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Jórge Arevalo / Los Pastores de la pobreza (2 de 2)

  • Jórge Arévalo
  • 30 jul 2023
  • 4 Min. de lectura

Se encienden las alarmas, cuando el mismo informe asegura que: “La reducción de la pobreza en el Perú en las últimas dos décadas ha sido destacable, sin embargo, hoy siete de cada diez peruanos son pobres o vulnerables de caer en la pobreza”. Si estas cifras no nos conmueven, debemos considerarnos hechos de roca. Tenemos que, por consenso, aceptar que la pobreza y la corrupción son nuestros principales enemigos.

Cuánto dinero recibieron y cómo lo mal administraron, ¿los gobiernos regionales y locales? Cuántas oportunidades, nos negó el accionar de la corrupción, ¿desde el propio Estado? ¿Cuáles son los montos reales, de las remesas recibidas por las ONGs, durante cinco décadas? Están en capacidad las ONGs, de mostrar una experiencia exitosa, donde veamos que quienes fueron pobres alguna vez, gracias a ella, ¿dejaron de serlo? Preguntas claves por resolver, para encarar seriamente la lucha contra la pobreza, Porque no se puede seguir permitiendo, que se siga manipulando a los pobres y se lucre a nombre de la pobreza.

No resulta halagador saber, que el manto de la pobreza se ha extendido, cuando el informe en mención, asegura que: La crisis también aceleró la urbanización de la pobreza. Hoy en el Perú, siete de cada diez pobres viven en áreas urbanas. A pesar de ello, los pobres rurales todavía son más pobres que los urbanos.

Se necesita sólo mirar con ojos de lince, la periferia de las grandes ciudades del país, de recorrer esos lugares, sin necesidad de libreta, para encontrarse cara a cara con la pobreza. Debe estar poblada de aserrín, la cabeza de los gobernantes para no entender, que el contar con servicios básicos dignifica a la persona y la predispone a avanzar para lograr sus sueños. Corruptos que ven en el cargo, la mejor oportunidad para cambiar su estatus económico, tanto de ellos, como la de su familia y allegados, a costa de que miles y miles de peruanos sigan viviendo en las peores condiciones.

Otras autoridades incapaces, cada año demuestran ser inoperantes y devuelven dinero a la caja central, mientras los pueblos, claman porque se ejecuten las obras. Estos incapaces, primos hermanos de los corruptos, arman campañas, para distraer a la población culpando al Gobierno Central, por la no realización de proyectos en favor de la población y en otros casos, se callan en todos los idiomas, frente a la paralización de las obras. La Contraloría General de la República, da cuenta que existen un total de 2,346 obras paralizadas representando un saldo por ejecutar ascendente a 6,715.3 millones de soles, en ese listado de obras se encuentran hospitales, escuelas, carreteras, que tanto se necesitan.

Las cifras no mienten, el año 2022 por concepto de Canon los gobiernos subnacionales recibieron un total de 7,844 millones de soles. Y sin un plan rector que entienda el corto, mediano y largo plazo, las autoridades tienen las manos libres para programar obras dispersas que no impactan, en el requerimiento de la población. Corruptos e incapaces, producen mucho daño. El peligro, es que son como los insectos, migran desiinstitucionalizano al Estado y se reproducen muy rápido.

Y en cuanto a las ONGs, empezamos diciendo, que el asunto es un tanto diferente que el anterior, ya por su punto de partida, que es un tema ideológico. A las ONGs, les interesa pastorear a la pobreza, puesto que, desde el punto de vista de las izquierdas, la chispa que prende fuego en la pradera de la revolución, está relacionada con el grado mayor de empobrecimiento de la población, porque así esperan que, llegado el momento, se rebelen con mayor vehemencia contra el sistema a quien culpan por mantenerlos en su condición de pobres.


Para estos ideólogos OENEGEROS la solución, pasa por despojar de sus bienes a los que lo poseen, con el san Benito de disfrútalos luego entre todos. Proclaman la igualdad, con la punta de la flecha orientada hacia abajo, seremos todos iguales, pero en la pobreza. Pero ahora, ellos nunca son ni lo fueron parte, pero se aprovechan de ella. El tiempo, expresado en canas, nos deja muy en claro, que, para ser pobres, no se necesita de mucho esfuerzo. Más cuando tienes a un izquierdista u oenegeros interesado en vivir de la pobreza y de los pobres al extremo que te hará creer que ser pobre es ser digno.

El mérito para sí de las ONGs, en su condición de pastores de la pobreza, es el haber logrado el enriquecimiento de sus fundadores, el posicionamiento de sus trabajadores como parte de la clase media en el país y el de cubrir una planilla de políticos de izquierda, cuyo trabajo, fue el de sembrar odio entre los pobres y división entre los peruanos. De lo mucho que recibieron, poco llegó a las comunidades, al punto que no pudieron lograr hacer realidad, un proyecto sostenible como lo pregonan y que fue la justificación por el que recibieron los fondos. Palmas revolucionarias, camaradas y sigamos pastoreando a la pobreza, sin olvidar que a más pobres tendremos más dólares en el bolsillo.


Referencias:

Los autores son Jorge Arévalo Acha & Víctor Vásquez Villanueva. Coordinador y Director Ejecutivo de la Defensoría del Productor Agrario. Lima, 2023.


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