«Lo importante en esta vida no es donde estamos, sino en qué dirección nos movemos» Wendell Holmes
Con lo que estamos viviendo, se confirma lo que desde hace buen tiempo vengo afirmando que gran parte de nuestros problemas es: el sistema electoral, que permite que organizaciones políticas con sus candidatos, no tengan las capacidades suficientes como para manejar un país cómo el Perú, tan diverso, tan extenso, bien ubicado con rica historia, con tantas potencialidades para ser una sociedad próspera y feliz, pero por esas incapacidades resulte ser todo lo contrario.
Los resultados de estas incapacidades, elegidas por voto popular, con este sistema electoral, lo estamos viviendo: Un país con numerosas falencias, con demasiados pobres, 1 de cada 3, y otro que puede ser por su vulnerabilidad, significando que 2 de cada 3 peruanos, vive mal. Vive insatisfecho porque no come, o come menos de lo debido, tanto él como los que tiene a su cargo, como los que viven en su entorno. Y tener hambre no es cualquier cosa, no son palabras, ni cifras, son realidades que doblan al que lo sufre, al que lo vive, -2 de cada 3-, tanto física, mental como moralmente ¿Qué sociedad es esa?
Vivimos también niveles de educación muy malos, los resultados de la prueba PISA, nos dan resultados desalentadores, confirmados por el último informe del INEI, sobre la Pobreza Monetaria. Qué futuro nos espera. Qué distancia sideral estamos sembrando con respecto a los países con los mejores resultados de esta prueba internacional.
También vivimos y sufrimos, los malos servicios de salud, que se reflejaron en ser el país con más muertos por millón en el COVID 19, y que las quejas actuales de los pacientes a nivel nacional, reflejan que aún no son suficientes y de calidad.
Producto de estos gestores elegidos, tenemos una cada vez mayor inseguridad que ya da temor el vivir acá. Un sistema de justicia lejano a generar confianza, muy lenta e ineficaz. Una falta de infraestructura. Una falta de dirección estratégica, hacia dónde vamos y cómo iremos a corto, mediano y largo plazo.
Adicionalmente, a todas estas deficiencias, vivimos la carencia más importante, la falta de valores, la falta de líderes que den el ejemplo. Y para envolver en papel de regalo este apocalíptico balance, unos medios de comunicación masivos que cultivan la ignorancia cultural de nuestra sociedad.
Se puede seguir en esta descripción apocalíptica en que nos encontramos, tales como la mala imagen internacional que aleja a los inversionistas, que son los que generan empleo y renta para que se generen mayores ingresos, y pueda haber mayor inversión pública, sin contar con los informes negativos sobre los derechos humanos en el Perú, que en su conjunto han ido dibujando nuestra rebaja en la calificación de riesgo Perú, a BBB-, a un paso de perder el Grado de Inversión.
Para sustentar el porqué es malo el sistema electoral, repasemos los resultados del 2021: Entre la numerosa cantidad de candidatos, hubo 142 candidatos con investigaciones con la justicia, de ellos, seis fueron aspirantes a la presidencia y dos postularon a las vicepresidencias. Cuarenta de esos 134 investigados restantes, postularon con el número 1 al Congreso de la República, y varios fueron elegidos. Ninguno de los 19 partidos que participó en ese proceso electoral, se salva.
Unos más que otros, pero todos, tienen por lo menos un caso pendiente con la justicia, revelando la pobreza de nuestra clase política y el pésimo sistema electoral que lo permite, porque no filtra nada, confirmando que hicimos mal la tarea, en nuestros 200 años de historia, por lo que debemos tomar conciencia y procurar enmendar el rumbo.
Si a ello, le sumamos la enorme cantidad de postulantes en las elecciones 2021, que se fueron enterando que lo eran, cuando por investigaciones periodísticas, se los hicieron saber. Recuerden lo que vimos en los reportajes periodísticos por TV, candidatos que eran de familias enteras, representando a regiones diferentes, viviendo en otras regiones ajenas a las que postulaban y que cómo tuvimos oportunidad de conocer, hubo hasta alguna candidata, que no sabía nada de la región por la que postulaba, ni dónde quedaba.
Todo esto, revela el mal sistema electoral que tenemos, porque no filtra nada, y no filtra nada porque esas son las condiciones que ponen los que están en el congreso. Esto es una falta de respeto a la ciudadanía, al Perú. Y a los peruanos no se nos debe faltar el respeto. ¿Hasta cuándo vamos a seguir en lo mismo? Y ahora, han cambiado los artículos de la C93 que tanto dicen defender, a su mejor conveniencia, para facilitarles su permanencia en el poder. O sea, que cada vez nos irá peor, y la pobreza se incrementará, la inseguridad y el descontento será mayor. El tiempo con seguridad, lamentablemente nos dará la razón.
Esto que vivimos es crónica de una muerte anunciada. Sin planes de gobierno serios, bien elaborados y sin debates para el sustento de ellos, con objetivos, plazos, metas, indicadores, equipos calificados, cómo van a poder manejar más de 250 mil millones de dólares, cómo van a gestionar los 65 mil millones de dólares de presupuesto anual, en un país tan extenso y diverso, en donde habitan 33 millones de personas.
No es serio que participe cualquiera, el resultado es malo, ahora estamos viviendo las consecuencias. Ahora nos gobierna una persona que postuló con una organización política con problemas con la justicia, y ella cómo postulante a la vicepresidencia también los tenía y tiene. La candidata rival a la presidencia, en la segunda vuelta, postuló de la misma manera, con su organización y ella, con pendientes con la justicia.
Por el bien común de ellas, cual es obtener la impunidad, ahora cogobiernan y nos dan este escenario de terror, que se resume en que 2 de cada 3 peruanos, vive mal, 9 de cada 10 peruanos desaprueban a sus autoridades, cada vez más peruanos se van del Perú, y cada vez se ve menos futuro.
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