Perú: mitos en el financiamiento agrario y soluciones
Es necesario conseguir información respecto a cuatro temas que considero fundamentales para el desarrollo de políticas de financiamiento:
1) Según INEI, 46.6% de agricultores en subsistencia tienen otro ingreso proveniente de negocios, trabajos dependientes o independientes, y es posible accedan a créditos por alguno de estos. Su exactitud es importante pues tal vez no deban ser considerados como agricultores, y estén más interesados en el otro negocio;
2) El crédito promedio a los pequeños productores está entre S/ 7,000 y S/ 12,000. Cualquier cultivo demanda una inversión por campaña de al menos S/ 6,000 a S/ 7,000 por hectárea, y como las IFIS prestan hasta 70% de la inversión, ello significaría que se están financiando solo 2 hectáreas a cada productor; entonces, ¿quién les está financiando el resto o no se están financiando, los productores con 5 a 10 hectáreas?;
3) Del total de colocaciones de las IFIS, ¿cuántas son las colocaciones para campaña – intuyo la mayoría – y para inversión?
4) Cuántos son los productores que se financian con agentes externos al sistema financiero formal: habilitadores, mayoristas, transportistas, industrias, agro exportadores, familiares y hasta agiotistas, así como las condiciones de estos créditos.
¿Cuáles son las herramientas que contribuyen, realmente, a incrementar el financiamiento al pequeño y mediano productor? Incluyo solo su mención, pues el detalle lo reiteraré en próximas columnas:
· Implementación de programas en el fortalecimiento de capacidades de gestión empresarial y una comercialización agraria más eficiente y justa, que estimule la asociatividad, el uso de tecnologías para convertir en sujetos de crédito a un mayor número de pequeños productores agropecuarios.
· Seguro comercial agropecuario que proteja la inversión del productor ante eventos climáticos, cofinanciado 80% por el Estado. Ello reduce el riesgo de las colocaciones al sector, y de esta manera acerca más la banca al campo, y reduce también la tasa de interés. Recordemos, a menor riesgo, menor tasa de interés.
· Fondos de cobertura del Estado a las IFIS que coloquen financiamiento a productores asociados, con determinadas condiciones de tasa, monto, plazo, y monto mínimo a recuperar.
· Ley que permita a los gobiernos regionales y municipales destinar 2% anual de sus presupuestos para avalar proyectos de inversión (compra de tierras, instalación de cultivos, adquisición de tecnología, entre otros) de productores organizados en sus regiones.
· Financiamiento a través de AgroPerú a organizaciones agrarias para la importación de agro insumos para sus integrantes, en condiciones similares a las de la banca privada con los importadores particulares.
· Promover el desarrollo forestal a través de líneas de crédito a largo plazo, otorgadas por las AFP, avaladas ante estas por el Estado, y a su vez garantizadas a este por los activos y fideicomisos de los inversionistas, incorporando a las comunidades nativas a los proyectos (Bionegocios).
· Coordinaciones con la SBS para establecer una tipología de ‘crédito agrario’, ya que sus ocho tipos actuales están orientados al financiamiento urbano, lo cual haría más asequible el crédito de las IFIS privadas al sector.
· Repotenciar el programa Agroideas, incrementando presupuesto para la gestión y articulación al mercado y relacionándolo con PSI y Agrobanco.
· Priorización de cultivos de abastecimiento del mercado nacional relacionados con la seguridad alimentaria, nutricional y lucha contra la pobreza y las economías ilegales.
· Incorporación de gobiernos locales para apoyar campañas de alimentación y nutrición mediante ferias de productores, agroindustria rural, centros de acopio y logística que reduzcan mermas y se llegue a los consumidores más directamente. Con ello, los resultados de los productores que se acerquen al mercado serán mejores y les permitirá asociarse, y acceder a menores precios de insumos y costos financieros.
· Establecer que un porcentaje de las colocaciones de la banca de Desarrollo se destinen a la inversión y la gestación de diplomados en gerencia rural como primer paso a una escuela de negocios agroalimentarios y forestales.
Mi agradecimiento al ex ministro de agricultura, Lic. Luis Romano Ginocchio Balcázar, por sus aportes y recomendaciones para este artículo. Sin duda será complementado en futuras publicaciones.
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