Esta encrucijada de tener que elegir entre un profesor de primaria, simbolizado con un lápiz, signo de la necesaria buena educación que anhela el Perú entero, ha obtenido un 11 % que representa ese clamor popular que reclama una sociedad en desarrollo para todos, y no sólo para algunos, pero que, por su indignación, desconocimiento, inexperiencia, y por las mejores buenas intenciones que tengan, puede llevarnos a un rumbo equivocado. Y por el otro, con el 8% a una persona enamorada del poder, por lo que fue la primera dama, sin importarle la suerte de su madre, lo mandó a juicio a su hermano, para que no proceda el indulto a su padre, extraditado por una serie de delitos, tales como indican los cargos: asesinato, crimen contra la humanidad, cohecho, secuestro y desfalco. Hizo, además, que pasáramos todos estos 5 años de inestabilidad extrema con una bancada que actuaba con cólera porque ella así lo ordenaba, por haber perdido con PPK, utilizando para sus 2 derrotas electorales anteriores, millonarias campañas políticas, con dinero no registrado, por lo que está acusada ante la justicia por diversos delitos, y promete ahora sí, indultar a su padre. Tener que elegir entre estos 2 personajes, con sus partidos, sus candidatos a vicepresidentes y a congresistas, algunos con problemas con la justicia, es un despropósito.
Simplemente estas elecciones, con este absurdo sistema electoral, nos está haciendo elegir para presidente, entre un COVID 19 y una variante del mismo virus, sin tener certeza, cual es la más dañina, a pesar de que la gran mayoría de los peruanos, no ha votado por ellos. Es tan absurdo, que más de la mitad del congreso, 68 congresistas están siendo elegidos con menos de 10000 votos. ¿Qué representatividad es esa? Aparte de los problemas con la justicia, de varios de los congresistas elegidos.
Esto significa, el total fracaso de la clase política peruana. No se necesita ser adivino, para pronosticar que cualquiera que salga, no va a poder gobernar, tal como están las cosas, y vamos a seguir perdiendo el tiempo, cuando en el Perú, no hay que perderlo ni un instante. Hay tanto descontento, que a pesar de convivir con casi un millón de venezolanos deambulando por el Perú, producto de su éxodo masivo, ante el pésimo ejemplo que ha demostrado el gobierno de la V República Bolivariana, un 11 % de los peruanos ha elegido ese modelo, propio del milenio pasado.
La humanidad evoluciona muy rápido, y hay que ser flexibles para adaptarnos al mundo actual y al que se vislumbra vendrá. Estamos en una Economía del Conocimiento, por lo que la sociedad civil debe elaborar un Plan Estratégico de Desarrollo (PED) a corto, mediano y largo plazo, someterlo a la aprobación de la ciudadanía y luego convocar al mejor equipo gestor, y no perder el tiempo en estos improvisados, amantes del poder, para protegerse de la justicia, y hacernos perder más el tiempo
Y ese PED acorde al mundo actual, en donde este virus nos ha demostrado, la necesidad de estar integrados globalmente, para protegernos como especie. La pandemia y la recuperación económica global, no sucederá hasta que hayamos protegido a la especie humana en todos los rincones del mundo. Y esa economía de hoy, permite la libre movilidad de los factores que crean la riqueza, el capital y el trabajo, en un mundo cada vez más integrado globalmente, y un Estado que procure a toda la población sus derechos a participar en una sociedad del bienestar, en paz y en armonía, para la felicidad de sus miembros, utilizando el conocimiento, con las herramientas y desarrollos tecnológicos existentes.
Pensemos en el Perú, cómo una gran empresa. Si nos estamos dando cuenta que estos resultados nos llevan a agravar nuestra situación y futuro de vida, ¿por qué no resolvemos el contrato?, cómo cualquier director responsable lo haría, si ve que su empresa se va al despeñadero. Es un tema que pongo al debate. Somos mucho más los que no queremos a los dos candidatos a la segunda vuelta, ni a los que han postulado, ni a los elegidos con problemas con la justicia. Si seguimos con este proceso electoral mal hecho, nos va a ir mal. La gran mayoría, no los quiere. Pensemos y actuemos. Debe haber un mecanismo legal, que deshaga lo mal que lo han hecho, y el enorme mal que nos va a generar. Qué los expertos se pronuncien. Hemos sido testigos de movilizaciones sociales que han revertido malas decisiones, cómo la que se hizo en contra del ex fiscal Chávarry, cuando quiso remover a los fiscales anticorrupción, y no hace mucho, contra el ex breve presidente Merino, con víctimas incluidas. No desearíamos que se lleguen a esos extremos. Pero alguna solución debemos encontrar para salir de esta encrucijada.
No queremos ir por el rumbo equivocado, no queremos proteger a nadie de la justicia, sí queremos progreso y desarrollo para todos. Pensemos, reflexiones y actuemos. Somos más.
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