José Tejada / Transhumancia y desarrollo productivo
- Análisis Efectivo
- 16 jul 2023
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Según la información estadística del Padrón de Productores Agrarios del MIDAGRI, a la fecha, el 99.05% no se encuentran organizados. Eso quiere decir, que sus mecanismos para acceder a tecnologías, insumos, mercados y asistencia técnica, es deficitaria. Con estas dificultades, los esfuerzos por alcanzar umbrales productivos de subsistencia son elevados, y su permanencia casi agónica.
Si bien es cierto que se realizan grandes gastos públicos para la organización de productores agrarios, también lo es, el que todos los años se ven en los planes operativos, proyectos de inversión pública y ordenes de servicio del Estado, la famosa frase “fortalecimiento organizacional”, y otras amañadas en la frase “fortalecimiento de capacidades”, que aunque son cosas distintas, con cualquiera de ellas, se justifica la ejecución del gasto público descubrir alguna para reducir la desorganización existente; a todo ello, se puede ver que durante décadas de gasto público, sólo se han acrecentado las cifras de desorganización, y queda la pregunta, ¿alguien sabe lo que se está haciendo para cerrar esta amplia brecha de desorganización?.
Han pasado poco más de 40 años de cuando los fondos financieros mundiales, consideraron que la inversión en extensión agraria a través de los gobiernos, no era necesaria, dado que la transferencia tecnológica se venía logrando por la globalización, desde ese entonces, los sistemas organizacionales fueron decayendo, cooperativas y asociaciones fueron perdiendo fuerza, y las lumbreras del momento acuñaron metodologías que han ido mutando con los intereses de grupo, la ausencia de diagnóstico, la poca inclusión social del Usuario, el desconocimiento en gestión financiera y las banderas políticas sin propuestas técnicas.
Ciertamente, es poco probable que con más de lo mismo se pueda conseguir algo diferente, además que nadie puede garantizar que la obsolescencia metodológica decadente, logre alcanzar resultados; más hoy que estamos plagados de “doctores NO”, que para toda nueva idea que no sea de su jefe la respuesta es, no se puede, pero que al unísono de una orden de quien decide su futuro laboral, contra todo sentido común, la tierna frase es, si señor; realmente es jocoso y muy divertido ver a los agricultores de todo el país hacer esta parodia del funcionario público en sus festividades regionales, muy reales y de amplia enseñanza por cierto, con un dominio innato de técnicas de la comunicación.
En varias entrevistas y convivencia con la realidad del hombre rural, descubrí el deseo en ellos que sus autoridades y funcionarios públicos, puedan ser elegidos a través de curriculum que citen sus logros obtenidos en el campo, y estos a su vez, avalados por los Usuarios beneficiados, me parece el mejor fedateo de una labor comprometida, enseguida conocer su trayectoria ética y moral, y más adelante conocer su formación académica. Ante esta lógica, he comprobado que los talentos rurales, que son personas que viven en un diagnóstico permanente de la realidad y, en consecuencia, una formulación constante de soluciones, son quienes tienen mayores logros, los cuales pudieran re escalar sus metodologías de éxito, con los fondos gastados en los gurús de computadora, o de los ingenieros de borde, aquellos que desde el borde de un campo creen saber todo lo que pasa dentro de un cultivo. La propuesta rural, es excelente, y es quizás una de las mejores ideas que pudieran reducir ese 99% de desorganización de productores agrarios; es cuestión de dejarles elegir a los Usuarios a sus líderes comunales y técnicos de campo por sus logros, entendiendo que los agricultores son la razón de ser para la existencia de algunos ministerios públicos.
Luego de este análisis situacional, y entender un poco lo de la Transhumancia para el desarrollo rural, es imperativo resaltar en lo que todos estamos de acuerdo, y es que, las personas necesitamos ingresos económicos para la subsistencia de las familias, ante ello, por facilidad de orden, agruparemos a los que no tienen empleo y los que no tienen como crecer en sus emprendimientos para generar empleo. En este orden de ideas, vayamos aterrizando los conceptos a través de filtros como el cambio climático, la seguridad alimentaria, y la reducción del hambre mundial, sobre este último punto vale la pena entender que si juntamos las perdidas en las cosechas y los alimentos que dejamos deteriorarse en nuestros hogares a nivel mundial, estaríamos supliendo con ellos el 75% del hambre mundial
Para pocos es desconocido que el cambio climático, y ahora el fenómeno del niño de invierno, vienen acentuando anomalías en las temperaturas y la precipitación, ante ello, vamos a encontrar a pequeños ganaderos y agricultores que, sin agua, por una extensa sequía, ven morir sus esfuerzos, arreciando su pobreza, y, por otro lado, el exceso de lluvias, también hacen escarnio de los cultivos y conservación de suelos agrícolas.
El costo de mano de obra en el país es muy variado, lo cierto es que donde hay más pobreza, los ingresos son menores por jornal, y en donde se desarrolla tecnología y productos de alta demanda, los jornales van en relación directa con la rentabilidad.
¿Qué debemos hacer en estos períodos críticos?, y para responder esto de manera sencilla, tomo la experiencia del VRAEM, donde agricultores del distrito de Llochegua, me decían que no le daban los costos de mano de obra para cosechar sus primeras líneas introducidas de café, toda vez que el cultivo de coca pagaba jornales de mayor costo. Ante ello vino la propuesta y la repuesta a esta pregunta, y literal nos dijeron a los que conducíamos las parcelas experimentales de café, “si usted nos trae mano de obra más económica, acá les construimos sus estancias, les damos de comer, y les pagamos 30 soles el jornal”, en ese momento en Huancavelica el Jornal era de 12 soles, y el café podía financiar un jornal de 40 soles en el VRAEM. Se hicieron unas llamadas telefónicas a federaciones agrarias amigas, y el ejercicio se dio con éxito.
Hoy, miles de agricultores están sin actividad agrícola, sin agua y sin esperanzas, y en el otro lado sobran intenciones, recursos, mercados, pero que no logran moverse a falta de mano de obra. Toca a los entendidos, liderados por una PCM entusiasta y gobiernos locales organizados, comenzar las acciones de Transhumancia para la generación de empleo temporal. Los gobiernos locales catalogan la demanda de mano obra, y la PCM con sus ministerios identifican las poblaciones susceptibles para su traslado a zonas de producción.
Los agricultores de Huancavelica, Pasco, Arequipa, Puno, Cusco, Ayacucho, Junín, Apurímac, por citar algunas regiones afectadas en este momento por la sequía, van a poder llevar recursos económicos a sus poblados al momento que las condiciones climáticas, el mercado y la asistencia técnica oportuna, den pie al desarrollo productivo y humano.
La asistencia técnica, de la mano de talentos rurales y profesionales comprometidos, para agricultores con recursos económicos, se convierte en una cadena de procesos de organización mientras que, dentro de ella, se priorice los procesos de comercialización de toda actividad agrícola.
Los apicultores exitosos trasladan sus colmenas de valle en valle donde exista floración, para una producción sostenida de miel, polen y jalea real; al igual como ocurre con los kibutz en Israel. Entonces queda entendido que la trashumancia, eleva la productividad y el abastecimiento oportuno de mercados, por consiguiente, el traslado de la mano de obra, haciéndola itinerante en espacios productivos, genera empleo temporal para quienes en este momento no cuentan con ingresos, con lo que se genera desarrollo de las comunidades rurales mas vulnerables.
La trashumancia para el desarrollo productivo, se convierte en la piedra angular de la revolución laboral, con tendencia a la formación de empresas colectivas, y al inicio de la reducción de brechas en la desorganización rural.
Cerramos esta nota, para invitar a los emprendedores del campo, para que puedan brindarle capacitación a quienes ostentan títulos y cargos, a fin que, desde sus cubiles, vayan en la misma línea de desarrollo, que el diagnostico del Usuario vierte sobre el tablero de una ansiada y exitosa planificación agraria, y una inversión económica eficiente con resultados y con logros que respalden los títulos y pergaminos.
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