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Llulia López / Tertulia de WhatsApp “que aprendimos hasta el 2020”

Algunos ya independientes, otros aún continúan dependientes; pero la aplicación se aviva cuando de reflexionar se trata; Felipe, Josué y Anita coinciden y recogen la enseñanza; que cada año, no es el inicio de una nueva vida; sino, es el inicio de una nueva etapa dentro de la prolongación de la existencia, es la continuación del camino iniciado que debemos recorrer y que ninguna fecha sacude nuestra vida a no ser que el cariño o el amor la modifique o la sacuda.


Sin embargo, Eduardo Elías, cree renacer con cada amor, cariño logrado y denota en su camino las luces que expresa en el chat, “En la vida todo pasa... hasta la propia vida, nunca me aferro a nada, quizás antes lo hacía, aprendí a desprenderme de las cosas, inclusive de las personas que me hacían infeliz, soy una persona abierta al diálogo, razonable, con criterio e inteligencia suficiente y necesaria como para entender la vida y lo que me tocó vivir”


Elías continúa, “nunca hice daño a nadie, pero en mis 62 años he percibido a los hipócritas , a los interesados, a los leales y sinceros...en fin a todo tipo de gente, he sobrevivido a situaciones extremas...en fin, aprendí a conocer a la gente...pero uno nunca termina de aprender, ahora lo que quiero en la vida es ser feliz, a mi manera, a veces en mi soledad o a veces acompañado, yo creo que más importante que ser feliz es estar en paz con uno mismo, la felicidad como la tristeza es pasajera, pero vivir en Paz puede ser permanente en el tiempo”.


Entonces, le interrumpo ¿qué realidad te llevó a encontrar tu paz? y él revela “Soy un hombre que ha comido con los cubiertos y manteles más finos, así como también lo hice con las manos sentado sobre una piedra, he conversado con gente de la alta sociedad y percibí su riqueza material, pero también su pobreza de espíritu, y por el contrario, también he conversado con la gente más pobre de nuestro país y he notado y apreciado su gran riqueza moral y espiritual que tienen, todo esto lo pude ver y vivir en mis 32 años de Militar.


“He llegado a cenar en uno de los Castillos de los Zares de Rusia con una belleza impresionante, cómo también he disfrutado de un delicioso Choclo con queso en el lugar más pobre de nuestra Serranía, ahora mismo estoy escribiendo éstas líneas sentado en el Maleño de regreso a San Bartolo, ¡hoy en bus... mañana en auto! así de irónica y hermosa es la vida”.


Tal cual, como el aprendizaje de Elías que suman enseñanzas junto a Felipe, Josué y Anita; de continuar en el 2021, con gratitud, esperanza y fe por una humanidad menos egoísta y menos ambición, con menos vanidad y menos despecho o envidia, entonces cada cual estará mejor dentro de su mundo propio y dentro también del de otros.

¡Éxitos y buena salud!


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