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Victor Vásquez

Victor Vásquez y Jorge Arévalo / ¡Con La Niña encima! (2 de 2) 

Con el establecimiento del clientelaje político, como norma de convivencia, las autoridades endiosan a los campesinos y a los que viven en los Asentamientos Humanos, a ellos no se les critica. Hay tantas ONGs, que proclaman que los campesinos y los de los Asentamientos Humanos, no contaminan el agua, que son los que mejor aprovechan el recurso. Si queremos avanzar, tenemos que empezar por establecer el orden en casa. Así como somos muy oportunos para señalar la paja en el ojo ajeno, tengamos el valor de separar la viga que tenemos en el nuestro.

 

Contamos con la radiografía bien clara y actualizada, ocupémonos en tanto “El Niño” y “La Niña”, son fenómenos recurrentes, siempre se van a alternar para visitarnos, por lo que es necesario establecer medidas para que la convivencia no nos resulte desfavorable. En lo que se refiere a los bosques y a los programas de forestación y reforestación, en la selva las comunidades por sí solas, no están en capacidad de frenar a los taladores ilegales. El sistema corrupto con anclas en el gobierno, y en el sistema de justicia, les facilita su accionar.

 

En la región de la sierra, según cifras del INEI, se constata que existe un sostenido despoblamiento, las personas que habitan son mayores, y no apostarán por programas referido a los bosques y de arraigo, por lo que es necesario establecer una política de incentivos para retener a los pocos jóvenes que aún quedan; sólo se quedarán, si ven que existen oportunidades. El gobierno debe entender que el sistema comunitario8 ha fracasado, cada campesino pertenezca o no a la comunidad, necesita estar seguro de cuántos de los plantones a sembrar, o cuantos kilos de semilla o cuantos cuyes o ganado, son suyos para dedicarle cuidado y cariño, a sabiendas que en el futuro la familia y él, se van a beneficiar. 

 

Nos preguntamos: ¿Cuantos viveros tiene cada Junta de Usuarios de riego? Lo oportuno sería – para no hablar de inteligente- es aprovechar los años de sequía, para en los lugares donde tenemos pozos, hacer crecer plantones para llevarlos al campo, en cuanto venga la lluvia. ¿Tienen alguna instancia de coordinación los dirigentes de las Juntas, con los campesinos de las partes altas de las cuencas? Ninguna, lo más probable es que los encontremos enfrentados. Recuperar el bosque, compromete a los de arriba y a los de debajo de la cuenca.

 

Sobre los sistemas de almacenamiento de agua, los que existen están colmatados, es el caso de Poechos en el Valle del Chira – Sullana - Piura, que abastece de agua a poblaciones de Piura y Sullana, para el riego agrícola del Chira, Medio y Bajo Piura, que genera energía eléctrica, ha perdido cerca del 60% de su capacidad; lo mismo pasa con la represa El Limón que da sustento a la agroexportación de Olmos; o Gallito Ciego y también Tinajones, etc. Autoridades y Juntas de Usuarios se reúnen con la presidente, con el ministro de agricultura y, son incapaces de plantear que se declare de necesidad y prioridad regional, la solución de este problema (colmatación). Esto sucede en las regiones que, desde hace pocos años, muestran un destaque en la exportación de productos agrícolas. No dimensionan el impacto negativo que se va a generar, cuando colapsen los reservorios. 

 

En ese instante, y lo decimos con conocimiento de causa, los que hoy no hacen nada, llegado el momento del colapso serán los primeros en pedir que se declare en emergencia la región, porque ahí está el gran negocio.

 

Sobre la construcción de pequeños y medianos reservorios, se habla, pero no se ejecuta, porque los gobiernos tienen mucho cuidado y prefieren cruzarse de brazos, porque las ONGs “ambientalistas” se van a oponer y hasta los van a denunciar por atentar contra el río, contra el paisaje ya que, según las ONGs, se atentará contra el negocio de venta de postales. El temor que viene de las ONGs, paraliza a los gobernantes y, es que no es para menos, estas ONGs tienen mucha gente infiltrada en los ministerios de Agricultura, Ambiente, Cultura, Justicia y Fiscalía de la Nación y Defensoría del Pueblo, desde la época de Diego García Sayán y de aquella ONG usurpadora – mejor es vividora- de los derechos humanos, por lo que tienen la posibilidad de boicotear en los dos frentes interno y externo. Por cierto, no estamos apostando por la destrucción, ni la improvisación, pero si sacamos cara, por una población que mayoritariamente sufre todos los días de hambre y vive en condiciones indignas para el ser humano.

 

Se tiene que recurrir a la perforación de pozos, pero en la perspectiva de implementar luego el riego tecnificado, asociando a grupos de campesinos para que se beneficien con el pozo. En la extracción del agua de los pozos, dependiendo la zona, se deberá utilizar equipos que funcionen con energía renovable, por fortuna tenemos varias regiones con muchas horas de sol durante la mayoría de los días en todo el año. Tanta es la ineptitud de quienes dirigen las estructuras del Estado, que hacen planes de riego tecnificado pensando que el Perú es como las pampas de argentina, si alguna vez la visitaron, fue por turismo pagado por el Estado disfrazado de comisión de servicio.

 

En la infraestructura de conducción del recurso agua, es necesario combinar el revestimiento de los canales con cemento, otros con geo membrana, planificando en función de la zona, haciendo entrega de mangas en otras realidades para la conducción del agua y disminuir costos. Olvidan estas alternativas a sabiendas que la corrupción está en el cemento.

 

En la aplicación de los riegos, es urgente que desde el MIDAGRI y las Regiones Agrarias se trabajen módulos de riego, no sólo por la urgencia del uso eficiente del agua, sino también para no malograr los suelos. La cantidad de horas de agua, que solicitan los campesinos para cada cultivo es exagerada. Este desorden general, evidencia la carencia de una política agraria, el distanciamiento entre el gobierno y los usuarios. Resultan incompetentes que ni siquiera pueden involucrar a la Academia en dichas investigaciones; esto porque el MIDAGRI está asfixiándose por abogados que han venido a reemplazar a los profesionales de ciencias agrarias e investigadores. 

 

Cuando nos visitan delegaciones de países, donde el agua es muy escasa, pero tienen una agricultura muy adelantada, no logran entender porque con la cantidad de agua que tenemos, seguimos siendo un país muy pobre. No nos dicen la respuesta que tienen al respecto, pero es de suponer, que consideran: “que el problema no es el agua, es su gente”. El problema, en conclusión, somos los peruanos, hagamos un esfuerzo para ser parte de la solución.

 

“peruano, de bien, el Perú nos necesita para construir una sociedad que viva con Dignidad y Respeto.”


 

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