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Carlos Pimentel / Políticas industriales Mipyme 

  • Carlos Pimentel
  • 9 feb
  • 6 Min. de lectura

Comentarios a las políticas industriales Mipyme del sector manufactura en el país

 

Antecedentes

La manufactura es uno de los pilares de desarrollo de los países, actúa como correa de transmisión entre las oportunidades científicas y tecnológicas y el resto del sector productivo (CEPAL 2017. Manufactura y Cambio estructural). La industria manufacturera es la que tiene la capacidad de producir insumos que explican la aplicación de técnicas y los aumentos de productividad en otros sectores; siendo la fuente de innovación organizacional, es el origen de la creación de nuevos servicios de alta productividad, que han crecido por encima de muchos subsectores maduros.

 

Vinculado a ello, de acuerdo a un estudio en países de Centro América (Obando, Rojas y Zevallos 2008), señala que el grueso de la innovación se desarrolla en los procesos productivos, y luego en nuevos productos, debido a que en estos últimos se requiere de mayores recursos en I/D. También refiere dicha investigación que son muy relevantes las mejoras en los modelos de gestión, como son las alianzas con los proveedores, las mejoras de los canales de distribución, y la aplicación de buenas prácticas en todas las fases del negocio.

 

De acuerdo al estudio desarrollado por la CEPAL 2018 (MIPYME en América Latina. Un frágil desempeño y nuevos desafíos para las políticas de fomento), en los países de Latinoamérica y El Caribe no existen verdaderos modelos de políticas de fomento; sí existen intervenciones paralelas de diferentes organizaciones que dirigen la promoción MIPYME, con especializaciones en sectores determinados, sin que se evidencie una efectiva integración entre ellas.

 

En tal sentido, existe la necesidad de fortalecer las iniciativas empresariales de las MIPYME, que, si bien encuentran condiciones para participar en las diversas acciones de proyectos, programas y acciones de las entidades públicas, no cuentan con el apoyo necesario para optimizar estas participaciones de manera sostenible y/o secuencial. Estas funciones deben ser desarrolladas con apoyo de los propios gremios MIPYME del país, de manera que también se establezcan acciones de fortalecimiento institucional fundamentales para la sostenibilidad de sus organizaciones.

 

Esto sucede en muchos países de la región, conforme lo señalado por la OCDE – CAF 2019 (América Latina y El Caribe 2019. Políticas para PYME Competitivas en la Alianza Pacífico) existen puntuaciones significativas del índice de políticas PYME con sólidos niveles de implementación; sin embargo, el impacto real de estos esfuerzos programáticos en muchos casos queda aún por verse.

 

Así mismo, entre sus principales recomendaciones, señala que es necesario garantizar un enfoque integrado hacia las políticas PYME, que sean estratégicas, secuenciales y coherentes, con el fin de aumentar el impacto de las intervenciones y programas. Y dada la existencia de una amplia variedad de programas, la información útil varía en gran medida es incompleta, por lo que se debe aumentar la disponibilidad de información consolidada y de fácil acceso, desarrollando plataformas amigables en línea, proporcionando información sobre la oferta de apoyo integral para las empresas, incluso con material impreso y personal dedicado.

 

Asimismo, la investigación OCDE – CAF 2019, también señala como elementos claves habilitantes los referidos al acceso al financiamiento, la asistencia técnica y la transferencia tecnológica, la innovación y mejora de los procesos productivos, la generación de incentivos para la exportación de las PYME, la cooperación y articulación en las cadenas de valor, y el mejor acceso de las PYME en las compras públicas.

 

Vinculado a ello, según el INFORME SOBRE LAS INVERSIONES EN EL MUNDO de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo – UNCTAD del 2018, se señala en su encuesta mundial sobre políticas industriales que, en los últimos años, al menos 101 economías desarrolladas y en desarrollo (que representan más del 90% del PIB mundial) han adoptado estrategias oficiales de desarrollo industrial. En los cinco últimos años, la formulación de nuevas estrategias se ha acelerado. Las políticas industriales modernas son cada vez más diversas y complejas, abordan nuevos temas e incluyen una gran cantidad de objetivos que van más allá del desarrollo industrial y la transformación estructural convencionales (Página 44). 

 

De acuerdo a lo identificado en el estudio de la UNCTAD, los distintos modelos de políticas industriales engloban una combinación diferente de políticas de inversión. Entendiéndolas en su concepción reciente, como un conjunto de estrategias y medidas interactivas destinadas a:

 

       i.         Crear sistemas industriales favorables (infraestructura, sistemas financieros) y capacidad productiva (en particular, activos, tecnología y conocimientos especializados).

     ii.         Apoyar el desarrollo de los mercados internos y de exportación. Estos objetivos requieren iniciativas dentro de cada empresa y sector, así como a nivel intersectorial.

 

Este marco de acción se enlaza en el país, dentro del Plan Nacional de Competitividad y Productividad – PNCP, aprobado en julio del 2019, con vigencia hasta el 2030, y tiene por objetivo servir de enlace entre la visión de país formulada y diseñada a partir de dicho plan y la implementación de medidas de política necesarias para orientar la realidad del país hacia esa visión. El Plan Nacional de Competitividad y Productividad constituye un marco que da soporte a una acción gubernamental articulada, eficaz y eficiente. En tal sentido, la presente propuesta se encuentra inmersa dentro de los Objetivos Prioritario 3: Generar el desarrollo de las capacidades para la innovación, adopción y transferencia de mejoras tecnológicas, Objetivo Prioritario 4: Impulsar mecanismos de financiamiento local y externo, Objetivo Prioritario 6: Generar las condiciones para desarrollar un ambiente de negocios productivo, Objetivo Prioritario 7: Facilitar las condiciones para el comercio exterior de bienes y servicios.

 

De acuerdo a cifras oficiales del Ministerio de la Producción (2022), las MIPYME del sector manufacturero representan aproximadamente 194 mil empresas; de las cuales 46 mil pertenecen al sector confecciones textiles, 36 mil empresas pertenecen al sector metal mecánico, 30 mil al sector alimentos, 20 mil al sector de muebles, y 7 mil empresas al sector de manufacturas de cuero.

 

Así también, según señala el Informe de Desarrollo Industrial de ONUDI (2018), el crecimiento del sector manufacturero es esencial para el proceso de diversificación y masificación de la demanda. Las empresas manufactureras son los principales proveedores de bienes nuevos y las responsables del aumento de la variedad en cualquier economía. La vida cotidiana de la gente se ha visto transformada radicalmente por las sucesivas oleadas de revoluciones tecnológicas, todas ellas iniciadas en el sector industrial. Estas oleadas aumentaron considerablemente el conjunto de mercancías disponibles para los consumidores, y siguen haciéndolo hoy en día.

 

Al respecto, en todas las revoluciones industriales, desde la primera hasta la cuarta prevalece un proceso de abaratamiento continuo de precios, generado por el aumento de la productividad, la innovación en los productos y procesos y la competencia en los mercados de bienes. En la industria manufacturera, los precios de los productos finales registran una tendencia sistemática a la baja en comparación con los precios de todos los demás sectores de la economía, lo cual influye de manera fundamental en la importancia de las manufacturas en las economías de los países. La tendencia hacia precios relativos a la baja es un aspecto clave del sector industrial y refleja que posee un potencial de crecimiento de la productividad inherentemente superior al de la agricultura o los servicios. El continuo aumento de la productividad se hace llegar a los consumidores en forma de precios más bajos, lo que estimula en mayor grado la demanda y permite a las empresas invertir en la expansión de la producción y del empleo.

 

Otra de las tendencias de la globalización sigue siendo, la búsqueda de mejores proveedores nacionales e internacionales, aprovechando los procesos de negociación de país a país, mediante el desarrollo de joint Ventures, alianzas estratégicas, y la subcontratación internacional; lo cual demanda una mayor especialización, y generación de valor agregado de MIPYME proveedoras que atiendan la demanda de bienes de grandes empresas nacionales e internacionales.

 

En ese sentido y comprometidos con la reactivación económica de las MYPE manufactureras, muchos gremios MIPYME del país, liderados por los agentes económicos de los sectores económicos productivos, vienen gestando esfuerzos para potenciar las alianzas públicas y privadas, con organismos internacionales, bilaterales, multilaterales y fundaciones, uniendo esfuerzos para los siguientes fines:

 

a)    Promover y defender los intereses y desarrollo de las MIPYME como fuente generadora de trabajo, riqueza y desarrollo para el país.

b)    Fomentar la formación y el fortalecimiento de los gremios MIPYME a nivel local, regional y nacional.

c)     Fortalecer a las MIPYME en el emprendimiento de actividades empresariales, la iniciativa particular y la propiedad privada.

 

Parte de estas iniciativas de apoyo a MIPYME de Lima y regiones se logró concretar en alianza con la OIT, el diseño y puesta en marcha de la Plataforma digital de articulación entre empresas ancla con MIPYME manufactureras, denominada PROVEE PYME, la cual viene operando en alianza con la CONFIEP, y la Asociación PYME PERÚ.

 

También se vienen gestando acciones estratégicas con los Ministerios de la Producción, Ministerio del Ambiente, Ministerio de Inclusión y desarrollo social, el desarrollo de políticas y acciones de apoyo al sector MYPE principalmente en cuanto a fortalecer las políticas industriales con énfasis en el sector manufacturero, y acciones específicas orientadas a la mejora de la calidad, la articulación empresarial, el desarrollo de proveedores, y el mejor acceso a los mercados públicos.

 

Asimismo, con ONUDI se viene impulsando el fortalecimiento de las capacidades de política industrial y la aplicación de enfoques de desarrollo territorial en el país, dado el nuevo contexto económico con la puesta en marcha del Puerto Chancay y otros grandes proyectos, siendo urgente que el país avance en este nuevo escenario, con una estrategia de desarrollo industrial clara, consensuada y con prospectiva.

 

Queda como reto al sector público y privado del país, contribuir con el desarrollo de acciones concretas que contribuyan a enlazar con éxito, a nuestras MIPYME manufactureras con las empresas globales, y participar en el crecimiento de las oportunidades que se vienen.


 

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