Se debe tratar de alcanzar un país moderno, incrementando la productividad y con una recuperación potente de los sectores productivos y de servicios.
Esto no lo cumplirá el gobierno de transición y estamos sin rumbo, debido a que seguimos de cajeros y no habido una reestructuración necesaria del gasto en el presupuesto de la Republica 2023, aprobado por un “congreso populista” con los recortes prioritarios que se debieron efectuar.
En el Presupuesto de la República 2023, no se han eliminado los gastos improductivos y en la evaluación y seguimiento de su ejecución no se conoce en que se gastan los recursos de los contribuyentes que lo financian con sus tributos. Al gasto público en educación, salud, agua, saneamiento e infraestructura no le dan importancia, destinando recursos en acciones que no son rentables socialmente. El economista francés Claude Frederick Bastiat, decía: “La gente empieza a darse cuenta de que el aparato del gobierno es costoso. Lo que aún no ven es que el peso cae sobre ellos.”
No se utiliza al planeamiento estratégico como herramienta de gestión gubernamental y se acusa, a los Gobiernos Regionales y Locales que no saben gobernar y que no tienen capacidad para ejecutar su presupuesto de inversiones públicas. Cuando es sabido que muchos sectores del Estado también devuelven cantidad de recursos en especial de inversión. El gobierno de transición no considera en sus decisiones, que estamos en un proceso de descentralización y debe cumplir con dar las pautas generales y acciones de lo que se debe hacer con estrategias claras y transparentes por cada región para ejecutar en especial la inversión pública.
La inversión privada ni el consumo aumentan, los sueldos siguen bajos, la informalidad del empleo es 78% de la PEA (Población Económicamente Activa) y la calidad de vida ha desmejorado. La inflación de alimentos perecibles agrícolas papa, legumbres, hortalizas ha sido en enero 2023 de 26.5% según el BCR. El PBI 2023 será de 1.9% aproximadamente, economía estancada. Joseph Stiglitz Premio Nobel de economía sostiene que se debe tener presente que "cualquier sistema político o económico tiene como objetivo final el bienestar de los ciudadanos y eso incluye la dignidad, las nociones de autonomía y la expresión de las personas".
Hay pobreza extrema, conflictos sociales, difícil acceso a servicios básicos, la población no tiene contacto con el Estado y si lo tiene, lo ven como un enemigo; igual que al Poder Policial, Ministerio Público, Policía Nacional; la precariedad y la desconexión del mercado laboral crece. ¿Dónde radica el problema? Se debe cambiar la visión política del Estado para que se preocupe por el ciudadano, no protege sus libertades y derechos. El Estado se ha preocupado en reformar aspectos específicos, como contratos de obras, cuando el problema es la podredumbre del Sistema de Justicia, por ejemplo.
Recuerdo a Jon Meachan historiador norte americano que nos presentó su obra: La biografía de Abraham Lincoln humano y real. Decía: un país en conflicto, dividido socialmente, económica y geográficamente entre norte y sur con una clase política podrida, un orden económico injusto y una democracia en peligro. Al parecer podía estar describiendo al Perú de hoy, pero nos traslada a Estado Unidos de 1860. Es necesario reformular el rol del Estado y que asuma la responsabilidad en la creación de mercados en las regiones. Se requiere invertir en infraestructura y entender la economía con el vínculo entre geografía y demografía.
Debe contribuir con inversión, por ejemplo, en infraestructura para conectar la economía con la geografía. Pero hay algo importante: el financiamiento para la creación de mercados, estos no se pueden crear ni expandir sin inversión privada y pública. Uno de los efectos graves del modelo económico que se viene aplicando, se da en el mercado laboral, que no genera oportunidades de empleo adecuados, sino de baja calificación, productividad e ingresos bajos. Los mercados requieren regulación estatal porque, sin ella, se generan situaciones de dominación y discriminación.
La relación entre Estado y empresa debe reformularse. El país creció por el incremento del precio de los minerales, sin embargo, la visión de protección del ciudadano sigue ausente. Si un país solo ve el crecimiento, se descuidan otros temas: los derechos ciudadanos o ¿Políticas para aminorar la desigualdad?
El profesor Stiglitz sostiene que el sector privado lo único que busca es generar más ganancias y para esto hay dos maneras: "Generar mejores productos o buscar personas que se puedan explotar. Y es mucho más fácil generar ingresos explotando a las personas" tal como sucede actualmente en la pequeña y mediana empresa del Perú especialmente con las mujeres a vista y paciencia de las autoridades. Stiglitz, recomienda que habría que cambiar la gestión del gasto público. "Que tiene que ver con innovación y educación, pero se tiene que financiar con un sistema justo y eficiente de impuestos".
Recordemos que, en el Gobierno de Barack Obama, "la idea más importante era que hubiese una opción pública para que las personas tuvieran acceso a la salud de forma pública con ayuda del gobierno, pero el sector privado tenía miedo y mataron esta iniciativa". Michael Camdessus, ex director del FMI, dijo: "Esta es la razón por la que sabemos hace tiempo que se debe vigilar el mercado. Cualquiera puede apreciar, que el Estado de Derecho forma parte fundamental de la reforma estructural neoliberal. La ejecución de una política neoliberal ha hecho de la corrupción una modalidad de gobernar atentando contra los derechos humanos. El desafío que tiene el Gobierno es "cómo asegurar que gran parte de la población tenga acceso a una vida decente, por lo menos para la clase media".
Para no caer en el paternalismo de programas asistencialistas, debe haber regulación estatal y que funcione. Está bien que se promueva el crecimiento, pero se necesitan reglas de regulación del Estado para que los ciudadanos se beneficien. Debemos tener un Estado pequeño y eficiente, con un reducido número de organismos y que se dedique a proveer seguridad, administre justicia, financie infraestructura y esquemas de alivio a la pobreza. El psicoanalista Erich Fromm, en “El miedo a la libertad”, tiene una frase: “Los cambios anticipatorios. Si no se hacen, después llegan los cambios revolucionarios
Falta aplicar la economía social de mercado que oriente el desarrollo y promueva la competencia justa con empleo de calidad. La Constitución de 1993 en sus artículos 58° y 59° señala que estamos en una economía social de mercado y que el Estado debe actuar en las áreas de promoción de empleo, salud, educación, servicios públicos.
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