Como ciudadano peruano y respaldado en mi derecho a la libre expresión, decidí hace unas semanas escribir unas palabras que expresen no solo mi inquietud sino más bien lo que considero es necesario en estos días: ayudar a preparar una especie de agenda, con sentido común de lo que se debe priorizar para sacar adelante este país justo a propósito del panorama de incertidumbre.
Afrontamos toda una gran preocupación nacional por la crisis económica y política que nos viene afectando en estos dos últimos meses, por ello es de esperar que el Ejecutivo tome correctas decisiones que se traduzcan en medidas urgentes para el bienestar del país. A continuación, inicio esta serie de alcances genéricos que iré publicando semana a semana y que espero se retroalimenten, complementen e incluso se corrijan de ser necesario.
Indudablemente el primer gran aspecto es el de la Economía. Se debe generar tranquilidad al mercado eligiendo inmediatamente al presidente del BCR, ya sea ratificando al señor Julio Velarde o, en su defecto, colocando a un funcionario de excelente trayectoria y calificaciones que dé la misma confianza. La demora ya se tradujo en una importante devaluación del Sol, mayor inflación y menor calificación del riesgo país, afectando directamente al bolsillo de todos, y todo debido precisamente a este tipo de incertidumbres y ruidos políticos consecuentes.
También es prioritario que el Ejecutivo coordine con su Premier para que se destraben, dentro de los parámetros legales, los proyectos prioritarios no sólo del sector minero sino industriales, portuarios, hídricos, forestales y turísticos entre otros más, que hoy requieran ser agilizados para su desarrollo e implementación inmediata con proyección al corto, mediano y largo plazo. No podemos seguir esperando por años, como si fuéramos una potencia económica, una decisión de este tipo que de hecho contribuye con el desarrollo, pues es claro que necesitamos inversiones nacionales y extranjeras, públicas y privadas para generar ingresos, aumentar el empleo, disminuir la pobreza y traer crecimiento económico, acrecentando, por ende, la recaudación fiscal que ayude a implementar las mejoras tan necesarias que nos permitan ser más competitivos.
De ser necesario, abramos las puertas a las grandes empresas, industriales, de servicios, etc. intensivas en mano de obra, sobre todo, con beneficios tributarios específicos para que seamos el centro del desarrollo latinoamericano. El acuerdo logrado por su gobierno para producir vacunas Sputnik, mencionado en su último mensaje, es un buen ejemplo que va a contribuir no solo con la posibilidad de contar con vacunas oportunas para todos los peruanos, sino que a futuro podríamos convertirnos en un centro de distribución mundial de medicinas que nos transformen en un productor de clase global.
La existencia de monopolios y oligopolios son también aspectos que se deben analizar y contrarrestar porque le quitan posibilidades de elección al consumidor y generan distorsiones en los precios finales que impactan directamente en la inflación. Merecemos más para elegir mejor y convertir el libre mercado en un libre mercado justo y competitivo.
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