La salinización de las tierras agrícolas en la costa peruana.
La pesada herencia de los grandes proyectos hidráulicos.
IX. Una propuesta del programa: Que hacer, como hacerlo y, cuánto costaría
La rentabilidad de toda inversión, pública o privada, descansa en criterios de evaluar los costos de oportunidad y los beneficios sociales y económicos que significa la asignación de los recursos más cuando éstos son escasos o reducidos, como siempre se dice son escasos para la agricultura. En el caso presente, donde se enfrenta una acelerada pérdida de suelos agrícolas productivos, los criterios de asignación de los recursos deben descansar en determinar los costos y beneficios entre las opciones siguientes:
no hacer nada, como viene sucediendo
implementar un programa de recuperación de suelos salinizados
seguir ampliando la frontera agrícola, a costa de millonarias inversiones
Entonces, dado los impactos socioeconómicos negativos que genera el seguir practicando una agricultura en suelos salinizados resulta prioritario su solución mediante una intervención rápida por parte del Estado quien, además, debe reconocer que tiene un aliado estratégico en las organizaciones de los usuarios del agua para fines agrícolas; estas organizaciones, tienen por función principal, encargada por el Estado, la administración y gestión en el uso del agua y también, del mantenimiento de la infraestructura menor (drenes y canales).
Llevar adelante una política de rehabilitación de las casi 300 mil hectáreas salinizadas de la costa peruana, deberá ser promovida por el propio Estado – MINAGRI, previa identificación y actualización de los espacios salinizados; por ejemplo, haciendo uso de la tecnología de drones rápidamente permitirá un conocimiento actual del problema existente toda vez que la información referencial, data de hace unos 9 años.
El plan parte de la premisa que una política de rehabilitación de suelos salinos, deberá estar diseñado para ser ejecutado en dos etapas:
primera etapa: la creación de una estructura técnica – administrativa pública por un periodo máximo de 3 años, dentro de cuyas funciones serán las de planificar la estrategia y los tiempos de intervención, así como las acciones técnicas necesarias para lograr la rehabilitación de los suelos salinos costeros
segunda etapa: referida a garantizar la sostenibilidad de las acciones de rehabilitación de los suelos salinos mediante el mantenimiento, recuperación y conservación permanente de los sistemas de drenaje; esta etapa será ejecutada por cada una de la Juntas de usuarios de riego de cada valle intervenido, quienes previamente habrán sido entrenadas y recibido la maquinaria para dichos fines
La inversión para la adquisición de la maquinaria y equipo (13) necesario para los trabajos de rehabilitación de los sistemas de drenaje que hagan posible la puesta en valor las tierras agrícolas salinizadas, se estiman en un aproximado de 1700 de dólares por valle; a nivel de programa representaría una inversión global cercana a los 78 000 millones de dólares y así atender a los 42 valles reportados con suelos salinizados. Los costos operativos directos se estiman en 750 000 dólares anuales por valle intervenido y, de 31.6 millones de dólares (42 valles).
El mantenimiento de los sistemas de drenaje en los suelos agrícolas es una actividad permanente y de esta manera se evitaría los problemas de salinización; esta actividad lo tenía el Estado hasta hace casi 30 años pero que, al abandonarla, por excesiva burocratización y altos costos operativos, tampoco se preocuparon en buscar formas o mecanismos que garantice su acción continua.
Entonces, en el actual escenario en donde se pone en tela de juicio la eficiencia del estado en la prestación de servicios se hace necesario repensar acerca de los límites de intervención del Estado; tomando como referencia las experiencias del pasado, cargadas de ineficiencia, corrupción, y burocracias, se propone que el programa deberá alentar mecanismos que aseguren no se repitan las experiencias del pasado. Para ello, se propone que, el programa se desarrolle en dos etapas:
primera etapa: el Estado asumirá el compromiso de poner en marcha el programa, mediante la adquisición de la maquinaria y equipo necesario y asumir los costos operativos durante los primeros 3 años en cada valle intervenido; además desarrollar un plan de mejoramiento de capacidades para el futuro personal de las Juntas de riego que pasaran a operar dichas maquinarias y equipos y,
segunda etapa: comenzará al 4 año de iniciado las actividades en el valle intervenido; para dicho fin, el Estado – MINAGRI, bajo mecanismos administrativos regulares y con garantías (14) de las propias Juntas de Usuarios entregará bajo modalidades de cesión en uso cada pool de maquinaria y equipo. Estas organizaciones asumirán la plena responsabilidad de garantizar el mantenimiento permanente del sistema de drenaje en sus ámbitos.
Sin duda, es más económico solucionar los problemas de drenaje y salinidad que pensar en nuevas irrigaciones, donde su gestión lleva varios años e inversiones considerables, sino veamos los casos de Olmos, Majes SIguas II, Margen Derecha del río Tumbes, Vilavilani II, Presa PaltitureTolapalca, etc. Así mismo, tener maquinaría y organizar su implementación desde el sector agricultura, hace necesario tener visión para el desarrollo y una firme decisión política para su ejecución.
Este planteamiento resulta necesario ser considerado para implementarse más cuando se sabe que la costa peruana está cíclicamente sometida a procesos climáticos adversos como los fenómenos del Niño y de la Niña, fenómenos caracterizados por lluvias torrenciales ocasionando la destrucción de centros poblados y activos públicos y privados. Un pool de maquinaria disponible en cada valle, para las tareas de rehabilitación de sistemas de drenaje, además jugará un estratégico soporte para reducir los impactos negativos ocasionados por los fenómenos climatológicos comentados.
(13) cada módulo de inversión estará conformado por: 04 excavadoras, 02 cargadores frontales, 01 buldócer, 06 camiones, 01 camioneta. Sus especificaciones técnicas serán definidas por el equipo técnico.
(14) frente a una “cultura” de asistencialismos de alto costo para la sociedad corresponderá al Estado proteger las inversiones públicas; para ello, el Estado fijará los costos y garantías de pago por parte de las Juntas de Riego.
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