Una expresión repetida es “que el acto más corrupto, es ocupar el cargo al cual uno no está preparado”, y así ha sucedido con Pedro Castillo Terrones. Pero no es culpa sólo de él, es en gran parte por el sistema electoral que lo ha permitido. Un sistema que no filtra nada de nada y por eso vemos lo que vemos con las autoridades que salen elegidas. El problema es grave, ya que, si no lo corregimos en forma consensuada, vamos a seguir eligiendo mal. “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Albert Einstein.
Por lo que pensando en la actual coyuntura, en que se piden elecciones generales de inmediato, pensaba como solucionar este problema latente, y recordé un artículo que escribiera en mi blog, el 8 de abril del 2021, días antes de la primera vuelta electoral 11-4-21, en dónde haciendo prospectiva, escribía sin ser fatalista, la serie de hechos, que conformaban la crónica de una muerte anunciada, tal como ha sucedido, y que nos llevan al triste récord de haber tenido 6 presidentes en 5 años y hasta la toma de mando de Castillo, en esos 5 años anteriores, 160 ministros. Récord que fue pulverizado por Castillo, por haber tenido más de 70 ministros en sus 16 meses de gobierno. ¿Qué desarrollo puedes construir sostenidamente, con más de 230 ministros en 6 años? ¿Qué continuidad de políticas, planes de acción se puede lograr?
Ante ello, acompaño a continuación mi blog referido, el cual se explica por sí sólo y que confirma al paso del tiempo, que lo que escribí está vigente, con recomendaciones de solución, que espero las tomen en cuenta. Se debe tomar conciencia que en el Perú hay mucho por hacer, somos un país con una gran extensión territorial (1 millón 285 mil 216 Km²), el décimo noveno país más grande del mundo, con una densidad poblacional de 24.5 habitantes por kilómetro cuadrado. Mientras que en el Asia la densidad poblacional promedio es de 89 hab/km2, en Europa 70 hab/km2, en el África 33 hab/km2, Oceanía 3.5 hab/km2 y América 22 hab/km2, por lo que un desarrollo territorial armónico y equilibrado en todo nuestro territorio nacional es urgente llevar a la acción. Pero para lograrlo se debe tener una buena oferta electoral con planes, programas, acciones, cuadros, recursos necesarios en personas, dinero, tiempo, pensando en el Perú, y no en intereses personales. Ya con lo vivido, debemos poner un alto a la improvisación. Estamos hablando del Perú y de nuestras próximas generaciones.
Una causa noble a perseguir es aumentar el conocimiento y la verdad entre los hombres. Sin conocimiento estamos en la oscuridad y sin la verdad somos esclavos. Simón Bolívar.
A pocos momentos de las elecciones, la fiesta electoral se ve empañada por la pobreza de los candidatos, y sus respectivos partidos políticos. Son al menos 142 los candidatos al Congreso y también a la presidencia que a la fecha tienen investigaciones en curso, en sus distintas etapas, por presuntos actos de corrupción, según información procesada desde el Proyecto Talleres de Periodismo de la Fundación Gustavo Mohme Llona, contando con la validación de las procuradurías anticorrupción de las regiones del país. De los 142 candidatos con investigaciones, seis son aspirantes a la presidencia y dos postulan a las vicepresidencias. Cuarenta de esos 134 investigados postulan con el número 1 al Congreso de la República, y son investigados por corrupción, con posibilidades de ser elegidos. Ninguno de los 19 partidos que participan en este proceso electoral, se salva. Unos más que otros, pero todos, tienen por lo menos uno, revelando la pobreza de nuestra clase política y confirmando que hicimos mal la tarea, en nuestros 200 años de historia, por lo que debemos tomar conciencia y procurar enmendar el rumbo.
Si a ello, le sumamos la enorme cantidad de postulantes que se han ido enterando que lo eran, cuando por investigaciones periodísticas, se los hicieron saber. Más los que son de familias enteras, representando a regiones diferentes, viviendo en otras regiones ajenas a las que postulan y que cómo tuvimos oportunidad de conocer, hubo hasta alguna candidata, que no sabía nada de la región por la que postulaba, ni dónde quedaba. Todo esto, revela improvisación, y sobre todo falta de respeto a la ciudadanía, al Perú. Y a los peruanos no se nos debe faltar el respeto. Hasta cuándo vamos a seguir en lo mismo.
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