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Foto del escritorJuan de Dios Guevara

Juan de Dios Guevara / Desaprobación nacional (2 de 2) 



El problema es serio y amerita, que evaluemos un plan de emergencia nacional, para encontrar una salida urgente a esta crisis.  Pensemos en el bien del Perú, y por lo tanto de todos nosotros, arreglemos esta situación cómo gente pensante que quiere al Perú, en paz y armonía. Deben irse todos de una vez, y el Acuerdo Nacional debe convocar a un grupo de expertos, que confeccionen un nuevo sistema electoral, para que propuestas serias y de calidad, sean sólo parte de la oferta electoral, y que sean un gobierno de transición hasta la convocatoria de nuevas elecciones. Es preferible una transición, que seguir al despeñadero cómo nos estamos yendo. Con esta clase política no vamos a ningún lado. No saben dónde están, ni adónde vamos. Este año, otra vez no cumpliremos las metas del déficit fiscal. Cuidado.

 

Se debe evaluar diversos escenarios, pero esto ya no da para más. Son tan graves los problemas del hambre y la miseria, pero este mal gobierno, tal como lo revela el informe de pobreza monetaria 2023 del INEI, ha logrado que 15 de los 28 indicadores con que se estudia la pobreza, se encuentren peor que en el 2022.

 

Significa, por tanto, que se necesita un presidente con un gobierno capaz a tiempo completo, y la presidente ya no lo puede hacer. Ella tiene que estar acudiendo a las citas de la fiscalía, de sus abogados, de los problemas de su hermano, que le impide dedicarse de lleno a los problemas del Perú. Cómo es fácil de suponer, su cerebro debe estar concentrado en atender cómo ir resolviendo los problemas legales que ella misma se los ganó.

 

La población no la quiere, se lo gritan en cuanta presentación aparezca, hasta el pelo se lo han arranchado, a pesar de su fuerte resguardo de seguridad, le gritan de todo y no puede visitar regiones del país, por el rechazo de la población. Ella en respuesta, puede alzar la voz, gritar, gesticular y ofrecer todo lo que quiera, pero la población no la quiere. Es una verdad cruda y real.

 

Ante ello, el Congreso, que tampoco tiene la aprobación de la población, 9 de cada 10 lo rechazan, se encuentra ajeno a la realidad, con ellos no existe incapacidad moral cuando les conviene, sin importarles los valores que dicen profesar. Ellos tienen interés en copar el poder, ganar muchos de ellos, lo que nunca han ganado en su vida y que con seguridad no lo volverán a ganar por sus limitadas capacidades.

 

Ahora demostrando su cogobierno con la presidente, los partidos que afirmaban que habían perdido por fraude electoral, que la plancha Castillo-Boluarte, era filo terrorista y culpable de la debacle económica del país, ahora todo para ellos se encuentra de lo más bien y que los Rólex son producto de los “ejes del mal” (Cuba, Nicaragua, Venezuela, etc.) y de los “caviares”, una vez más (¿?)

 

Según el primer ministro, sólo es una minoría desestabilizadora que está queriendo vacar a la presidente por incapacidad moral, atentando contra la paz y la democracia en el Perú, por lo que sus aliados, las fuerzas políticas que perdieron las elecciones generales, han mandado al archivo en el congreso, la solicitud de vacancia apoyada por más de 30 congresistas.

 

Evidenciando, que el Gobierno y Congreso pueden hacer lo que quieran y no habrá consecuencias políticas, pues ambos, junto al Tribunal Constitucional y la Defensoría del Pueblo, tienen un pacto de impunidad. Lo que diga el pueblo, la opinión pública, para ellos, no tiene consideración alguna. Poder total. Es preocupante, me recuerda mucho a lo que viví en Venezuela:” La toma del botín”. Y ya vemos, cuáles son las consecuencias económicas, políticas y sociales. Pensemos en el Perú, y actuemos. Esto no está bien, estamos poniendo en peligro nuestro futuro.

 

La población por su parte quiere ser liderada por una persona honesta, que conozca el Perú, que tenga un sueño que nos convenza a la gran mayoría a dar el todo por el todo para lograrlo. Quiere vivir bien. Quiere trabajar, quiere comer, quiere los mínimos servicios básicos como a toda persona humana le corresponde. No quiere estas peleas entre peruanos, ni estar supeditada su vida a los vaivenes de los conflictos políticos por falta de transparencia, y por ver gente interesada sólo en sus mejores sueldos y mayores gollorías. Se lidera con el ejemplo.

 

Por lo que a quien va a convencer una persona que tenía un discurso antes del 7-12-22 y otro en la tarde de ese mismo día, con numerosas víctimas bajo su responsabilidad, como Jefe suprema de las FFAA y PNP, más los Rólex y joyas “prestadas por el wayki” que coincidentemente, de pura casualidad, los recibía cuando se le hacían grandes transferencias al gobierno regional “de su wayki, su hermano”.

 

A quien va a convencer, una persona que, en medio de los graves problemas del país, se preocupa por cuestiones de estética, abandonando sus funciones, retratando una imagen de una persona frívola, alejada de la realidad, con ansias de poder.

 

Y todo este comportamiento, estos hechos, lo hemos visto a nivel nacional, y mundial, por lo que alguien en su sano juicio cree, ¿que eso se podrá olvidar? Ya quedó registrado en la historia, por lo que molesta a la población, ver unos ministros, hablando y hablando, como si fuéramos idiotas, defendiendo lo indefendible, en vez de estar trabajando, o simplemente renunciar, ya que no se les paga para que pierdan tiempo, haciendo de defensores de un problema personal, descuidando el problema colectivo, de todo el país.

 

Es vergonzoso vivir en un país, en que todo el tráfico se paralice para que la presidente se traslade con una larga comitiva, gastando recursos públicos, molestando a la libre circulación de las personas, para que ella vaya a arreglar sus problemas legales, que ella misma se los buscó y a que nosotros poco o nada nos interesan.

 

Nosotros queremos ver a un presidente que va a trabajar, que va hacer obra, va hacer país, y no una presidente que va a arreglar sus problemas legales personales. Tuvo la oportunidad, no estaba preparada, y por lo tanto la perdió. Ya no está en capacidad de dirigir al país. Tenemos problemas muy graves para darnos el lujo que ella se dio, perdiendo el tiempo con sus problemas personales. Qué renuncie y sirva de lección, para los que pretenden serlo sin tener las capacidades para poder ejercer nada menos que la presidencia de la República del Perú.

 

Los peruanos ya estamos cansados de ver a sus máximas autoridades con pendientes con la justicia. Es una vergüenza, por lo que como peruano que quiere a su patria, presento mi rechazo, y ojalá los peruanos de bien, pongamos un alto a esta clase política que nos está haciendo daño, en lo moral, económico, político y social. Rechazo total. Desaprobación nacional.


 

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