Encontrar una vacuna contra el COVID 19 es el mayor reto que le ha tocado al planeta en este milenio, es un desafío histórico contra el virus y contra el tiempo. Perú es uno de los países que integra la plataforma COVAX Facility, creada con la participación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para un acceso equitativo mundial a las vacunas para el COVID 19, sin embargo, por el asunto de las cuotas limitadas de vacunas que cada país podrá adquirir en esta bolsa común, la mayoría de los países están además en trato directo con los laboratorios para su adquisición.
Las adquisiciones de algunas vacunas deben ser acompañadas por una infraestructura de cadenas de frío a bajas temperaturas, que como la de Pfizer BioNTech es con sistemas de refrigeración de ultra enfriamiento (-70ºC), infraestructura que no se encuentra en muchos países. Es la única que tiene que ser almacenada con ultra enfriamiento, la del laboratorio Moderna se almacena a -20ºC, una temperatura compatible con congeladoras caseras, todas las demás, incluyendo la de AstraZeneca, Johnson & Johnson, y otras vacunas, solo requieren almacenamiento y transporte en refrigeradoras comunes 2 a 8ºC.
Figura 1: Cadena de frío de Pfizer BioNTech con rastreo satelital de temperatura
Un contenedor que emplee hielo seco para mantener las vacunas puede requerir que el hielo se sustituya si permanece inmóvil durante un periodo largo de tiempo o si está expuesto a condiciones climatológicas extremas. Pfizer BioNTech ha diseñado un paquete con hielo seco que asegura una temperatura de -70ºC hasta por 10 días con un sensor de temperatura, la que es monitoreada vía GPS. Según la empresa, si la vacuna se almacenó durante 30 días en el paquete térmico original, los puntos de vacunación podrían transferir los viales de vacuna a refrigeradoras comunes y almacenarlas a 2 a 8 grados centígrados por 5 días adicionales (por ejemplo, para la cola de vacunación de menos de 5 días en un pueblo de la zona rural), es decir por un total de hasta 35 días. Sugiero contar para el área rural la logística, en conjunto con el personal del MINSA, la experiencia y personal de ONPE que saben cómo llegar a cualquier lugar del interior del país cuando hay elecciones.
Para zonas rurales alejadas nuestro país podría adquirir vacunas que no requieran ultra enfriamiento, por el riesgo de exceder el periodo de almacenamiento, pues si las vacunas se descongelan y se almacenan en una refrigeradora común entre 2 y 8ºC como las que se llevarían a las zonas de vacunación, éstas ya no podrán volverse a congelar o almacenar a -70ºC pues no habría efectividad en la vacuna. Una infraestructura logística eficiente en la cadena de frío es necesaria en el país. Según la OMS, aproximadamente el 20% de los productos sanitarios sensibles a la temperatura resultan dañados durante el transporte, y el 25% de las vacunas llegan a su destino degradadas debido a interrupciones en la cadena de frío.
Figura 2: Conservación de vacunas en refrigeradoras domésticas.
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