El IPCC la organización mundial de las Naciones Unidas (ONU) encargada de evaluar la ciencia relacionada con el cambio climático, está formado por 195 países miembros, afirma en su informe: “Limitar el calentamiento a «muy por debajo de 2 °C», para 2030, según los objetivos del Acuerdo de París, será difícil de conseguir, pero evitar 1,5 °C aún es posible”.
El informe también expone el imperativo económico de tomar medidas y concluye que «el beneficio económico global de limitar el calentamiento global a 2 °C supera el coste de la mitigación en la mayoría de los estudios evaluados».
El IPCC tiene una «confianza muy alta» en que los riesgos y efectos adversos del cambio climático se agravarán con el aumento del calentamiento global. Para no sobrepasar el límite de 1,5 °C, las emisiones deben reducirse al menos un 43% para 2030 respecto a los niveles de 2019, y al menos un 60% para 2035. Esta es la década decisiva para conseguirlo. Las pérdidas y los daños afectarán desproporcionadamente a las poblaciones más pobres y vulnerables, en particular las de África y los países menos desarrollados, creando más pobreza.
Dar prioridad a la equidad, la justicia social, la inclusión y los procesos de transición justos permitiría llevar a cabo acciones ambiciosas de mitigación del cambio climático y un desarrollo resistente al clima. En todos los sectores y regiones, la financiación de la mitigación del cambio climático no alcanza los niveles necesarios para limitar el calentamiento por debajo de 2 °C o 1,5 °C.
Los flujos de financiación pública y privada destinados a los combustibles fósiles siguen siendo mayores que los destinados a la adaptación y mitigación del cambio climático. Entre otras medidas para garantizar que los sistemas energéticos sean emisores netos de CO2 cero, necesitamos «una reducción sustancial del uso total de combustibles fósiles, un uso mínimo de combustibles fósiles no reducidos y el uso de la captura y almacenamiento de carbono en los sistemas de combustibles fósiles restantes; conservación y eficiencia energética; y una mayor integración en todo el sistema energético».
Los objetivos de la Conferencia de Cambio Climático de la ONU son pedir a todas las Partes que revisen y actualicen sus objetivos climáticos nacionales, se les pide que hagan estas metas más ambiciosas. Se pide a los países elaborar estrategias a largo plazo diseñadas para eliminar todas las emisiones nocivas para el medio ambiente a mediados de siglo y, por lo tanto, alcanzar el cero neto. En términos generales, el objetivo implica tomar medidas inmediatas para implementar las decisiones establecidas en el Acuerdo de París de 2015, que se perfeccionaron más recientemente en Glasgow en 2021. Esto también incluye que las Partes cumplan su promesa y canalicen USD 100 000 millones cada año en el financiamiento climático para los países en desarrollo.
El Secretario General de la ONU en la clausura de la COP27, hizo un llamamiento global a la solidaridad. «El mundo espera y nos pide algo sencillo: ‘cumplir lo prometido'».
La historia demuestra que los ciudadanos de a pie somos el mayor agente de cambio para transformar el mundo y la sociedad, por lo que debemos estar tocando este tema con la urgencia del caso, para que todos tomen conciencia. Los expertos saben perfectamente lo que hay que hacer para limitar este grave problema. Solo falta ejercer una presión sin precedentes para que lo hagan. Hay que exigir a los medios de comunicación que den la alarma sobre esta situación, y a los especialistas con las autoridades que hagan sus deberes o nuestro futuro estará en riesgo por todos esos gobiernos que no van a protegernos. ¿Qué están haciendo nuestras autoridades ante este grave problema?
Podemos verlo de dos formas: solo quedan 3 años, o aún quedan 3 años. Creo que, con visión al futuro, debemos sumarnos todos, a esta toma de conciencia mundial, abriendo un debate nacional, para apoyar la realización de acciones urgentes a emprender.