La salinización de las tierras agrícolas en la costa peruana.
La pesada herencia de los grandes proyectos hidráulicos.
IV. Amor al chancho o a los chicharrones
La gran obra de irrigación está dada por la construcción de la gran represa que permitirá el almacenamiento de agua y de esta manera irrigar nuevas áreas para su uso agrícola y también para el mejoramiento del riego en las áreas ya existentes. La interrogante surge cuando se ve existe un afán por priorizar la construcción de grandes represas señalándose que es la mejor manera para el aprovechamiento de las avenidas de los ríos; Contrario a esta “prioridad pública”, es la poca atención en proyectos para la construcción de pequeñas o medianas obras de almacenamiento, especialmente en las partes altas y media de las cuencas. Se grafica esta asimétrica prioridad, constatando la información del CENAGRO en donde se muestra que, en la costa el 98% de su agricultura es bajo riego y en la sierra, llega a poco más del 30 %.
A la luz de los voceados y comprobados escándalos de corrupción encontrados en estas cuantiosas inversiones (7), se puede colegir que la obra de irrigación dentro de una política de incremento de la frontera agrícola siempre será justificada, pero que, frente a los escándalos de corrupción denunciados dicha justificación queda desmerecida; algunos señalan que esta mala práctica termina representando un costo adicional de cuando menos entre 3 al 10 % de la inversión. ¿Será esta la razón del interés por priorizar las millonarias inversiones en las grandes represas?
Este es el costo moral y económico que asume la sociedad cuando sus decisores políticos están involucrados en corrupción; mientras ello se acrecienta, la política de ampliación de la frontera agrícola en la costa, seguirá sirviendo como buena justificación para el latrocinio encubierto, impactando negativamente en poblaciones enteraras y condenándolas a la pobreza y miseria.
V. Nuevas irrigaciones…… ¿quienes ganan?
La necesidad de ampliar la frontera agrícola como estrategia para consolidar una posición expectante en el contexto del comercio internacional de productos agrícolas, siempre será bienvenida y plenamente justificada por los impactos positivos para la economía como generador de divisas y desde el punto alimentario por su contribución a incrementar la oferta agroalimentaria.
El incremento de la oferta hídrica para la región de la costa hará posible el aprovechamiento de alrededor de 350 mil hectáreas, potencialmente disponibles para ser integradas a la agricultura. Así, para los valles costeros de la costa, a la fecha están identificados un conjunto de proyectos de irrigación cuyo costo actual se estima en 4 500 000 000 de dólares. Se dice que estos proyectos permitirán incorporar unas 336 700 hectáreas a un costo promedio de 13365 dólares por hectárea. La costa norte absorbería el 73.3 % de estas inversiones y el 71.9 % de las nuevas hectáreas a beneficiar. Se anota que estas inversiones, en infraestructura hidráulica, estarían “beneficiando” una cantidad de hectáreas superior al potencial de existente de superficie agrícola apta para riego, que se estiman en 273 800 hectáreas. Cuadro 1.
Por otro lado, las áreas agrícolas incorporadas a la agricultura por efecto de anteriores proyectos de irrigación enfrentan serios problemas de salinización cuyos orígenes son el déficit de infraestructura de drenaje, la falta de mantenimiento de las mismas y, el inadecuado manejo del agua (8); estos problemas han provocado un hecho real y concreto traducido en la existencia de cientos de miles de hectáreas, bajo riego, que acusan severos problemas de mal drenaje y salinización de sus suelos. La información del cuadro 1 da cuenta que al 2012 existían 297 000 hectáreas agrícolas salinizadas, representando el 88 % del total de las áreas a beneficiarse con las nuevas y millonarias inversiones.
El problema de la salinización de los suelos está impactando en la reducción de su actual productividad agrícola, económica y la desvalorización de sus tierras. Lamentablemente, sigue siendo ignorado por las autoridades del Estado y en particular por el propio sector agricultura al extremo que la indicada problemática no existe en los programas y planes de acción del gobierno de turno.
Frente a esta realidad se puede decir que para los gobiernos, la política de ampliación de frontera agrícola sólo está basada en promover el aprovechamiento de los suelos a partir de las grandes inversiones en represas, desdeñando aquellas de crecimiento vertical y en la recuperación y conservación del recurso suelo. La política seguida por los gobiernos es conocida como del “crecimiento horizontal”, que además de ser costosísima (incluida la corrupción) en el largo plazo es poco eficiente en materia de optimización de los recursos escasos (agua y suelos). Entonces, ¿Cuál es el gran interés de sus promotores públicos y gobernantes por estas inversiones?
En el fondo de estas decisiones políticas y públicas es que estas nuevas inversiones están orientadas para consolidar y ampliar la agricultura moderna en la costa, cosa positiva, para la economía en su conjunto por su aporte en la generación de nuevas oportunidades agrícolas, mayor empleo, mayores divisas para la economía, entre otras.
Frente a este hecho positivo, resulta preocupante y censurable comprobar, como desde el sector agricultura, se continua con el abandono de los pequeños y medianos agricultores beneficiarios de las anteriores represas, quienes hoy ven como sus suelos atraviesan un acelerado proceso de salinización y consecuentemente, acumulando pérdidas en productividad e ingresos. Se estima que el impacto de la salinización de los suelos representa, en promedio, una pérdida anual equivalente entre 700 a 800 dólares por hectárea y para la economía agraria entre 195 000 000 a 223 000 000 de dólares anuales.
Referencias:
(7) véase: https://www.expreso.com.pe (20/09/2020); https://sicreesinnova.com Luis Alberto Pintado (10/23/2017). https://larazon.pe. Jorge Fernández Sánchez. (03/01/2018). https://peru21.pe Oscar Quispe. (26/08/2019). https://www.otramirada.pe. Armando Orozco Quiñones (17/03/2016). https://www.radiocultivalu.org Mons. Daniel Turley
(04/09/2019). https://eltiempo.pe
(8) PhD. Absalón Vásquez V. Expertos en irrigación señala que la eficiencia en el riego parcelario de la costa medianamente llega al 40 % en promedio en donde la práctica del riego por gravedad o inundación es mayoritaria.
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