Con escaso financiamiento ¿se reactivará el agro?
En el 2023, la agricultura peruana anotó el peor resultado en más de tres décadas 1992, cayó -2.91% en el PBI. El MIDAGRI, el MEF y el BCR afirman que el 2024 el sector agrario tendrá un crecimiento del 3%. Sin embargo, a la fecha luego de 2 meses y medio del año, no dicen cómo, ni ¿cuál es la política agraria que se aplicara?, ¿ni en que fundamentos se sostiene el plan de recuperación del sector? si existe.
El plan de reactivación agraria, con un diagnóstico sencillo, objetivos, metas y estrategias ya debió ser expuesto por la titular del MIDAGRI a las organizaciones que representan a los productores agrarios (CONVEAGRO) entre otras.
También puedo apreciar que se ha perdido de vista el problema del productor, quienes no cuentan con capital de trabajo (financiamiento) para producir y sostener su producción en el campo.
El MIDAGRI tiene el deber de promover alternativas de financiamiento para los productores agrarios, que realicen actividades en lo alimentario, forestal y del medio rural, por medio de productos financieros especializados con acompañamiento técnico y mitigación de riesgos, para elevar su productividad y calidad de vida.
Pareciera que hay algunos funcionarios públicos (MEF y MIDAGRI) que no han leído o no entienden: que el artículo 88º de la Constitución Política, señala, que el agro es un sector que debe tener un trato preferente por que aporta a la economía y trabajo, a la salud, al turismo, .....: y si hubiese actividad protegida y garantizada en el campo con maquinaria, semillas, créditos oportunos, capacitaciones, tecnología, .....; no habría la necesidad de que los productores migren a las ciudades.
La agricultura se ve fácil cuando el arado es un lápiz y se esta a mil millas del campo. Dwight D. Eisenhower.
Por el lado institucional, las distintas políticas adoptadas desde principios de los 90’s han sido dirigidas al sector agropecuario empresarial, exportador y de grandes capitales, mientras el apoyo a la pequeña agricultura es mínimo. En términos de créditos, el fomento a la agricultura familiar es muy limitado, solo una pequeña parte de las colocaciones está dirigido a este grupo.
La baja productividad agrícola y los riesgos del sector se manifiestan como obstáculos para el acceso a financiamiento. El agro es considerado como una actividad de alto riesgo, por la existencia de factores que afectan a la producción (clima, agua, infraestructura, servicios públicos, entre otros) y comercialización (transporte, almacenaje, mercado, etc.).
Además, los intereses elevados y la falta de garantías aparecen como las principales razones para no solicitar crédito entre los productores que necesitan financiamiento.
Al ser un mercado concentrado por los bancos grandes, es comprensible que los créditos al sector sean muy limitados en tanto son más riesgosos; la intervención del Estado, para corregir esa falla del mercado es baja a través de AGROBANCO.
En nuestro país la banca comercial es el principal intermediario financiero, como fuente de financiamiento del sector privado. Pero los niveles de penetración de la banca comercial en el entorno rural y la actividad agraria son limitados.
La banca comercial se aleja de los esquemas de financiamiento para la agricultura, por ser un negocio que requiere de periodos de gracia para alcanzar un punto de equilibrio, y luego la rentabilidad. Se necesita por ello financiamiento especializado y estructurado, con tasas de interés adecuadas.
Es necesario el acceso al financiamiento, ya que los mayores costos de producción agropecuaria demandan mejores productos financieros para atender el sector agropecuario. Por tanto, el MIDAGRI a través de la Dirección general de asociatividad servicios financieros y seguros tiene la obligación de crear y proponer mecanismos financieros que permitan a los pequeños agricultores acceder al crédito a nivel nacional.
Situación actual del financiamiento para los productores agrarios pequeños y medianos principalmente.
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