El Maestro aún es el número 1: Análisis del partido Manchester City - Real Madrid
"Yo soy un novato como entrenador y él es un técnico de clase mundial. Le respeto y le tengo simpatía. Me fijo en cómo trabaja y puedo aprender mucho de él". Estas palabras salieron de la boca de Zinedine Zidane desde Munich en febrero de 2015.
En su etapa de preparación para convertirse en entrenador, viajó para presenciar y estudiar a ras de cancha los entrenamientos de Guardiola en el Bayern.
Cinco años después, si nos ceñimos únicamente al encuentro disputado en Manchester aún puede repetir las mismas líneas. Porque el partido Manchester City - Real Madrid fue un repaso táctico en toda regla el que le dio el técnico de Santpedor al astro francés.
1. Presión Skyblue
Desde el inicio del encuentro, los jugadores del Manchester City, empezando por Gabriel Jesús, Sterling y Foden, realizaron una presión extremadamente alta y agresiva sobre la salida del balón de la primera línea blanca, imposibilitándoles conectar con Modric y Kroos (los conductores de juego).
En el minuto 8 de juego, encontraron la recompensa, balón a Varane y Gabriel Jesús se lo roba habilitando a Sterling que anotó a puerta vacía. Es cierto que es un fallo del central francés, pero éste fue provocado gracias a la presión coordinada de los jugadores citizens. Basta comprobar que esta situación se repitió en pasajes del juego, como la pérdida en la salida de balón que tuvo Casemiro en el segundo tiempo (otra vez provocada por la presión alta) que no acabó en gol debido a que Gundogan falló en el último pase para dejar a Sterling de cara al portero, o el segundo fallo que tuvo Varane, probablemente en la noche más gris de su carrera, que aprovechó Gabriel Jesús para firmar el 2-1.
Estos fallos (siempre provocados por la presión del City) mermaron la confianza de los jugadores madrileños, lo que les llevó a jugar balones largos desde atrás sin criterio alguno que casi siempre acabaron en posesión del equipo local. Claramente, Zidane no buscaba esto, ya que las características de los jugadores que había alineado (Hazard fuera de forma y Rodrygo) no son ideales para correr al espacio.
Si el Madrid deseaba jugar balones largos buscando la espalda de la línea defensiva del City, hubiera utilizado a Bale y Vinicius (ambos sin minutos y especialistas en explotar los espacios en campo abierto gracias a su velocidad) lo que hubiera sido una estrategia válida y productiva para contrarrestar la presión oponente, ya que al momento que ésta se daba, la línea defensiva del City siempre quedaba 1vs1 contra los atacantes blancos.
2. Ausencia de Ramos
Se echó de menos la personalidad del capitán, tanto para sacar el balón jugado desde atrás, como para mantener siempre la tensión en el juego en sus compañeros. El camero, curtido en mil batallas, hubiera sido, sin duda alguna, un factor diferencial en el partido.
La televisión lo enfocó en múltiples ocasiones desde la grada animando a su equipo, dando instrucciones y desesperándose con cada fallo blanco. Es discutible considerarlo como el mejor defensor del mundo, pero no hay discusión de que es el mejor líder que el Madrid ha tenido en muchos años.
Leyenda en activo del club y del futbol español, cuando está el Madrid es uno y cuando no está, otro. Como dato, de los últimos 7 partidos en Europa sin Ramos, el equipo español ha caído derrotado en 6. Brutal!