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Víctor Vásquez Villanueva / Bonos, pobreza y agricultura (4 de 5)

Los fertilizantes en el caso del arroz

El arroz es uno de los cultivos más importantes en la estructura productiva, involucrando a cerca de 90 mil productores quienes cultivan alrededor de 420 mil hectáreas; así mismo, el 36 % de la superficie cultivada corresponde a unidades entre 2 a 10 hectáreas y el 25 % a unidades menores a 2 hectáreas. Por el lado de los productores, el 69 % corresponden a productores menores a 2 hectáreas y el 30 % son unidades entre 2 a 10 hectáreas. El cultivo del arroz y la papa se dice que tienen una altísima disposición al uso de los fertilizantes devenida de sus relaciones de mercado y su rol en la estructura de consumos de los mismos productores.


No falta quienes culpan a la existencia de monopolios en el mercado de estos insumos, como los únicos culpables al incremento de los precios en el mercado; afirmación totalmente equivocada e interesada en culpar al modelo económico (carga ideológica); siendo los argumentos ideológicos que apoyan ese señalamiento los que orientan a la creación de la necesidad, para que vuelva aquel Estado productor o importador de fertilizantes que en el pasado fue la principal fuente de corrupción. En promedio alrededor de 5 empresas aseguran el mercado nacional mediante la importación de unas 190 mil toneladas anuales de este insumo.


El incremento de los precios en los fertilizantes obedece más a razones estrictamente de mercado post pandemia covid: la carestía y alto costo del transporte, las restricciones a la exportación por parte de los países productores de fertilizantes y la elevación del tipo de cambio interno, como consecuencia de la inestabilidad política actual generada por el gobierno, en consecuencia el mercado no es el culpable, sino son los factores externos y, peor aún, la inestabilidad política propiciada por el gobierno de turno.


Con base en entrevistas a productores arroceros de la costa norte y selva baja es que se presentan (Tabla 2) los resultados del cómo han variado los precios de fertilizantes utilizados por estos productores; así también la variación en el costo de los agroquímicos (para combatir plagas y enfermedades en el cultivo). Con suficiente claridad se aprecian los impactos de lo que se comenta; para el caso de los fertilizantes, su costo total pasó de 1,392 soles/hectárea a un costo total actual de 3,396 soles/hectárea, representando un incremento de 144 % en relación a la campaña arrocera anterior; y frente a este incremento en el costo de los fertilizantes, el gobierno responde diciéndoles (haciendo matemática) te voy a reconocer sólo con 266 soles por hectárea hasta un total de 1,300 soles por productor; en otras palabras, solamente el famoso BONO te reconocerá 13 % del incremento, y punto. ¿Es que no queremos ver que estamos ante la demagogia y despilfarro del dinero público? Figura 3.


El otro gran cuento es la provisión de urea proveniente de Bolivia y se dice “cuento” porque dicha planta productora, a la fecha, recién está recuperando su capacidad de producción, cuyos volúmenes (45 mil toneladas /mes) producción orientada para su mercado interno y atender a sus socios ideológicos (Argentina, Venezuela).


Pero no solamente son los fertilizantes que han incrementado sus precios sino también los agroquímicos (para el control de plagas y enfermedades); los costos comparados entre la última campaña (2020) y la actual (2021) han pasado de 1,100 soles por hectárea a 1,595 soles, mostrando un incremento del 45 %. Figura 3 y Tabla 2.



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