Embajador Jorge Castañeda / India observador de Comunidad Andina

Razones para que la india se convierta en observador de la comunidad andina

La Comunidad Andina es un mecanismo de integración subregional creado el 26 de mayo de 1969. Tiene su sede permanente en Lima, Perú, y está integrada por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. Este bloque conforma un mercado ampliado de 115 millones de habitantes.

Cuenta con una zona de libre comercio de bienes con arancel cero y un comercio de servicios liberalizado casi en su totalidad. Sin embargo, hay algunas excepciones, como los servicios financieros y las cuotas de producción nacional para la televisión abierta.

Además, la Comunidad Andina posee un régimen común de inversiones vigente desde 1991. Esto configura un entorno estable y prometedor para los inversionistas extranjeros. Este marco integral se complementa con un mecanismo bilateral de resolución de disputas y un sistema de mediación para barreras no arancelarias. De esta manera, se facilita la solución de conflictos y se fomenta el comercio y las inversiones en la región.

El actual contexto comercial global, marcado por su turbulencia, hace más necesario que nunca la diversificación de mercados. Para la India, la Comunidad Andina representa un destino particularmente atractivo para atender sus intereses estratégicos en materias primas, seguridad energética y proyección global.

Estas razones constituyen una base sólida para que la India considere reactivar el Mecanismo de Diálogo Político y Cooperación establecido con la Comunidad Andina en junio de 2003, como paso previo para solicitar su ingreso como Estado Observador. Esta acción le permitiría profundizar de manera significativa su relación con una subregión que es clave para el cumplimiento de sus objetivos estratégicos.

El proceso para obtener la condición de País Observador en la Comunidad Andina se encuentra formalmente establecido en su marco regulatorio interno. Cualquier nación interesada debe iniciar el proceso mediante la presentación de una solicitud oficial por escrito dirigida a la Secretaría General del organismo. Esta solicitud es luego evaluada y decidida por el Consejo de ministros de Relaciones Exteriores, el órgano supremo de la CAN integrado por los representantes de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, cuya aprobación es fundamental para la concesión del estatus.

La base legal que rige este procedimiento es la Decisión 741 de la Comunidad Andina, instrumento que especifica las normas de participación para los Observadores. Una vez concedida esta condición, el país admitido adquiere el derecho a ser invitado a participar en las reuniones de los distintos órganos.

Los países que actualmente tienen estatus de Observador en la Comunidad Andina son: España, Marruecos, Turquía, Grecia, Panamá, República Dominicana y China.

El estatus de Observador generaría importantes beneficios tanto para la India como para los países miembros de la Comunidad Andina, entre los que se destacan:

a) Acceso comercial preferencial a un mercado de 114 millones de personas en la Comunidad Andina, así como a un mercado de 1,440 millones de consumidores en la India. Si empresas indias establecen operaciones de manufactura o ensamblaje en Perú al amparo del Tratado de Libre Comercio una vez suscrito, y su producción cumple con las normas de origen peruanas y de la Comunidad Andina, esos bienes accederían al mercado ampliado andino sin pagar aranceles adicionales.

Este acceso abre la oportunidad de desarrollar una amplia cooperación económica y social que genere empleos, impulse el comercio y las inversiones, y estimule el crecimiento económico de mutuo beneficio.

b) Garantizar el acceso seguro a minerales estratégicos para la India, particularmente litio (elemento crucial para la industria de vehículos eléctricos), oro y cobre. A cambio, los países de la Comunidad Andina se beneficiarían con inversiones indias dirigidas a sectores de alto valor agregado, como la minería sostenible y las energías limpias, estableciendo así una relación de beneficio mutuo.

c) Al compartir su experiencia en tecnología e innovación, la India establecería una relación de beneficio mutuo con los países andinos. Por un lado, encontraría nuevas oportunidades para el intercambio comercial de servicios en sectores donde posee ventajas competitivas. Por otro lado, las naciones de la Comunidad Andina se beneficiarían al acceder a soluciones tecnológicas probadas en áreas prioritarias como educación digital, telemedicina, energías renovables e innovaciones FinTech. Aplicaciones como el modelo Paytm, por ejemplo, podrían adaptarse para fomentar la inclusión financiera y reducir los altos niveles de economía informal en la región, impulsando así un desarrollo económico más formal e inclusivo.

d) El fortalecimiento de la relación entre India y la Comunidad Andina potenciaría la cooperación Sur-Sur en la subregión. Esta alianza facilitaría el intercambio de experiencias y mejores prácticas en áreas clave como el desarrollo sostenible y la reducción de la pobreza. A su vez, este proceso consolidaría el liderazgo de India dentro del "Sur Global" y proyectaría su influencia en el hemisferio americano, una zona de importancia estratégica creciente.

Es importante considerar, no obstante, los posibles obstáculos que podrían surgir. En el ámbito comercial, las sensibilidades sectoriales entre la India y los pases de la Comunidad Andina y las diferencias en normativas técnicas o sanitarias podrían ralentizar la convergencia económica.

Asimismo, la prioridad política que la India otorga a otros socios globales y la atención fluctuante que América Latina recibe en su agenda exterior podrían afectar el interés de la India de ser Observador.  La superación exitosa de estos desafíos dependerá de la creación entre ambas partes de una comunicación clara, de demostrar el valor tangible de la asociación y de construir confianza mediante compromisos graduales y cumplibles.

Para la India el estatus de Observador en la Comunidad Andina representaría el primer paso formal hacia una estrategia integral hacia América Latina, región para la cual actualmente no existe una política comparable a su "Look East Policy". Para materializar los beneficios derivados de esta condición, India podría implementar dos acciones estratégicas orientadas a desarrollar su presencia en la Comunidad Andina .

En primer lugar, resultaría fundamental concluir las negociaciones del Tratado de Libre Comercio con Perú, lo que establecería un precedente comercial significativo para el resto del bloque andino. Paralelamente, India podría alinear su estrategia con la Visión de la Secretaría General de la CAN, la cual ha manifestado interés en fortalecer el rol de los Países Observadores mediante agendas concretas de diálogo, cooperación e intercambio comercial. Esta aproximación resultaría particularmente congruente con los objetivos de la organización y posicionaría a India como un socio estratégico natural para la subregión.

En conclusión, la reactivación del Mecanismo de Diálogo Político y Cooperación de 2003 se presenta como el camino más estratégico y viable para que la India reactive su acercamiento formal a la Comunidad Andina. Este canal diplomático ya establecido proporciona un foro institucional para evaluar áreas de cooperación mutua y sirve como plataforma natural para formalizar posteriormente la solicitud de estatus de Observador ante el Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de la CAN.

Esta aproximación por fases permitiría primero revitalizar el diálogo existente y luego escalar hacia una membresía como Observador. De esta manera, se podrían dar los pasos necesarios para establecer una asociación estratégica duradera y beneficiosa para todas las partes involucradas.

Este partenariado estratégico inyectaría un nuevo dinamismo al proceso de integración andina, fortaleciendo la posición de la CAN en el escenario internacional y contribuyendo a su desarrollo integral y equilibrado.