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Jorge Arévalo y Victor Vásquez / Organizaciones de Usuarios de aguas (4 de 5)

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Inclusión con Imposición, es pura demagogia

Nuestros legisladores y gobernantes deben bajarse de su nube, sancionar según la Ley: “La incorporación de jóvenes de 29 años a la directiva” (Art 24 – Inc. M) es desconocimiento total o qué. Señores, los campesinos propietarios de las parcelas familiares son los beneficiarios de la Reforma Agraria de Velazco, dicho en cristiano son campesinos ya envejecidos, aferrados a su chacra, y que por los resultados obtenidos campaña, tras campaña, fueron poco a poco desencantando a los jóvenes. Este desencanto impacto en los jóvenes quienes en su mayoría se marcharon a las grandes ciudades en busca de algo mejor y aquellos que prefirieron quedarse en el campo pasaron a ocupar la categoría de peones esperando romper con el circulo de pobreza que vivieron y vieron a sus padres.


Acaso nos cuesta aceptar que desde los poderes del Estado a lo largo de los últimos 70 años se fueron incubando estas perversas realidades sin siquiera hacer algo por revertirla; mientras la pobreza daba paso a expulsar a la juventud de sus medios productivos se asisia a la pérdida de identidad para con la agricultura justamente de los sectores que están llamados a lograr el cambio generacional en los procesos productivos agrícolas. Por lo tanto, aceptemos que al no existir el cambio generacional los procesos de modernización a través de la transferencia de conocimientos, y la aplicación de paquetes tecnológicos es casi inviable. Es doloroso decirlo, pero en muchos de los casos, los campesinos se han resignado a navegar despacio en ese mar inmenso de la subsistencia, sin encontrar una feliz salida.


Señores Congresistas ¿les resulta difícil entender la realidad del campo? Sí, de este campo que dicen ustedes venir, como lo decía el seudo campesino Pedro Castillo Terrones, o más riguroso aún preguntar ¿que los hace diferente a este personaje?


Equidad de género, más demagogia con insulto a la Mujer

Se persiste en esta norma como en otras, en la idea caviar, de imposición de la participación de la mujer en los procesos electorales y al respecto esta norma precisa lo siguiente: “Las listas que se presenten en el proceso electoral deberán respetar la paridad entre hombres y mujeres, la cual se alcanzará de manera progresiva. (Art 24 – Inc. l).


La historia nuestra nos ha deparado ilustres mujeres en todos los campos de nuestros quehaceres, desde aguerridas combatientes hasta abnegadas educadoras y de la filantropía, acaso estas heroínas necesitaron de una Ley, de ninguna. Entonces, en pleno siglo 21, ¿porque alentar su participación bajo la engañosa frase de la equidad de género?, reconozcamos que seguimos viviendo en una sociedad cargada de hipocresía y esta minusvalidad mental y actitudinal, pretendemos corregirla con la imposición legal.


Solo como referencia exploremos en el propio Estado y en particular aquellas dependencias que dicen trabajar por la equidad e inclusión del género (mujeres), allí encontraremos atiborrados informes y estudios y consultorías cuyos gastos suman cientos de millones pero que en el fondo solo desnudan la hipocresía y complacen nuevos estilos de vida y placeres de sus promotores y creadores de esta mal y perversa equidad. Particularmente en el agro, donde se estima que casi el 30 % son mujeres que trabajan la tierra y en su doble o triple función, madres/esposas/trabajadoras es menester preguntarnos ¿cuántas mujeres participan de sus programas de capacitación?, la respuesta es menos del 5 % de los asistentes capacitados; la respuesta la tienen ustedes mismos y ahora dirán si alentar la participación de la mujer en las organizaciones necesitan de una Ley por Ley.


Basado en las evidencias comentadas consideramos que las mujeres, deben sentirse avergonzadas porque se les incluye en las listas, por el mandato de una norma legal, cuando lo racional y correcto sería que ellas participen porque cumplen con dos requisitos básicos, su capacidad comprobada y su libre decisión de participar. Forzar la participación por ley, no es de ninguna manera inclusión, suena a burla a manipulación y demagogia rampante y vergonzosa.


Salvando las distancias, esto me recuerda a mis tiempos de niño, el dueño de la pelota tenía que jugar si o si, por ser el dueño, aunque jugará mal. La realidad nos ice que lamentablemente, en el momento de elaborar las listas, las mujeres solo son consideradas como elemento de relleno para cumplir la norma y esa actitud, no es de ninguna manera democrática.


Existen muchas mujeres que, por su capacidad, se han ganado un puesto y no necesitaron de la norma legal. No creo que una Ley, nos haga iguales de la noche a la mañana. El asunto es en casa, es la educación, es la convivencia como grupo, son los objetivos que nos trazamos como sociedad.


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