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  • Foto del escritorAnálisis Efectivo

Luis De Stefano Beltrán / Verano del 2004 (2 de 2)

Solo los hombres de la ciudad pueden idealizar la vida de un agricultor en el campo. Su lucha diaria contra la ira del clima y la persistencia de las plagas nos deben recordar que es imposible tener una sociedad saludable, y sobre todo sólida, sin respeto por el agricultor.


Los recuerdos de este viaje en el verano del 2004 me impulsaron a averiguar sobre los rendimientos del maíz y de la papa en los Estados Unidos en los años de la llegada de los Ingalls a De Smet en 1880. Según el documento Crop Production Historical Track Records del USDA el rendimiento promedio en 1880 para el maíz fue de 1.7 TM/há y para papa 6.4 TM/há. Increíble que en algunos lugares del Perú tengamos rendimientos muy parecidos a los de 1880 en USA.


Mi curiosidad fue un paso más allá y decidí averiguar cuando los agricultores de USA alcanzaron nuestros actuales rendimientos de maíz y papa. El Quijote nos advierte que las comparaciones son siempre odiosas, pero en política muchos creen que son necesarias. El mismo documento nos dice que los agricultores de USA alcanzaron nuestros actuales rendimientos de maíz (4 TM/há) en 1961 y de papa (14 TM/há) en 1946 respectivamente. Atrasados 60 años en maíz y 75 años en papa.


Si las metas de cualquier política agraria son tener un país mejor alimentado y con agricultores prósperos uno podría preguntarse porqué la segunda reforma agraria, recientemente anunciada, no pone énfasis en el aumento de los rendimientos como política de estado. No existen metas claras y en blanco y negro. Algo como: en 5 años habremos elevado el rendimiento de X en 10% y el de Y en 15%, etc. ¿Por qué el miedo o por qué la pereza? ¿Debemos acaso continuar con nuestros pobres rendimientos actuales?


Supongamos entonces que la comparación con USA fue odiosa, aunque necesaria, y que deberíamos compararnos solo con países vecinos. Pues bien, Colombia tiene un rendimiento promedio de papa de 21.5 TM/há, por encima del promedio mundial de 20.5. Ecuador 16.3, Chile 15.2. Solo nuestra vecina Bolivia tiene un rendimiento parecido al nuestro con 14.7. ¿Por qué tenemos rendimientos tan bajos en casi todos nuestros cultivos de pan llevar? ¿Qué estamos haciendo mal?


Si esta segunda reforma agraria no resuelve el problema de nuestros bajos rendimientos habrá fracasado. El cambio climático, la renuencia a invertir en I+D, la aversión a las nuevas tecnologías, son pecados que el país terminará pagando muy caro. El hambre siempre está a la vuelta de la esquina, escondida entre las plagas, agazapada en nuestras tradiciones… sí atrevámonos a decir que tenemos que cambiar. No podemos seguir haciendo lo mismo.


Referencia:

El autor es profesor e Investigador en la Universidad Peruana Cayetano Heredia.





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