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Juan de Dios Guevara / Brasil-Perú (4 de 4)

  • Foto del escritor: Análisis Efectivo
    Análisis Efectivo
  • 6 feb 2022
  • 3 Min. de lectura

Finalmente, tomaron nota, con satisfacción, del proyecto de creación del Viceconsulado de Brasil en el Cusco, que deberá concretarse en los próximos meses. La representación constituirá un valioso instrumento para prestar asistencia y servicios consulares a turistas y comunidades brasileñas. De los más de 170,000 brasileños que visitan el Perú anualmente, casi 75,000 incluyen Cusco en su itinerario. Desde la inauguración de la carretera interoceánica, ha habido un notable aumento en la circulación de turistas brasileños que se trasladan en automóvil por la región de Cusco, Madre de Dios y Puno, procedentes de Brasil.


Toda esta buena noticia de integrarse con el vecino más poderoso de Sudamérica, a las que se suman las de la asociación de Singapur con la Alianza del Pacífico y la invitación a ser parte de la OCDE de la semana pasada, se suceden mientras seguimos viviendo las consecuencias de este pésimo sistema electoral, que permite que cualquier cosa llegue al poder, tal como lo estamos viviendo en nuestra política nacional, por el ejecutivo, legislativo, en los gobiernos regionales, locales y distritales.


Es evidente que mientras no se haga una verdadera reforma electoral, cualquier mamarracho llegará al poder y seguiremos sufriendo las consecuencias de estos políticos que dan vergüenza ajena. Más respeto por el Perú. Esto es una pesadilla de muchos años, en que se quiere hacer democracia, sin ninguna criba. Sin ningún filtro. Esto debe acabar ya. Esto no es gritar vacancia, cómo si ahí estuviera la solución. La solución es permitir participar sólo a los partidos políticos que tengan todo lo necesario para así considerarlo, con gente proba y equipos de trabajo con los mejores capacitados y preparados, para lograr los objetivos que proponen en su opción democrática, para que nosotros libremente ejerzamos nuestro derecho a elegir.


Pero respeten al Perú, que sean buenas opciones las que uno tenga por escoger. Debería ser cómo la licitación de una consultoría del más alto nivel para manejar los destinos del Perú, sea para todas las autoridades que sean elegidas. Clasificando sólo las mejores opciones con garantías de que cumplan lo que ofrezcan, y en caso contrario, las sanciones y multas correspondientes. Así garantizaríamos un permanente desarrollo del país, y evitaríamos este sufrimiento de ser dirigido por autoridades que no merece el Perú. El Perú merece lo mejor, y la ciudadanía debe exigirlo.


No podemos perder tanto tiempo y vivir en un ambiente tan enrarecido. Si no lo hacemos, seguiremos obligados a escoger entre cualquier cosa. Y la prueba de ello, está en lo que vivimos en el Perú, elección tras elección. No es gritar, ni maldecir, sino pensar, reflexionar y exigir un sistema electoral, que nos permita a todos los ciudadanos escoger entre opciones válidas, que nos garanticen un mejor Perú, continua y sosteniblemente.


Es curioso, dentro de toda esta fatalidad de la pandemia y la crisis política, si reflexionamos con visión al futuro de nuestra patria, pudiéramos extraer positivamente, conocimientos de esta dura etapa que vivimos, ya que la pandemia, por su parte, nos ha enrostrado nuestras graves falencias, y por lo tanto hemos ido tomando conocimiento, que el Perú, no sólo es Lima, qué debemos descentralizarnos y desarrollarnos territorialmente, ya que somos uno de los países más variados del mundo. Un país multicultural, lleno de tradiciones, con una laureada gastronomía y vastas reservas naturales. Posee 12 patrimonios mundiales reconocidos por Unesco y es dueño de 84 de las 117 zonas de vida que existen en el mundo. Con respecto a la crisis política, debemos aprender, que no se puede seguir a personas con problemas con la justicia, que, por su afán de salvarse, son capaces de inventar hasta fraude electoral, y dividir al Perú, polarizándolo al extremo, entre los que usaban la camiseta peruana por ser sus seguidores, y entre los que no los seguían, que por una maldición divina, dejaban de ser peruanos, perdían su camiseta nacional y automáticamente se convertían en terrucos, comunistas y/o caviares. También debemos aprender, que tampoco se puede seguir a personas que no tienen planes, ni equipos de trabajo para gobernar. Porqué cuando hay improvisación, no se sabe adónde se va, y eso entorpece e interrumpe el proceso de desarrollo en el Perú.


Ya fue suficiente. Reforma electoral ya, para construir un Perú mejor, y poder elegir entre opciones democráticas válidas, inteligentes y sin corrupción.


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