Según CENAGRO, solo 12% de los agricultores (264,000) utilizan fertilizantes inorgánicos en cantidad adecuada para su cultivo, 34% (748,000) usan fertilizantes inorgánicos, pero en dosis insuficientes, y 62% (1’364,000) usan fertilizantes orgánicos. Quienes usan los inorgánicos (urea, por ejemplo) representan 1’012,000 productores, probablemente casi en su totalidad entre los articulados al mercado. Entre quienes usan orgánicos, la mayoría podrían ser de subsistencia, aunque no se puede descartar que 164,000 estarían también ofreciendo sus productos al mercado, entre ellos cafetaleros y bananeros, por mencionar un grupo.
Esto es importante por cuanto cuando el Estado decide atender a productores ofreciéndoles urea, y los empadrona desde 1 hectárea (a veces menos), cuando estos no utilizan fertilizantes inorgánicos, sino quienes poseen 2 o más hectáreas, y son estos últimos los que atienden nuestra Despensa Familiar para que no haya escasez o precios elevados. Dicho sea de paso, antes que un Estado importador de urea, lo recomendable sería que financie a organizaciones agrarias sólidas para que estas lo adquieran y atiendan a sus afiliados (la modalidad de warrant aseguraría el retorno) con determinadas condiciones, promoviendo también la asociación.
La tercera razón es que aproximadamente 278 mil productores tienen crédito en el sistema financiero supervisado por la SBS. Quienes declaran que solo 12% obtienen créditos del sistema formal, soslayan que solo 1 millón (los articulados al mercado) son sujetos de crédito, por lo que este porcentaje representa 28% del mercado potencial.
Los productores de subsistencia no son sujetos de crédito por el negocio agrario, pero es probable algunos lo sean por el real origen de sus ingresos. Si realmente es nuestra intención aplicar políticas de desarrollo eficientes, sostenibles, y con impacto social, el conocimiento y utilización adecuado de la información es indispensable.