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Manuel Portugal Velarde

Manuel Portugal / Geopolítica y Geoestrategias en América del Sur. 

En anterior artículo comenté que las exportaciones intrarregionales en América Latina alcanzaban alrededor del 15% del total de sus exportaciones, ligeramente superior al caso de África, mientras que en Europa las exportaciones entre sus miembros superaban el 60%. (WTO)

 

Lo antes señalado se debe a diversos factores: características geográficas, las distancias entre los principales centros urbanos y económicos de los diversos países de la región, en particular en América del Sur son, en general, más amplias que en el caso europeo, lo cual, sumado a brechas en la infraestructura vial y ferroviaria, entre otras, dificulta un mayor intercambio.

 

Adicionalmente, la mayor parte de las exportaciones de la región sudamericana corresponde a materias primas, que se dirigen principalmente a países desarrollados de Asia, Europa y América del Norte y la mayor parte de sus importaciones están referidas a insumos, equipos y servicios con mayor componente tecnológico, entre otros factores que pueden limitar el comercio entre los países de la región.

 

Finalmente se debe considerar que, entre los principales mercados para las exportaciones no tradicionales del Perú, se encuentras varios países de la sub región, a quienes les exportamos una mucho mayor variedad de productos que a cualquier otra región.

 

Para analizar algunas de las posibles consecuencias de la situación comentada en el anterior párrafo, se requiere tomar en cuenta los principales riesgos que enfrenta la humanidad en próximos años y décadas. Según el Reporte de Riesgos 2024 del World Economic Fórum, entre las principales amenazas que enfrentamos se encuentran, posibles eventos climáticos extremos y conflictos armados entre países (guerras) y un 63% de los expertos consultados consideran la posibilidad de situaciones tormentosas y turbulentas con alto riesgo de catástrofes de efectos globales, en un período de alrededor de 10 años, entre el presente y el 2034.

 

El panorama anterior suena como muy pesimista y dramático, sin embargo, el presidente Biden ha declarado el jueves 6 de marzo 2024 en su mensaje a la nación que EEUU continuará apoyando a Ucrania en su guerra con Rusia y la China recientemente ha declarado que en la medida que la indicada guerra se prolongue, se incrementan las posibilidades de un escalamiento del conflicto (participación de más países en forma directa).

 

Por otro lado, pareciera que ya estamos sintiendo los efectos del cambio climático con sequias prolongadas, mayores temperaturas y pérdidas de glaciares en amplias y variadas zonas del planeta, lo cual de agudizarse podría traer como consecuencia una menor disponibilidad de alimentos y agua, entre otros.

 

En concordancia con lo anterior no se debería descartar la posibilidad de escenarios como los señalados que podrían derivar en bloqueos de puertos, aeropuertos y rutas de comunicación, con las consiguientes restricciones para exportar, así como para importar insumos diversos, medicinas, equipos médicos y para la industria y equipos de cómputo, entre muchos otros, que son críticos para el normal funcionamiento del sistema socio económico y para el desempeño de los ciudadanos cada día.

 

En diverso grado los países de la región ya han pasado por situaciones como la indicada, durante la segunda guerra mundial y más recientemente durante la epidemia del COVID – 19, entre otros, que derivó en una fuerte caída económica con aumento de la pobreza y del desempleo, de lo cual, después de varios años todavía no nos recuperamos plenamente

 

En tal sentido corresponde a los países de A. Latina y en particular a los de América del Sur, bosquejar una estrategia a nivel regional orientada a impulsar un mayor intercambio comercial entre los países de la sub región, así como un mayor desarrollo científico, tecnológico y un ambiente mas propicio para la innovación, de tal forma que se fabriquen y formulen, la gama mínima de productos y servicios complejos, de carácter crítico, para reducir la alta dependencia actual de los países desarrollados y que les permitan seguir operando en forma razonable , reduciendo al máximo los efectos de un bloqueo del comercio de grandes proporciones que nos podrían hacer retroceder décadas o siglos, dependiendo de la magnitud de los posibles acontecimientos.


 

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