Reflexionando en torno a las oportunidades que nos brinda la docencia virtual (online) en estos tiempos de posmodernidad, recordaba no hace mucho tiempo con un grupo de queridos amigos profesores las diferencias, y área de oportunidad que presenta la nueva era pedagógica.
Recordemos un poco como anteriormente en los cursos presenciales, contábamos con muchos puntos de contacto espontáneos en los que podríamos solicitar la opinión de nuestros estudiantes y hacernos una idea de cómo están haciendo el avance programático de los cursos. En este escenario sincrónico los estudiantes hacen preguntas antes, durante y después de la clase, y a veces podemos saber si tienen dificultades con sólo mirarles a la cara. Este Feedback instantáneo e informal nos permite ajustar nuestras propias exposiciones académicas sobre la marcha.
Por otra parte, en los cursos en línea (asincrónicos), estos elementos de retroalimentación en directo desaparecen casi por completo. Si los estudiantes están confusos después de abordar algún tema, deben tomar la iniciativa de ponerse en contacto con nosotros a través del correo electrónico o de las horas de oficina virtual. A menudo, parece que no se molestan en ponerse en contacto con nosotros, aún y cuando por muchas veces se lo recordemos. En consecuencia, muchos profesores se limitan a esperar que los estudiantes comprendan y se comprometan con el material del curso observado dentro de las plataformas y la hora semanal del foro colectivo.
Sin embargo, creo que poco a poco hemos modificado y estructurando lo necesario para que mis alumnos, en lugar de estar solos en el vacío digital, sientan que están en una clase con otros seres humanos. Para fomentar esta comunicación proactiva y ayudar a que los alumnos puedan experimentar el lado humano de los cursos en línea se deben introducir algunos cambios en las clases asíncronas.
Desde que puse en práctica estos nuevos enfoques, he recibido comentarios muy positivos de mis alumnos; me han dicho que se sienten más conectados, que entienden mejor el contenido del curso y que tienen una mejor percepción de su progreso en el aprendizaje.
El SECRETO ha sido: No espere a que los estudiantes acudan a usted, busque activamente su opinión.
Ofrecer un aprendizaje asíncrono que parezca una experiencia personal y humana en lugar de una conversación unilateral debe ser el centro principal durante la planificación de nuestros cursos o cátedras en línea. He comprobado que añadir un toque personal para empezar la semana, se recuerda a los estudiantes que hay un ser humano impartiendo su curso. Una cara amable puede ayudar a recordar a los estudiantes que eres una persona, que eres accesible y que estás ahí para ayudarles en el curso. La comunicación en los cursos asíncronos debe ser mucho más intencionada y deliberada que en los cursos presenciales.
Sin estos puntos de comunicación planificados, he tenido demasiados casos de estudiantes que esperaban a pedir ayuda hasta que era demasiado tarde, ignoraban los anuncios escritos, se confundían con las fechas de entrega y tenían interacciones innecesariamente frustrantes en los proyectos escolares.
Poner en práctica las estrategias ha ayudado a mis alumnos a evitar muchos de las dificultades innecesarias en el camino del proceso enseñanza-aprendizaje.
América despierta con Fé, y vuelve a Cova da Iria.
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