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Luis De Stefano Beltrán / ¿Un mundo sin agricultores? (2 de 2)

El modelo del Dr. Bowles explica cómo, a pesar de ser un evento improbable, la agricultura y un nuevo sistema de derechos de propiedad favorables a la agricultura surgieron juntos cuando lo hicieron, es decir coevolucionaron en el tiempo. La Revolución del Neolítico no fue provocada entonces por una tecnología superior. Ocurrió porque la posesión de la riqueza de los primeros agricultores (cosechas, animales, viviendas, almacenes, etc.) pudieron demarcarse y defenderse sin ambigüedades. Todo esto facilitó la difusión de los nuevos derechos de propiedad que fueron ventajosos para los grupos que los adoptaron. Es importante notar que su modelo es también un desafío a los modelos unicausales de la dinámica histórica impulsada por los avances tecnológicos, la presión demográfica u otros cambios exógenos.


Ahora quizás quede más claro porqué los primeros agricultores persistían en el cultivo de la tierra y en el cuidado de sus animales. Sus retornos no eran mayores que los de sus días como recolector o cazador pero el producto de su trabajo, por primera vez en la historia de la humanidad, era suyo. Y así fue por los próximos 8 mil años, pero esos derechos peligrosamente ya no están tan seguros.


En un mundo cada vez más dominado por el activismo ambientalista radical, la idea de que la tierra tiene “demasiados humanos” es considerada como nuestro pecado original contra la Pachamama. No sorprenden entonces las recientes medidas adoptadas por la Unión Europea de reducir las emisiones de nitrógeno en 50% para el 2030 para proteger las reservas naturales europeas. Estas metas tan ambiciosas gatillaron las recientes protestas de los ganaderos lecheros holandeses cuando el gobierno del Primer Ministro Mark Rutte anunció las nuevas regulaciones en línea con lo dictado en Bruselas. Los eco activistas afirman que la agricultura es culpable de la mayor parte de las emisiones de nitrógeno en Holanda, especialmente la emitida por los desechos producidos por las casi 1.6 millones de vacas que producen mayormente la leche requerida para la producción de los quesos emblemáticos Gouda y Edam. Sin embargo, los agricultores discrepan y dicen que ellos no son los únicos emisores, también las fábricas y los autos lo hacen, pero ellos no han sido tocados por plan alguno.


El plan anunciado por el gobierno exige que miles de agricultores holandeses reduzcan significativamente el número de vacas y el tamaño de sus operaciones. Lo trágico es que aquellos que no puedan cumplir con las reducciones que les exige el gobierno se verán obligados a cerrar sus operaciones para siempre. El gobierno holandés ha reservado alrededor de 25 mil millones de euros, alrededor de 26 mil millones de dólares, para llevar a cabo su plan, y parte de ese dinero se utilizará para ayudar a los agricultores a construir operaciones más sostenibles, o lo que es peor, comprarlas, si es posible. Curiosamente, ocho mil años después de la Revolución Neolítica, los agricultores holandeses pierden sus derechos de propiedad.


Un artículo recientemente publicado en el New York Times (20/08/2022) relata la amargura de Ben Apeldoorn, un agricultor holandés que por 30 años trabajó y sacó adelante su granja ubicada en la provincia de Utrecht donde tiene 120 vacas que producen leche para la elaboración de quesos: “mi sustento está siendo amenazado, simplemente ya no te permiten existir”. Un estado opresor capturado por grupos de interés lo saca del negocio.


Pero, ¿qué habría pasado si no hubiésemos inventado la agricultura? En un reciente artículo publicado en la revista New Scientist (How many humans would there be if agriculture hadn’t been invented?, 6/4/2022) varios autores tratan de responder a esa pregunta. Todos ellos concuerdan en que los humanos se habrían quedado como cazadores y recolectores y que la población mundial se habría estabilizado en aproximadamente 10 millones de habitantes. Con una población actual a punto de alcanzar los 8 mil millones nuestras chances de ser parte de esos 10 millones de cazadores/recolectores, en un mundo sin agricultores, sería de 1 en 800. ¿Quién los elegiría? No se preocupen, los gobiernos habrían encontrado una manera arbitraria de hacerlo. Bienvenidos a un nuevo orden mundial.


Referencias:

El autor es Profesor e Investigador en la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Las referencias usadas en la preparación de este artículo pueden ser obtenidas escribiendo a luis.destefano@upch.pe


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