En la onda mundialista, de los 22 encuentros jugados inicialmente, solo 5 culminaron sin goles, representando 23%, porcentaje que no es insignificante por lo que los resultados de las relaciones entre los xeneises (Boca Juniors) del Congreso con los millonarios (River Plate) del Ejecutivo – uso apelativos de otro país para no importunar a los equipos más populares de nuestro país - no son excepcionales.
Los xeneises han presentado dos propuestas de vacancia presidencial con resultados calamitosos. Han censurado cinco ministros, entre ellos la hoy capitana del equipo millonario, para lo cual contaron con el apoyo de colaboradores del propio Ejecutivo. Como el juego de casino, pareciera nadie sabe para quien trabaja, aunque algunos más avispados sí lo tienen claro. Aunque todos los gabinetes han obtenido confianza, más de setenta ministros han transitado por el Ejecutivo, abandonándolo por denuncias o incapacidades. El Congreso ha disparado en varias ocasiones a la portería Ejecutiva, y continúa haciéndolo, aunque sus remates han sido más desviados que los de Alberto Gallardo en la década de los 70’, pero se ha cuidado de censurar un gabinete, pues equivale a una falta en el área, y en el caso de un penal (no me refiero a una prisión), carece de un jugador del nivel de Courtois para atajarlo.
El Ejecutivo también ha mostrado su ‘garra’ en sendos consejos de ministros, alentando a sus barras bravas en provincias, y ambos han mostrado los dientes con marchas, cuyos asistentes más que adeptos son opositores del contrario, estrategias no más efectivas que una finta o un regate. Gracias a Dios sin muertes que lamentar, pues en ese caso la posibilidad de gol era inminente.
Las infracciones se presentan en ambos lados. Si en el Congreso las exigencias de la FIFA fiscal o ética se aplicaran, una importante parte de sus jugadores habría visto la tarjeta roja, y no salvaría de una amonestación ni con el uso del brazalete ‘One Love”.
El Congreso insistió con una denuncia por traición a la patria, y el Ejecutivo respondió con una cuestión de confianza casi ‘marciana’, en lo que constituyó por ambas partes una jugada más vista que los requiebros de Cuevita, y lo que parecían potentes disparos, con la intervención del Tribunal Constitucional -al más puro estilo del TAS - culminó en una ‘galletita’, término usado por comentaristas deportivos para referirse a débiles remates; no obstante, la brega continúa, por lo que el Ejecutivo, en su nueva selección, ha incluido a los cuatro delanteros más ofensivos, con una dirección más táctica que arengadora.
El intento de jaque del Ejecutivo con una cuestión de confianza es respondido unánimemente por todos los integrantes del Congreso, apoyando la decisión de su Mesa Directiva. Los intentos de cierre del Parlamento representan un grave riesgo para el Ejecutivo, uniría a todos los congresistas para votar una vacancia, pues de ninguna manera permitirán se afecte el pan que llevan a sus casas. Chamba es chamba; es decir, quienes en el Congreso simpatizan con el Ejecutivo, lo defenderán ante las arremetidas de su Oposición, aunque cometa más infracciones que el ‘Puma’ Carranza, pero el cariño no es tan grande para aceptar se les defenestre. Amar al prójimo como a ti mismo, pero más a ti mismo.
La incertidumbre continúa. Está pendiente la acusación constitucional contra la vicepresidenta, que para el Ejecutivo quedarse sin ella era como la expulsión del portero galés Wayne Hennessey, que contribuyó al triunfo de Irán, aunque esta intenta desmarcarse de su equipo actual, cual Gareca cuando emigró desde Boca a River, equipos archi rivales. Está en el Congreso, la denuncia constitucional al Ejecutivo por parte de la Fiscalía de la Nación, aunque su tratamiento pareciera será más largo que el reclamo de Paolo Guerrero al TAS.
La nueva jefa de gabinete es, sin duda, más habilidosa que su reemplazo, y puede poner en jaque a su opositor, especialmente con el juego de toques, pero las hostilidades no pasarán de gambetas, algún centro aéreo, una corrida engañosa, y tal vez un túnel, pero el marcador es difícil se inaugure, ya que ambos contendientes tienen un rasgo en común: la permanencia.
Mientras tanto, las hinchadas de ambos equipos continúan sufriendo penurias y la aprobación para ambos equipos es menor que la votación alcanzada por el Frente Amplio en 2021. Quedan dos posibilidades. La primera con espíritu desvergonzado y pragmático, el compromiso a dejar para después de 2026 acusaciones constitucionales, modificaciones de la Constitución, agresiones mutuas, vacancias, cierres de congreso, iniciando el diálogo para un gabinete de ancha base que atienda las necesidades urgentes, sociales y económicas, dejando de lado aspectos políticos, y hasta hacerse de la vista gorda en algunos casos (que no les cuesta mucho). La segunda, la más sana e higiénica, ideal – siempre lejana a la realidad – es el adelanto de elecciones generales, pero más posibilidades tiene Alianza Lima de ganar un partido en la Copa Libertadores que el proyecto sea aprobado en el Congreso, salvo que ambas hinchadas salgan a las calles. Así, tendríamos un empate 1-1, que toda la población apaludiría.