El 25 de mayo pasado un cataclismo remeció al Perú. No fue un nuevo escándalo del Ejecutivo o uno de los desaciertos del Congreso, a los cuales ya estamos acostumbrándonos. River Plate, el equipo de los ‘Millonarios’ derrotó 8-1 a nuestro campeón Alianza Lima, en Buenos Aires. Ello desencadenó las burlas de los hinchas cremas, los consiguientes ‘memes’, el récord negativo de 29 encuentros sin conocer el triunfo, y el malestar de los simpatizantes íntimos’; no obstante, el asunto no es tan sencillo, y obliga de una vez por todas a una profunda reflexión.
En esta ocasión, cuatro equipos peruanos participaron en la Copa Libertadores de América. Alianza Lima, Sporting Cristal, Universitario de Deportes, y César Vallejo, jugaron 16 partidos y no ganaron uno solo, empataron tres, lograron 3 de 48 puntos, anotaron 6 goles y recibieron 28. No son resultados inéditos. En 2021, la “U” quedó último en su grupo con solo un partido ganado, un empate, tres derrotas, 6 goles a favor y 13 en contra. Sporting Cristal quedó tercero con similares resultados. Ninguno logró clasificarse. La última vez que un equipo peruano avanzó a una siguiente ronda fue en 2013, cuando Garcilaso llegó hasta los cuartos de final, derrotando en octavos a Nacional de Uruguay.
La última vez que la “U” tuvo victorias en esta Copa, fue en 2010, derrotando a Blooming de Bolivia, y Lanús de Argentina. Ese mismo año, Alianza Lima derrotó a Estudiantes de La Plata y Bolívar de La Paz. Sporting Cristal, en cambio, derrotó 2.1 a Rentistas de Uruguay en 2021, aunque pese a ello fue eliminado.
Es paradójico que a nivel de seleccionado clasificamos para el Mundial de Rusia 2018 y estamos jugando el repechaje para Qatar 2022, como también lo es que Alianza Lima sea vapuleado de esta forma en el extranjero, mientras que en el torneo peruano tiene siete triunfos consecutivos, lo que demuestra el pobrísimo nivel de nuestro campeonato.
¿Cuáles son las diferencias entre los resultados de la selección y los equipos nacionales?, diría que, fundamentalmente, el cuerpo técnico de la selección, y el director deportivo de Perú, Juan Carlos Oblitas, además que la mayoría de jugadores que nos representan internacionalmente, se desenvuelven en el extranjero, aun sin constituir una cantidad significativa como es el caso de brasileros, uruguayos, argentinos, y hasta colombianos y chilenos, y tampoco desenvolviéndose en las mejores ligas y conjuntos, pero han logrado conformar un equipo, mérito de su director técnico.
Una opinión mayoritaria es que cuando un equipo es goleado de esta manera, el entrenador debe renunciar o ser reemplazado. Un veredicto que, fácilmente, podría ser extendido a los dirigentes no solo del club, sino de una Federación que en este asunto solo cosecha derrotas y fracasos durante más de una década. Aunque el fútbol es “lo más importante de lo menos importante”, se encuentra como en la política, con un deseo masivo que se vayan todos’, pero como ello no es realista, ha llegado el momento para realizar grandes reformas y correcciones.