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Magali Carrillo

Magali Carrillo / La salud mental en Perú (2 de 2) 

La salud mental: que sabemos ¿cómo la afrontamos como sociedad?

 

MINSA reporta que durante el 2023 se ha brindado un total de 1´844,531 de atenciones de salud mental, y hasta junio del presente año los casos reportados por ansiedad y depresión fueron de 220,749 y 131,608 respectivamente, seguidos por otros diagnósticos recurrentes como los trastornos emocionales en niños y adolescentes un total de129, 843 y síndrome del maltrato 123, 952. Asimismo, en 2023 se atendieron 42,302 casos de estrés agudo y estrés postraumático en establecimientos sanitarios de todo el país, de estos casos, el 72.37% correspondieron a mujeres y el 27.63% a varones.

 

Existe también una importante prevalencia de casos en el estrés agudo y post traumático, que es un trastorno de salud mental que puede ser desencadenado por la exposición a eventos extremadamente amenazantes o traumáticos y puede afectar a individuos de cualquier grupo etario habiéndose reportado un total de 42,302 casos, y distribuidos por grupo etario, se tiene que los adultos encabezaron 45.93%, seguidos por jóvenes con 26,99%, adolescentes con el 12.60%, adultos mayores con el 10.88% y niños con el 3.58%.

 

El desenlace más extremo y doloroso de estas patologías son los suicidios, que muchas veces suceden en pacientes que por no haber conseguido el apoyo adecuado o la atención requerida, no encuentran mejor solución a sus problemas que auto lesionarse e incluso auto eliminarse.

 

En Perú, las cifras del Sistema Informático Nacional de Defunciones (SINADEF) revelan que 686 personas se quitaron la vida en el 2023, una dolorosa realidad que refuerza la importancia de la intervención oportuna. Solo en el 2024 entre enero y julio se reportaron 1320 intentos de suicidio, y considerando el mismo periodo de tiempo en el 2023 representa un incremento del 8%, de los cuales más del 70% fueron realizados por mujeres, siendo las 5 regiones que presentan una mayor incidencia a nivel nacional son Lima, Arequipa, Loreto, Huánuco y Ayacucho.

 

Si bien es cierto, el Estado viene desarrollando esfuerzos importantes para cerrar brechas en la prestación de servicios de salud mental, este trabajo debe estar acompañado por campañas de sensibilización que permitan disipar los tabúes y brindar la el apoyo y confianza, tanto como la atención e importancia a las personas que atraviesan estos cuadros y puedan decidir pedir ayuda, para que tengan la valentía y fortaleza para afrontar el camino de la recuperación.

 

Es importante visibilizar el problema y trabajar en la difusión de canales de acceso a servicios de salud mental, tanto como en la necesidad de brindar el apoyo a las personas que van mostrando síntomas y de manera valiente deciden pedir ayuda, tratando en todo momento de tejer redes de contención emocional en sus círculos más cercanos, entendiendo en todo momento que el trabajo conjunto entre los especialistas estos círculos es la mejor manera para contribuir a recuperar la tan ansiada salud mental, buscando siempre escuchar al que lo necesita, sin criticas innecesarias, con toda la empatía y respeto que el proceso merece.

 

Visto está que el Estado debe seguir invirtiendo en la salud mental, generando espacios de atención integral porque a la fecha son insuficientes, tanto como generar espacios en los que se logre la articulación del Estado, la empresa privada y la sociedad en general para se involucren en el proceso de educar a la población; aprendamos a respetar y escuchar atentamente a aquellos que piden ayuda y ser parte del cambio para la recuperación de las personas con problemas de salud mental. Otro reto que necesita de nuestra atención.


 

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