Tres meses después que Panam Sports decidió retirar la sede de los Juegos Panamericanos 2027 a Barranquilla, hoy se la otorga a la ciudad de Lima.
De esta forma, Lima será la tercera ciudad que tiene la oportunidad de organizar por 2da vez unos J. Panamericanos, al igual que Ciudad de México (1955 y 1975) y Winnipeg (1967 y 1999).
Nunca antes una ciudad había logrado ser sede dos ediciones en un periodo tan corto: 8 años. Es una oportunidad que no se puede desaprovechar. Los mega eventos son ocasiones de importantes transformaciones urbanas de las ciudades sedes, por el volumen de recursos públicos que se destinan. Lima 2019, a pesar que fue la mejor edición de la historia, no transformó la ciudad. Su legado fue la infraestructura deportiva moderna que dejó. Esta ha servido para apoyar una mejor preparación de nuestros atletas.
Pero, no mejoró el tránsito y transporte de la ciudad, la villa panamericana no generó mayor desarrollo urbano al sur de la ciudad y la llegada del turismo no se impulsó. Hubo menos turistas en 2019 en comparación al 2018. Un estudio encargado por MINCETUR reveló que sólo llegaron el 15% de los turistas proyectados.
Los mejores ejemplos de legados urbanos indican que los eventos se subordinan a la planificación de la ciudad. No al revés. Por esto, la organización de Lima 2027 debe obligar al Poder Ejecutivo a replantear su tratamiento fiscal frente a la MML, pues se necesitará de un incremento importante de sus recursos para tales fines. Hace poco le restringió su capacidad de endeudamiento. Ahora deberá variar su posición. Asimismo, el MEF señala que por cada dólar invertido en los Panamericanos, retornan 3 o 4. No hay evidencia sobre esa cifra. Sin duda, habrá mucho por hacer para lograrlo.
Por el lado deportivo, también hay que reforzar mucho. Las subvenciones económicas a las federaciones y deportivas venían reduciéndose luego de Lima 2019. Esa tendencia deberá revertirse. Y, ahora así, trabajar mucho más en la planificación deportiva, reforzando la integridad en el uso de los recursos públicos. Muchos de los medallistas de Lima 2019 ya no estarán en Lima 2027, es importante trabajar en las nuevas generaciones de deportistas. Para esto es necesario una importante asistencia técnica. La infraestructura ayuda, pero no es suficiente.
¡Que Lima 2027 sea una nueva oportunidad, ya no solo para hacer los mejores Juegos Panamericanos de la historia, sino para transformar nuestra ciudad y nuestro sistema deportivo!
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