Y también la mejor participación peruana desde 1992 (cuando obtuvimos medalla de plata con Giha en Tiro). Ahora se alcanzaron 4 diplomas olímpicos (Surf, Skateboard, Karate y Tiro).
Debe hacerse una evaluación adecuada. Recordemos que cerramos un ciclo olímpico donde fuimos sede de unos Juegos Panamericanos. Era la oportunidad para lograr mejores resultados. Crecimiento hubo. Pudo ser mejor, sin duda. La inversión en este ciclo olímpico (2017-2020) ha sido muy superior al anterior (2013-2016) y los precedentes. Tomar en cuenta además que tres de los deportes donde logramos diploma olímpico compitieron por 1ra vez en unos JJOO. Aún hay mucho por corregir y ajustar. El inicio de un nuevo gobierno, es la oportunidad para consensuar e impulsar una visión clara sobre la actividad física y deportiva. Y definir lo que queremos respecto a la alta competencia, donde Estado y sector privado tienen responsabilidades compartidas. Faltan tres años para Paris 2024. Luego, Los Ángeles 2028. ¿Cuáles son los planes federativos? ¿Existen objetivos desde el Estado?
Tokio deja también muchas lecciones e historias. Destacar dos. Simón Biles ha puesto sobre la mesa el tema del soporte psicológico para los deportistas. De esto se venía hablando ya hace mucho, pero poco se había avanzado. En AL varios países, incluido Perú, no han venido prestando la atención necesaria. Esto cambiará a futuro. Invita también a la reflexión sobre cuáles deben ser los límites en el afán de obtener una medalla. La alta competencia no solo exige al cuerpo, sino también a la mente. Otro tema visto en distintos países, es la crítica furibunda hacia los deportistas que no lograron alcanzar podio. En muchos casos, es el reflejo del desconocimiento sobre los rigores y exigencias de la alta competencia. En otros, llama la atención que entendidos del deporte lo hayan estado fomentando.
Por otro lado, reconocer los logros de los países de AL. La sorpresa fue Ecuador, dos medallas de oro y una de plata. No alcanzaba medalla desde Pekín 2008. Anotar que desde la década pasada inauguraron varios centros de alto rendimiento, pero en los últimos años el apoyo estatal se ha ido reduciendo sustancialmente. Colombia (3 plata, 1 bronce) y Argentina (1 Plata, 2 bronce) no lograron el Oro. El deporte colombiano sigue creciendo. Y en el caso argentino destacar a las “leonas” del hockey: 5 medallas en los últimos 6 JJOO. Brasil también fue sorpresa, mantuvo las 7 medallas de oro alcanzadas en Rio 2016 y aún le falta disputar dos finales (vóley y boxeo), con lo cual tiene asegurado 21 medallas, dos más de lo conseguido en Río 2016. Debe ser la mejor presentación brasileña en JJOO. Aprovecharon la oportunidad de ser sede en 2016. Chile logró 3 diplomas olímpicos, uno menos que Perú, pero tuvo una mayor delegación (58). A Paris 2024 llegará con fuerza, tras los JJPP de Santiago 2023.
Venezuela desarrolló desde años anteriores una fuerte política desde el Estado de apoyo a la alta competencia. Si bien en los últimos años ha venido a menos, lo sembrado aún da frutos. No es casual que en forma ininterrumpida ha obtenido medallas olímpicas desde Atenas 2004. Desde ahí hasta Tokio ya acumula 11 medallas: 2 de oro, 5 de Plata y 4 de bronce.
Finalmente, agradecer y felicitar a cada uno de los deportistas que nos representaron. Y, no olvidar, que es hora de repensar el trabajo a seguir.
Comments