Victor Vásquez y Jorge Arévalo / ¡Con La Niña encima! (1 de 2)
- Victor Vásquez
- 1 sept 2024
- 5 Min. de lectura
“pero no la de los Rólex, sino la de la sequía, el hambre y la pobreza”
Estudiosos y entendidos del clima, vienen alertando que se sienten la presencia del fenómeno de “La Niña”, originando diversos efectos, en nuestro territorio; la Niña, madre de la sequía, va tomando posesión con tranquilidad, y con ella, nos arrincona, nos golpea sin clemencia a más peruanos, dejando a su paso hambre y pobreza que, sin ser invitada, se pasea aparejada con la muerte como Pedro en su casa. Los pronósticos meteorológicos recientes, indican el posicionamiento de “La Niña” en estos meses y aseguran que es posible que vaya hasta el verano del dos mil veinticinco. De confirmarse ello, el próximo año tendríamos un periodo seco para la región de la costa y posible sequias.
La región de la Costa concentra el 59 % (2023) de la población peruana; su peso económico bordea al 65 % del PBI real (2022); el PBI agrícola equivale al 77 % del PBI sectorial (2022); produce el 90 % de las agro-exportaciones2 y genera aproximadamente 800 mil puestos de trabajo; alberga a casi 350 mil productores de agricultura familiar, cuyos ingresos provienen de la explotación de 900 mil hectáreas de cultivos, preferentemente abastecedores a los mercados urbanos. Esta prognosis conducirá inevitablemente al incremento de la pobreza que, hoy pasa del 30 % y, de la inseguridad alimentaria que la viven casi 2/3 de peruanos3.
Un panorama sombrío y apocalíptico, como para preocuparnos, más aún sabiendo que las respuestas a estos fenómenos, por parte del Estado – Gobierno son ya bastante conocidas: declaratoria de zonas de emergencia y ejecución de actividades, donde el derroche del dinero de todos los peruanos va a los bolsillos de los malos funcionarios y autoridades; en suma, son reactivas y cargadas de abundante ineficiencia y cimentadas de corrupción en todos los niveles. Frente a ello se justifican diciendo siempre que es para mitigar los efectos negativos de las anomalías climáticas, pero al final dejan sus huellas de asistencialismo y clientelismo, ensanchando las brechas de insatisfacción y desesperanza en la mayoría de los peruanos.
La inacción mostrada por las autoridades del gobierno es una estrategia bastante conocida, están esperando agazapados, como el zorro por su presa, la declaratoria de emergencia a sabiendas que es el inicio para el festín. Vendrán las declaratorias de emergencia en las regiones afectadas, así se ordenan compras directas, se programan limpias de calles, de canales, todos los que asisten uniformados para la foto, se reparten alimentos para que miles, de miles de compatriotas comamos el mismo menú y, esperando que todos estemos felices y contentos.
En buen castellano, no resuelven el problema de fondo. Los dirigentes de las Juntas de Usuarios expresan su preocupación, en buena hora que hagan las gestiones y por ello, se merecen aplausos, pero en muchos casos solo buscan su beneficio económico personal o de grupo. Las autoridades a nivel nacional, regional y local compiten entre ellos por llevarse la parte más grande de la torta, mismo WAYKI, y cuando no, por el manejo de los fondos; tanta angurria para transitar en la corrupción y nos pretenden hacer creer, al estilo predica de aeromoza, que la situación está bajo control.
Desde la Defensoría del Productor Agrario siempre hemos expresado cómo enfrentamos este fenómeno, que ya está con nosotros, y si se actuara en forma positiva y transparente, seguro que obtendríamos resultados para enfrentar los efectos de este fenómeno climatológico en las diferentes regiones de nuestro país. Esperamos, que los contratos de consultorías5 y estudios realizados por los amigos de los gobernantes, que han identificado que tenemos muchas carencias, ineficiencias, brechas en cuanto a garantizar agua para el consumo de la población, para el desarrollo de la agricultura, la ganadería, la industria y que dicha problemática se ahonda en tiempos que nos visita “La Niña”, se ejecuten y den los resultados esperados.
Sobre el cambio climático, nos hablan mañana tarde y noche, por todos los medios, pero muchos escuchamos y, sin embargo, no valoramos la información y menos nos comprometemos simplemente porque sus interlocutores (amigotes y consultores) son expertos en lo que el ciudadano de a pie dice “solo hablan bonito e irreales sus estudios”.
Desde un enfoque de nuestra realidad y experiencia acumulada podemos sintetizar la verdadera radiografía sobre el tema que nos ocupa y que se repite año tras año, señalando lo siguiente:
A. Pretendemos enfrentar a “La Niña” careciendo, de bosques en las partes altas de las cuencas y, lo poco que existe se destruye a vista y paciencia de las autoridades; las instituciones públicas, como el SERFOR, encargadas de evitarlas, están convertidas en fagocitarias de los dineros públicos;
B. Que se necesitan reservorios pequeños, medianos y grandes para el almacenamiento de agua que, en tiempos de lluvia, va a parar al mar en abundancia, y que sabemos que el mar no la necesita; irónicamente los gobiernos solo promueven gran infraestructura para la corrupción;
C. Que la infraestructura de conducción del agua está afectada seriamente, los canales son un desastre y que lo poco que logramos almacenar en el recorrido al área de cultivo, se pierde porque la gran mayoría de los canales no están revestidos; lo absurdo resulta que el MIDAGRI derrocha cientos de millones en limpiar canales (sólo para la corrupción);
D. Que las instituciones encargadas de administrar el recurso agua, carecen de planes y que han perdido autoridad frente a los usuarios. Debe ser terrible llevar el rotulo de dirigente, o funcionario, sabiendo que no se tiene autoridad, ni se goza de respeto y simpatía;
E. Que un sector de la población recibe agua y la desperdicia, que existe en pleno siglo XXI, poblaciones que consumen agua sin ser tratada, atentando contra su salud;
F. Que los campesinos, cuando les toca regar con agua de gravedad y barata, encharcan las chacras e inundan los caminos, porque habiendo regado ellos, no les importa la suerte de los otros; claramente refleja el conflicto entre usuarios y Estado
G. Que los productores agrarios ubicados en las partes altas, riegan cuando se les viene en gana, porque saben que no hay quien llame al orden y lo de solidaridad no es palabra que exista en su diccionario; refleja que sus organizaciones sólo sirven para la cobranza de la tarifa, que es ajena a la planificación y el orden
H. Que a la mayoría de las empresas industriales no les interesa reciclar el agua, dado que para ellos el entorno no cuenta, ni es parte de sus planes. Muchos de ellos, consideran que el entorno es un estorbo para sus planes. Dura realidad, pero es lo que tenemos; siguen creyendo que el agua es abundante y a costos casi cero para aumentar sus ganancias.
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