Urge una inmediata reorganización total
Sobre promoción agraria y extensionistas agrarios, quiero agregar sobre el tema cooperativo, porque también es parte de lo que debe plantearse más adelante, que también en Ayacucho CORPAPA, está trabajando muy bien en aglutinar a los productores de papa nativa, y en Puno hay también ya asociatividad en todo el tema de producción de quinua orgánica. Se aprovechar ese tipo de asociaciones para llegar hacia los productores a través de ellos. El tema de la extensión es un tema bastante complejo, y aquí lo que debe hacerse en el tema de extensión es de alguna manera retomar lo que se había empezado a hacer en el INCAGRO, que de alguna manera fue llevado también por el PNIA, pero no llegó a lo sublime que llegó INCAGRO, y que de alguna manera ha sido tomado en cuenta también como ejemplo por otros programas como Innóvate, Procompite y Agroideas.
El tema sería que la asistencia técnica, llamada extensión en el Perú, tiene que apuntar a que el productor gane en aprender a hacer un negocio, gane en asociarse y gane en tener alguna persona que lo acompañe lado a lado. Finalmente, cuando se dice que el gasto de extensión tiene que ser asumido por el productor, primero el productor tiene que darse cuenta de que esto es algo necesario, tiene que partir como una aventura conjunta entre el ministerio o gobierno regional que trabaje lado a lado con el agricultor, para que una vez que el agricultor esté encaminado en su negocio pueda él mismo contratar su asistencia técnica.
Algo parecido a como está haciendo el Proyecto de Desarrollo Territorial Sostenible (PDTS) del Vraem, que trabaja con los gobiernos locales y preparan jóvenes, llamados los JP (jóvenes profesionales) que es gente de la misma zona, que tienen que mostrarle al productor que son necesarios para acompañarlo. Ya el productor cuando comienza a ganar y tiene un profesional, y mejor si es de la zona, a su lado, que lo ayuda a comercializar, que le lleva los libros contables, que le maneja las cuentas y que al final le da un reparto y utilidades, ese tema va a ser asumido por el productor.
Ahora, por ejemplo, el precio del maíz amarillo duro es bastante bueno, el precio del café también está bueno, deberían apuntar a que el agricultor se formalice, porque es bueno que lo esté y que además acceda a créditos. Ahora, otro tema que tenemos que ver acá también es cuántos agricultores tenemos en el país, porque este es un tema que hemos visto mucho en PRODIGIO Perú.
Los censos agrarios son un masomenómetro, los desarrollan muy pocas veces; del censo agrario de 1994 al 2012 pasaron 18 años. Ahora del 2012 han pasado diez años y no hemos vuelto a ver cómo está el masomenómetro. Pero además el censo cuando uno ve las cifras dice “a mí me gustaría ver qué han tomado”, son censos enfocados en población y vivienda, o sea, cuando uno va a ver los detalles de los resultados del censo agrario, no se sabe realmente en qué mercado está insertado el productor, cómo vende, cuál es el ingreso de la familia campesina, más bien hay información de cómo es la vivienda, si tiene techo, si tiene puerta, si tiene ventanas, pero no se llega a saber la esencia misma del agricultor. El censo dice: usa fertilizantes orgánicos, pero no especifica qué, y aparte si el guano es un fertilizante orgánico o es un corrector, pero dice fertilizantes orgánicos, puede ser guano, puede ser compost, puede ser humus, algo que no se sabe a ciencia cierta. Pienso que hay que hacer un censo más enfocado en la agricultura y no estilo población y vivienda.
De acuerdo al CENAGRO hay dos millones doscientos mil productores, un millón insertados al mercado y un millón doscientos mil de subsistencia, pero esos de subsistencia ¿qué tipo de subsistencia son?, ¿son de subsistencia porque producen para alimentarse o son de subsistencia porque tienen poca tierra y no dependen de la agricultura?, ¿y si tienen poca tierra y no dependen de la agricultura, qué otra actividad tienen y si esa otra actividad es más importante que la agricultura? Porque entonces estaríamos pensando que hay unidades que hacen agricultura pero que no son de agricultores. Si yo tengo menos de una hectárea, tengo 9,999 metros cuadrados ¿qué hago con esos 9,999 metros cuadrados? ¿Vivo de eso? A menos que me haya dedicado a sembrar algo muy rentable, como el orégano, es muy difícil que viva de eso. Mis necesidades son agrícolas o mis necesidades son de otra índole.
Si tengo un terreno de menos de una hectárea, una “yugada“, ¿qué soy?, ¿soy agricultor o de repente soy artesano o que otro tipo de ocupación tengo? Entonces, ¿cómo podemos hacer que esa persona tenga una producción rentable, ¿cómo podemos hacer para que esa persona se inserte al mercado con su producción? Eso es una cosa que tenemos que analizar para el próximo censo agropecuario. El tema empeora cuando heredan por ejemplo, tres hijos y tengo un tercio de yugada, y luego cuando heredan los nietos y ya tienen nada. Por ejemplo, me tocó verlo a mí cuando yo vivía en Bolivia y ahí en las afueras de Cochabamba había huertitas de cien, doscientos metros cuadrados y cada uno tenía su huertita y cada uno tenía su casita ahí al lado, ¿y podemos decir que esos son agricultores en realidad? ¿Y serían sujetos, por ejemplo, a que ahora que no hay urea, se les tenga que dar urea?