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Margarita Díaz Picasso / La era digital

  • Foto del escritor: Análisis Efectivo
    Análisis Efectivo
  • 4 dic 2022
  • 4 Min. de lectura

¿Oportunidad y/o amenaza para las organizaciones culturales?


“Las tecnologías digitales ya están sentando las bases para la próxima revolución creativa” (Banco Interamericano de Desarrollo)


La era digital llegó para quedarse. Esta afirmación firme y clara será el punto de partida de nuestra reflexión, acaso buscando desde el optimismo y la valoración de la dimensión creativa y de negocio identificar las oportunidades y amenazas que podría significar la era digital.


Lo primero será colocarnos frente a lo desconocido desde la curiosidad y ánimo por conocer, desterrando prejuicios existentes sobre la incursión de la tecnología en las artes tal como si su incorporación en el mundo creativo implicara la cesión de su purismo y naturaleza a lo meramente técnico o el abandono de la materialidad.


Recordemos a Colón zarpando del puerto de Palos, desafiando la concepción de una tierra cuadrada en la que más allá del horizonte las embarcaciones eran devoradas por criaturas voraces. Esta actitud desafiante y soñadora fue la que le abrió la oportunidad del nuevo mundo, la América de culturas fascinantes, repleta de riquezas y diversidades minerales, flora y fauna.


“La identificación y exploración de los motores de cambio ofrece una oportunidad para repensar la manera de hacer las cosas; explorar fuentes de transformación, y desarrollar nuevas estrategias que sirvan de forma más adecuada a las necesidades del futuro”


Nos encontramos frente a un nuevo umbral de oportunidades que enriquece las existentes, las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones TICS dan cuenta de una convivencia y en algunos casos migración de lo físico a lo digital, el tránsito de modelos de financiamiento reducidos y excluyentes a modelos más accesibles y transparentes (plataformas y mecanismos de acceso), y de la transición entre un modelo de empleo fijo a diversas formas de acceder a recursos y financiamientos.


Las TICS transforman la cadena de valor cultural, generando relaciones cruzadas y potenciando entre sí las redes de contacto entre la creación, producción, distribución, acceso y comunicación. Ello implica el enriquecimiento de los procesos creativos y también el acceso a una economía cultural digital.


Encontramos como ejemplo la revolución de la industria de la música con Spotify, y el surgimiento de nuevos modelos de negocio que a través de la tecnología pueden mejorar la rentabilidad de la industria cultural (micropagos, membresías, suscripciones, pagos por consumo, plataformas de fundraising); la incursión de la tecnología 4D en la moda y las visitas virtuales a museos como en Egipto (respuesta a la pandemia) , entre otros.


Sin embargo, existen debilidades intrínsecas en países como el nuestro para el acceso a las TICS en las industrias culturales. Para el 2010 el Forum de Avignon advertía que este acceso a la digitalidad resultaba ser desigual entre los países industrializados y los menos industrializados, esto implica ser conscientes de la brecha digital como una limitante del acceso a las oportunidades que este nuevo mundo digitalizado representa. En consecuencia, el cierre de la brecha digital se torna cada vez más urgente y necesario.


Las amenazas vienen de fuera, las debilidades de dentro; las TICS no constituyen en sí misma ninguna amenaza, la tecnología y la ciencia no pueden ser amenazantes, creer ello significaría los más cercano a una oda al oscurantismo y temores medievales. Es más, especialmente para las mujeres las TICs son una oportunidad de visibilización y fortalecimiento de redes.


Ahora bien, la pandemia del COVID 19, el confinamiento y la suspensión de espectáculos presenciales ha significado una aceleración en el uso de las TICS, lo cual no implica la extinción de la presencialidad; creo que estamos más bien frente a una “multipresencialidad” que puede permitir el acceso al arte y cultura a poblaciones en situación de vulnerabilidad que de otro modo no hubieran tenido acceso a ciertos espectáculos y experiencias artísticas siempre que tengan acceso a la tecnología y digitalidad, además del conocimiento de su uso. La democratización de las TICs y su acceso universal es un imperativo para poder hacer frente a la revolución digital en el arte y la cultura.


Como conclusiones del abordaje de esta temática podemos esbozar las siguientes:


a) Las TICs han incursionado el mundo del arte, la cultura, las iniciativas y negocios culturales, fenómeno acelerado con motivo de la pandemia del COVID 19.

b) Las TICs han diversificado los medios de producción, creación, distribución y mercado artístico cultural, acelerando los intercambios culturales, generando plataformas, nuevas modalidades de fundraising y espectáculos/intervenciones mixtos y virtuales, así como potenciando intervenciones y performances en espacios públicos.

c) El uso de las TICs es una herramienta de inclusión social para que las expresiones artísticas y culturales lleguen a las personas y grupos poblacionales en situación de vulnerabilidad que no hubieran podido acceder presencialmente a ciertos espectáculos.

d) El acceso a las TICs en el arte y la cultura abre oportunidades para la irrupción de mujeres y jóvenes en el circuito de las artes y la cultura.

e) La brecha digital es una limitación para el acceso a las oportunidades y mercados artístico-culturales digitales, por lo que su cierre y mejora de accesibilidad es fundamental para aprovechar las oportunidades que se presentan con este salto cuántico tecnológico.

f) Es importante implementar una política desde el Estado para el cierre de brecha digital y el abaratamiento en los costos de acceso a la tecnología. La inversión en tecnología es inaplazable.

g) Incorporar las TICS en la currícula escolar es ineludible, el conocimiento y uso de la tecnología es un presente que se debe atender para no acrecentar las brechas y desigualdades esta vez en el acceso al arte, cultura y mercados. Este es también un reto para los gobiernos locales y los Ministerios de Cultura y Educación.



Referencias:

Banco Interamericano de Desarrollo (2017). El futuro de la economía naranja: Fórmulas creativas para mejorar vidas en América Latina y el Caribe.

Latelier Etudes et Conseil pur le Forum Davignon (2010). Impact des technologies Numeriques sur le Monde de la Culture.

OEI (2016) Estudio Comparativo de Cultura y Desarrollo en Iberoamerica. Estados de las Políticas Públicas y aportes para el fortalecimiento de las economías creativas y culturales. Madrid OEI.

Statista y Unesco. Repensar las Políticas Culturales (2017). La creatividad en el corazón del desarrollo.


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