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Rafael Torres Morales / Clima de inversiones en el Perú

Clima de inversiones en el Perú: Una visión al futuro


Este 2022, se cierra bajo un manto de incertidumbre política y, con ello, inseguridad para la inversión privada en nuestro país.


El ingreso en el 2021 de un gobierno con tintes comunistas, escándalos de corrupción, golpe de estado, conflictos sociales, todo ello precedidos (o acompañados) de conflictos externos (guerra Ucrania- Rusia), una pandemia de dos años, inflación, entre otros tantos males, representa un caldo de cultivo para la recesión y para el crecimiento de la pobreza en cualquier país.


No obstante, ello, el Perú durante los últimos 30 años ha sabido mitigar todas estas tempestades, -tanto externas como internas-, que se le han venido presentando, mostrando ser una de las economías más sólidas de la Región; incluso en algunos casos por encima de la chilena, lo cual sigue permitiendo que nuestro país sea un espacio interesante y no ajeno a la captación de inversión foránea.


Las razones pueden ser muchas pero existe una “constante” que, sin duda alguna, resulta ser la crucial: durante 30 años hemos mantenido y respetado el capítulo económico de la Constitución Política de 1993, la cual ha permitido a nuestro país, entre otros:


- Reducir la pobreza en casi un 50%.

- Mantener la inflación más baja de la Región.

- Tener una de las monedas más sólidas y con menor depreciación de todo el mundo.

- Tener suficientes reservas internacionales que nos permitan cumplir con nuestros compromisos financieros (deuda externa e interna).

- Crecer un promedio anual (en estos 30 años) del 5% muy por encima de la media latinoamericana y la global.


Incluso un año como el 2022, con todos los problemas antes señalados, sumados a un gobierno a la deriva, sin cuadros técnicos de un mínimo nivel, no ha logrado quebrar los sólidos cimientos de nuestra macro economía.


Todo lo antes señalado es conocido y bien sabido por la izquierda peruana quienes hoy claman y reclaman una Asamblea Constituyente a viva voz, incentivando, justificando y avalando los actos vandálicos vividos, solo con el único fin de imponer una agenda ya bien conocida en países hermanos y que radica en lograr tener un control de la población a través de la desaparición de la clase media, tal como sucedió en su momento, en Cuba, Venezuela y ahora en Argentina.


Esperamos que, este 2023, ya con un gobierno de transición con mejores cuadros ministeriales y con la premisa de poner orden y brindar seguridad a los inversionistas y a la propiedad privada, permita reconducir a nuestro país en la vía de la recuperación económica que tanto nuestro pueblo reclama.


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