Algunas claves para un mejor Bicentenario
Una segunda tendencia con variadas postulaciones de grupos con coincidencias y discrepancias, afirma la común expresión de nueva normalidad, pero el enunciado no tiene un solo contenido sino varios; deviene expresión polisémica y que se emplea en periodismo y política porque permite varias representaciones, anhelos, búsquedas y rechazos.
Una tercera corriente es la que, en varios ámbitos privados y públicos, sabe que no hay vuelta atrás y que habrá opciones de mejor orden mundial, mejor multilateralismo, y nacional, pero no tiene evidencias ni demostraciones contundentes sobre el devenir o los cursos que tendrá la pandemia según continentes, regiones y poblaciones. Ello depende de factores no controlables y otros relativamente gestionables como las inversiones productivas de bienes y servicios, en particular y principalmente de:
a) protección y racional empleo de los recursos del ambiente mediante normas e intervenciones que cambien percepción, educación, cultura y comportamientos: inversiones sostenibles debidamente eslabonadas entre sectores en un territorio determinado, agromineras principalmente, porque proveen seguridad humana y desarrollo humano, no meras cifras macro sobre crecimiento desigual y combinado como hasta ahora, que tienen su importancia dependiendo de a quienes beneficia o saca de la precariedad y no eternizan privilegios y poder.
b) reestructuración de servicios y provisión de bienes, mejor si participativa, a escala de familias, comunidades y distritos, primer nivel de atención, no solo para curar la enfermedad, sino para el desarrollo de la salud, la educación, la producción según ecosistemas, redes de servicios públicos, incluida la digitalización, seguridad ciudadana y cultivo de valores positivos de identidades y patrimonio local, de cuenca o de distrito y provincia.
Tres medidas son indispensables para que, con base y enseñanza de lo que se hace en el Perú y el mundo podamos superar ideologismos, palabrerías, dogmatismos y fanatismos y construyamos amplios consensos populares de la nación peruana con toda su diversidad humana y natural, todas sus sangres y sus reinos naturales simbolizados en el Escudo Patrio:
a) Corregir clamorosas deficiencias de ordenamiento, organización y gestión en tres niveles de gobierno. Ante todo, compactando la proliferación ministerial, de entidades de existencia forzada, reinstituyendo los sistemas de alta dirección de planificación, que no es CEPLAN, racionalización y sistemas de administración, dotando al Ejecutivo nacional de mejores cauces para contratación y contraloría, aprovechando nuevos mecanismos ya probados que comprende la digitalización. Un tema central es racionalizar la Presidencia del Consejo de Ministros, mal llamado Premierato.
b) Los tres poderes del Estado pueden y deben acoger críticas y propuestas de grupos de la sociedad, más que de partidos, por desgracia han colapsado en su mayoría y su futuro no es claro, para conjurar la pandemia a la vez impulsar mejores medidas de “compensación social” como recientemente lo ha hecho un grupo de personas coincidentes en esos propósitos no excluyentes.
c) Más allá del corto plazo, en diálogo y armonía con iniciativas de territorialización y minería sostenible, impulsadas desde el gobierno, los grupos Agromin, Parques de la vida, redes amazónicas para erradicar la minería y tala ilegal, el Foro Energía 2021, Bicentenario sostenible, que congregan personas del campo y ciudad, de base local, liderazgos nacionales y apoyos externos, tienen articuladas experiencias, conocimientos y propuestas para el largo y mediano horizonte, cara a un mejor real Bicentenario, primero de varios, el siguiente es Ayacucho 2024. Compenetrémonos con nuestra historia para no repetir viejos y nuevos errores. Renovemos voluntad, solidaridad y decisión de ser, realizar y valer más en ocasión de este Día Mundial del Ambiente.
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