El titulo encabeza uno de los más grandes discursos pronunciados en la historia de la CADE, conferencia del empresariado nacional, que antes congregaba un esfuerzo de comprensión del Perú. Jorge Basadre ilustró, con ideas conmovedoras y muy claras, el presente y futuro del país. Era el momento constituyente de 1979 y sus lecciones para el país resultan lapidarias, hoy que incendiarios y congelados desarrollan una batalla sin cuartel por el poder. Entendido como botín político y económico. Sin sentido de Patria y con la violencia verbal y el odio, que desde siempre han frustrado un proyecto unitario de Nación.
El maestro enuncia una primera viga maestra en la política internacional: "todos anhelamos una América Latina como espacio libre, sin guerras fratricidas y explotación del hombre por el hombre. Sin dependencia de potencias extranjeras así se llamen socialistas".
Luego explica su visión de Patria como una comunidad histórica, en proceso de construcción, con una herencia común, multicultural, marcada por fracasos debido a la tendencia a tomar el estado como botín político y fuente de riqueza para intereses privados. Basadre en otras publicaciones habla del Sultanato, un concepto que implica la creación de una autoridad y de un poder para capturar el estado y las instituciones con fines que no son el interés público o el patriotismo. Menciona que a pesar de todos sus errores el país ha registrado avances en llevar una modernización en las comunicaciones, la educación, la economía, pero manteniendo un estado que no sirve a la gente: un estado cruel e indiferente a las necesidades de las mayorías.
Señala que, con todos sus tropiezos, el país tiene problemas, pero también posibilidades. Como lo ha señalado en toda su obra, la falta de acuerdo entre partidos y líderes del país ha impedido el surgimiento de una verdadera república moderna, con drásticos impactos institucionales y sociales, como lo demuestra el saqueo del Guano, la hecatombe de la Guerra con Chile y cortos períodos de progreso y modernidad.
Basadre es el más republicano de los pensadores peruanos, y visualiza que la falta de unidad del país limita sus enormes posibilidades. La historia de siempre.
Es hora de que un acuerdo entre el Poder Ejecutivo y el Congreso termine por cortar la ruta de destrucción de la democracia que siguen los que el otro día se reunieron en un hotel de lujo para cortarle la cabeza al Presidente. Será un homenaje a Basadre y una muestra de amor al país.
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