El economista José Luis Sampedro que abogó por una economía más humana, más solidaria, capaz de contribuir a desarrollar la dignidad de los pueblos decía: “Hay dos tipos de economistas: los que trabajan para hacer más ricos a los ricos y los que trabajamos para hacer menos pobres a los pobres”.
El coronavirus impacto fuertemente en el crecimiento de la economía, así como en la salud financiera de las empresas y familias. Por ello, las empresas del Sistema Financiero han tenido una menor actividad financiera, posible incremento de la tasa de morosidad, una reducción en la rentabilidad de sus negocios y presiones sobre la liquidez.
En una economía con liquidez como la nuestra, con una propensión a incrementar el consumo, es fácil endeudarse, a través de tarjetas, créditos para compras de activos a corto y mediano plazo; sin embargo, hay que tener cuidado en hacerlo; antes de tomar un crédito, Se debe evaluar la futura capacidad de pago y si las tasas de interés activas que pagamos por endeudarnos son elevadas.
En teoría económica el incremento del crédito aumenta la inclusión financiera, el consumo y la inversión; pero si la Superintendencia de Banca Seguros, informa que las deudas de las personas con el sistema financiero supera los S/. 8,000 en promedio, debemos pensar en evitar que las familias se sobren endeuden, así mismo, nadie sabe cómo se viene comportando el crecimiento del préstamo informal cuyas tasas de interés son altas 10% mensual.
Cada vez más personas suman deudas de consumo con más entidades. Se deteriora la calidad del crédito corporativo y de grandes empresas. A lo largo de la historia, se ha demostrado lo importante que es mantener un sistema financiero sólido y estable para hacer sostenible el crecimiento económico.
Nuestra economía tiene señales de sobreendeudamiento que podrían ser preocupantes. Así, por ejemplo, una de cada cinco personas con deudas de consumo en el país debe más de diez veces su sueldo mensual. Los ahorristas deben evaluar la confianza de la entidad financiera, sin importar si es un banco, una cooperativa, una financiera, una caja rural o una caja municipal, es importante tener en cuenta dos señales de mucha utilidad:
1. Supervisión
La SBS posee una “lista de las únicas entidades financieras supervisadas por este órgano de control y autorizadas a captar depósitos del público”. En esta relación de entidades autorizadas a captar depósitos del organismo regulador puede saber con exactitud si la entidad en la que está pensando confiar su dinero es formal o no.
2. Reputación e indicadores financieros
También en la SBS podrá encontrar información estadística detallada de las empresas financieras que participan en el mercado local. Así, podrá acceder a data relacionada con sus estados financieros, participación de mercado, estructura de los créditos, tipos de depósitos y plazos, entre otros.
Recomendamos tener presente: a) demasiada deuda no es buena supone alta vulnerabilidad y b) que no se ilusionen fácilmente para evitar un endeudamiento elevado.
Se debe aplicar criterios de economía básica, y usar la eficiencia en el presupuesto familiar, reduciendo costos y mejorando ingresos. Lucio Seneca Filosofo Latino decía “La economía es la ciencia de cercenar los gastos superfluos”, y mencionaba “Compra solamente lo necesario, no lo conveniente. Lo innecesario, aunque cueste un solo céntimo, es muy caro” luego no nos lamentemos.
Los ahorristas se preguntan, ¿cómo es posible que las entidades del sistema financiero cobran tan altas tasas de interés por sus créditos, nos paguen por nuestros depósitos en ahorros un promedio de hasta 5% anual y dejándolos de uno hasta tres años a plazo fijo? La inflación 2022 que puede llegar al 6.5% anual frente a la tasa de interés que pagan los bancos 5% genera perdida en los ahorristas a precios de mercado y reales.
En una coyuntura atípica con una economía y política como la actual con una retracción del crecimiento, con elevada tasa de desempleo y una economía luego de una recesión, es improbable que los deudores financieros honren sus compromisos en los plazos y términos pactados. El descuento de una décima parte de la deuda vigente y los intereses devengados, evitaría que miles de familias se declaren en quiebra o bancarrota, por un lado y por otro, los prestamistas tendrían la posibilidad de cobrar el saldo de la deuda una vez hecho el descuento.
Pero la realidad es una: ¡Nos pagan poco y cada vez las tasas pasivas de ahorro bajan! Recuerdo a Henry Ford, fundador de la Ford Motor Company, quien en algún momento declaró: “Es bueno que el pueblo no entienda el funcionamiento de nuestro sistema bancario, porque si esto ocurriera, creo que explotaría una revolución antes de mañana en la mañana”.
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