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Fernando Cillóniz / Infraestructura logística para Ica


La infraestructura logística que ICA podría tener, pero no


Ica podría tener una infraestructura logística equiparable a las mejores del mundo. Efectivamente, Ica es accesible por aire, mar y tierra; y nada debería impedirnos tener lo mejor de lo mejor en materia vial, ferroviaria, portuaria; e incluso, aeroportuaria.


Veamos. Por tierra tenemos la Concesión Red Vial 6. Es decir, la súper transitada Carretera Panamericana Sur, la cual consta de una Autopista de doble calzada entre Lima y Pisco, y una carretera simple entre Pisco y Nasca.


El problema se presenta en Ica provincia. Concretamente, en el tramo entre Guadalupe y Ocucaje. Miles de personas viven –todos los días– el martirio de tener que pasar por esa tripa larga atiborrada de peatones, bicicletas, motos, carretillas, mototaxis, autos, combis, camiones, omnibuses, y todo lo demás.


¿Cuántas propuestas de inversión privada ha recibido el Gobierno para construir una vía de evitamiento entre Guadalupe y Ocucaje? Yo sé de dos. ¿Qué dice el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) al respecto? Que ellos la van a hacer. ¿Qué quiere decir eso? Pues que nunca tendremos vía de evitamiento en Ica.


Incluso, hay obras complementarias –intercambios viales, pasos a desnivel, pasos peatonales, ampliaciones de vías, etc.– en la propia concesión Red Vial 6, que están a la espera de autorizaciones y permisos absurdos por parte del MTC, los cuales no tienen cuándo salir. ¿Para qué sirve el MTC?


En cuanto a nuestra conectividad con la Sierra, Ica tiene dos muy buenas carreteras de penetración: la Carretera Los Libertadores que sale de Pisco, y la Carretera Interoceánica que sale de Nasca. Aparte de ellas, Chincha, Ica y Palpa también tienen vías de penetración hacia la Sierra que permiten una adecuada conectividad con nuestros hermanos de agua: Huancavelica y Ayacucho.


En materia ferrocarrilera tenemos el anuncio con bombos y platillos del Tren de Cercanía entre Lima e Ica. El problema es que todo quedó en eso, bombos y platillos. ¿Y el tren? ¿Qué tren? Manan kanchu.


Por otro lado, está el proyecto ferroviario entre Apurímac y Marcona, el cual fue propuesto por un grupo de empresas mineras de la zona, pero que –al igual que todas las demás propuestas de inversión privadas– fue ninguneada por el Estado por motivos que nadie entiende.


Por aire tenemos el súper aeropuerto de Pisco, el cual puede atender vuelos internacionales y aviones de gran tamaño. El problema es que para llegar y salir del aeropuerto hay que transitar por el infame tráfico de San Andrés y Pisco. Por ello –precisamente– el aeropuerto de Pisco está prácticamente inoperativo. Mismo elefante blanco.


Luego tenemos el aeropuerto de Marcona en Nasca, que también puede atender a aviones comerciales. Incluso, sería muy fácil ampliarlo para atender aviones de gran capacidad. ¿Cuántas propuestas de inversión privada ha recibido el Gobierno para ampliar el aeropuerto de Marcona y operarlo como Dios Manda? Varias. El hecho es que de parte del Gobierno, no se oye padre.


Por mar tenemos el Puerto General San Martín de Pisco, súper moderno y eficiente, pero –al igual que el aeropuerto– con malos accesos viales. ¿Cuántas propuestas de inversión privada ha recibido el Gobierno para construir carreteras alternas al aeropuerto, y para el transporte de carga hacia –y desde– el puerto? Por lo menos tres. ¿Pero qué dice el MTC al respecto? Pues que ellos lo van a hacer. ¿Cuándo? He ahí el problema, nunca.


Después tenemos la infraestructura portuaria de Marcona, por donde se embarca el mineral de hierro de la zona. A este respecto, soy testigo de una propuesta de inversión privada autosostenible –o sea, que no requiere de fondos públicos– para construir en la Bahía de San Juan un mega puerto –el más grande del país– para minerales, contenedores, líquidos, carga en general, y pasajeros. O sea, que podría descongestionar grandemente el Puerto de El Callao. ¿Qué dice el Gobierno al respecto? Nada.


Incluso, si hablamos de conectividad digital, tenemos una súper Red Dorsal de Fibra Óptica que no está operativa. Cientos de millones invertidos por el Estado que –hasta ahora– no sirven para nada. ¡Ay Perú, pobre Perú!


Conclusión. El mayor obstáculo para el progreso del país es el Estado. La mayor traba para el bienestar de los peruanos es el Estado. El peor enemigo de Ica –y del Perú– es el Estado.


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