrás de él como, por ejemplo, Kazajistán. Más aún, en la última versión que presentó el indicador de “capacidad de innovación” (publicada en el año 2017), el Perú continuó bajando en el ranking de este indicador, posicionándose en el puesto 113 (de 147 países).
Entonces, considerando que las empresas representan una fuente fundamental de innovación de un país, los deterioros de la capacidad de innovación del Perú en los años recientes (comentados en el párrafo anterior) podrían tener vinculación con la proporción de empresas (respecto del total) que deciden realizar esfuerzos por innovar (empresas innovativas). A decir, leyendo los resultados de las encuestas nacionales de innovación en el sector manufactura que se han realizado en el país, dicha propensión a innovar ha venido reduciéndose del 2009 al 2017, quizá por la desaceleración económica que ha experimentado el Perú en este periodo. Según un documento publicado por el CONCYTEC (2021) , con base en la Encuesta Nacional de Innovación en la Industria Manufacturera 2012, la Encuesta Nacional de Innovación en la Industria Manufacturera 2015 y la Encuesta Nacional de Innovación en la Industria Manufacturera y Empresas de Servicios Intensivas en Conocimiento 2018, se evidencia que, desde el año 2009 al 2017, la proporción de empresas de manufactura que realizaron al menos una actividad de innovación ha venido reduciéndose (de 65.5% a 55.4%), es decir, revela la existencia de una variación decreciente de la conducta innovativa de las empresas del sector manufactura del país.
Un estudio pionero de Espinoza (2006) , tomando los datos de una encuesta realizada por el CONCYTEC en 1999, expone estadísticas importantes sobre los principales obstáculos que se perciben en el empresariado para invertir en I+D, entre ellos, enfatiza, la falta de financiamiento, excesivos riesgos económicos, infraestructura insuficiente, falta de personal calificado y baja cultura empresarial innovativa.
Otro estudio, publicado por Granda et al (2015) , al analizar la demanda de innovación regional y empresarial en el Perú, precisa los obstáculos percibidos por los empresarios para desarrollar procesos de innovación empresariales, entre ellos, de mayor a menor frecuencia, los empresarios indican como obstáculos o barreras lo siguiente: a) la oferta educativa y formativa inadecuada para las necesidades de las empresas; b) la dificultad para ubicar personal calificado para generar innovaciones; c) lo costoso que significa la inversión en I+D; d) la información asimétrica sobre fuentes de financiación para la innovación; e) la desarticulación de las fuentes de financiación para la innovación con las necesidades reales de las empresas.
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