Hay en el continente americano diversos caminos nacionales o subregionales a la democracia; de entre éstos el estadounidense es el más atípico; por tanto, mal puede tomarse o postularse como único ejemplo a seguir; aunque en sus precursores y fundadores hay valiosos elementos teóricos y pragmáticos que es deseable conocer y considerar para otras realizaciones, a condición de que no haya "calco ni copia".
Paradigma político de democracia, abierto, adaptable, perfectible, sería, por tanto, uno que posibilite o asegure en forma prospectiva y no lineal, así como plural, una influencia permanente, constante y determinante de las fuerzas sociales y políticas que representan los grupos sociales mayoritarios en:
- la elección de los gobernantes (nación, región o gobierno local), en forma autónoma no apendicular a la de otras autoridades;
- las reglas de su comportamiento, representación y revocación, en su caso;
- la determinación de los contenidos y requisitos fundamentales de las políticas públicas internas y externas que en última instancia son exclusivas, del Gobierno Central o muy poco compartidas con otras instancias de dirección y gestión de la cosa pública o de actores como partidos y movimientos sociales, aunque hay una tendencia a la participación de éstos (Política Exterior, Políticas de Seguridad y de Defensa, Política de Gobierno Interior o Interior); inclusive se habla de “diplomacia ciudadana” y de “diplomacia parlamentaria”; ver Andrés Serbín y otros autores en la bibliografía de la página electrónica de la UNESCO que se encuentra al final de este ensayo.
- la selección de los administradores públicos civiles, militares y policiales, acorde a normas constitucionales, así como las que rigen su actuación y responsabilidad; y en
- la capacidad para fiscalizar, sancionar o remover, como se empezó a indicar, éstos y aquéllos; de tal manera que:
- existan opciones institucionales, basadas en una regla objetiva de derecho, para que todo el proceso permita reducir las áreas de conflicto y disenso y acrecentar las de solidaridad y consenso.
Como sistema-concreto o régimen, supone contrapesos y balances entre los órganos: ejecutivo, judicial, legislativo y electoral del poder estatal y una autonomía relativa de ellos dentro de la Constitución y leyes principales.
Descansa en la hegemonía o primacía de los intereses de los grupos sociales mayoritarios, plural y no reduccionistamente expresados, en funcionamiento dialéctico y sin etnocentrismos, ni exclusiones ni privilegios sectoriales, grupales o estamentales
Junto a las tareas de construcción nacional, hay otros desafíos que están a la orden del día en nuestra región:
El autocentramiento de las economías y su integración interna e internacional gradual, a través de formas plurales de concertación, cooperación y desarrollo de emprendimientos y alianzas estratégicas, en el marco de una efectiva política para asegurar la competitividad con justicia y equidad de la nación, del estado nacional con integración internacional e inclusión social en lo interno, ― no sólo la mera capacidad de ganar mercados de alguna de sus partes ―, que ayuden a erradicar la miseria y la dependencia, so pena de marginarse del proceso mundial del poder o ser estados de dudosa viabilidad (**).
Referencias:
(**) En la página electrónica:
http://www.unesco.org.uy/shs/publicaciones.htlm se encuentra:
Cultura, democracia y desarrollo. Repensando la seguridad y la defensa ante el siglo XXI. UNESCO-San José y Ministerio de Seguridad Pública de Honduras. Manuel Ernesto Bernales Alvarado, editor. 1996 ALIN EDITORA. Tegucigalpa. (Contribución al Foro Mundial sobre Seguridad convocado por el Director General de la UNESCO y realizado ese año en París como parte del Programa de Cultura de Paz de la UNESCO).
La ilusión del buen gobierno. Manuel Ernesto Bernales Alvarado y Víctor Flores García, Editores. UNESCO. MOST. Montevideo. Julio 2004.
Gobernanza, desarrollo y democracia en el MERCOSUR. Hacia un proyecto propio en el siglo XXI. Gerónimo de Sierra y Manuel Ernesto Bernales Alvarado, Compiladores. UNESCO. CLACSO. Montevideo. Agosto 2004.
También hay otras publicaciones consultadas y de referencia.
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