top of page
  • Foto del escritorAnálisis Efectivo

Jorge Chávez / Coca, amapola y lavado (1 de 2)


Coca, amapola y lavado de dinero

El Perú es líder mundial exportando coca y, con gran tesón de las mafias del narcotráfico, también ya es un pilar de exportación del látex de amapola, insumo primordial de la heroína y el opio, drogas que figuran entre las más consumidas y adictivas a escala mundial. [1]


El poder económico y político de estas mafias se ha expandido a paso firme década tras década y ha venido penetrando las esferas de gobiernos locales y regionales, escalando en los últimos años hacia el Congreso de la República y el gobierno nacional, a través del financiamiento de campañas electorales.


Cajamarca es uno de los focos del narcotráfico en todo el Perú. Ahí operan más de 60 firmas que acopian y trafican conjuntamente pasta básica de cocaína, látex de amapola e incluso heroína. Chota y Celendín son las principales provincias productoras de estas drogas, siendo Bambamarca (capital de la provincia de Hualgayoc) el gran centro de acopio y distribución hacia Lambayeque.[2]


Chota no sólo es centro de producción sino también lugar obligado de tránsito de la droga, en su viaje terrestre hacia Lambayeque y de ahí a la frontera con Ecuador.


Tanto para las firmas acopiadoras apertrechadas en Bambamarca como para los capos mayoristas con sede en Lambayeque, es fundamental que las plantaciones sigan siendo clandestinas y que en todo el trayecto no exista control policial.


Desde hace mucho, esa red mafiosa viene movilizando a ronderos o seudo ronderos para que participen en actos de bandolerismo y sabotaje en contra de proyectos mineros en yacimientos cercanos a las plantaciones.[3]


El sueño de esta red mafiosa es llegar a capturar el Ministerio del Interior y el Ministerio de Defensa, para desde ahí poder anular la acción especializada de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas en contra de este flagelo.


Los ingresos ilegales generados por las firmas productoras, acopiadoras y distribuidoras a lo largo de toda la cadena de valor del narcotráfico requieren de mecanismos de “lavado de dinero”.


Es así que en Bambamarca y Chiclayo han surgido como hongos cientos de edificios, hoteles, casinos, casas de cambio, discotecas, tragamonedas, patios de comida, cines y muchas otras empresas de “fachada” que mezclan las ganancias provenientes de actividades ilícitas con fondos de procedencia legítima. Para no ser detectadas, disfrazan a sus verdaderos dueños utilizando una red de testaferros. La empresa de fachada realiza movimientos financieros usuales, filtrando ilícitamente dinero lavado en la realización de sus operaciones.



Referencias:

[1] El precio de la heroína en el mercado internacional es más elevado que el de la cocaína. Tan es así que 3 o 4 narcos que están entre los más poderosos del Perú, dominan del circuito de la amapola.

[2] Jaime Antezana, El narcotráfico en el Perú y en el norte del Perú. Lima 2012. Los sembríos de amapola florecen en Cajamarca, Amazonas y Piura, extendiéndose a Huánuco, San Martín y Áncash. En los últimos años también han ingresado a Huancavelica, La Libertad, Lambayeque, Pasco, Junín y Lima (Canta), Ayacucho, Apurímac y Cusco.

[3] Sólo como un ejemplo, en 2009 el proyecto minero Río Blanco, ubicado en las cabeceras de cuenca de las provincias piuranas de Huancabamba y Ayabaca, sufrió el ataque de seudos ronderos que, para proteger los cultivos de amapola en la zona, arremetieron contra el campamento quemándolo y matando a dos vigilantes y dejando a siete personas desaparecidas. En 2015 ese proyecto minero sufrió la desaparición de cuatro trabajadores; tres de ellos fueron hallados muertos.



18 visualizaciones0 comentarios

Comentarios


bottom of page