(Canal en zig zag hecho en piedra en Cumbemayo – Cajamarca)
Leíamos las declaraciones de un comentarista deportivo que llamaba indígenas a nuestra población, lejos de recibirlo como un insulto lo tomé con gran orgullo, por conocer lo que hicieron nuestros antepasados y me voy a referir a solo un aspecto del conocimiento ancestral: LA HIDRÁULICA.
Cómo no sentir orgullo de ver en las zonas altoandinas PRESAS que revelan el gran conocimiento de las cuencas, el nivel de previsión del cual hicieron gala con el fin de no tener problemas de agua en momentos de escasez o de estiaje…
Cómo no sentir orgullo de la sabiduría que tuvieron para producir cultivos, a través de sistemas de producción como los WARU WARU, en las condiciones más adversas, tal como el altiplano de Puno, en grandes altitudes con bajas temperaturas y construir un imperio como el Tiahuanaco, situación que la tecnología actual no ha podido superar….
Cómo no sentir orgullo al ver nuestro territorio con una vasta extensión de ANDENES, que cubren casi un millón de hectáreas, lo que revela aspectos de adecuación a condiciones y variaciones de clima, que ahora nos señala el camino para enfrentar el calentamiento global…
Cómo no llenarme de orgullo al ver los grandes CANALES de riego que construyeron nuestros antepasados, los que hasta ahora nos abastecen de agua para nuestras necesidades y son la base de la mayoría de sistemas de irrigación en nuestro país…
Cómo dejar de sentir orgullo por la maravillosa obra hidráulica que representa los ACUEDUCTOS de Nasca, que merece ser considerada como una maravilla de la Ingeniería Hidráulica Moderna, ya que cruzando grandes distancias lograron traer el agua, desde los puquios (manantiales) cercanos al río, a través de canales subterráneos en una gran parte de su recorrido, para ser almacenada en cochas (reservorios), que abastecían las necesidades de toda una gran civilización …
Por esta y miles de razones más, me siento orgulloso de mi pasado indígena, de la gran sabiduría ancestral, del gran conocimiento que corre por mis venas y está presente en mis genes, y se reflejan en el emprendimiento de nuestras gentes, que hace que nuestro país sea más grande que sus problemas.
Me siento orgulloso de provenir de una raza de personas con una gran sabiduría que hace que nuestra cultura sea milenaria a la par con la cultura Egipcia o la China.
Siento orgullo de mi pasado y de proceder de esos grandes indígenas que lograron transformar los andes.
Artículo publicado inicialmente en GSAGUA y publicado en Análisis Efectivo con la autorización de su autos Ronald Ancajima.
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