
¿Es posible innovar el artículo 90 de la constitución de la república del Perú?, es imperioso!!!
Pues hoy por hoy, el continuo descontento de la población en los diferentes ámbitos de vida, expresado tácitamente en marchas y protestas, implícitamente pide a gritos autoridades probas lo que significa elegir “bien” a un o una representante político, pero lastimosamente esa “buena” elección no cuenta con un mejor abanico de posibilidades, es más de lo mismo entre los partidos políticos, no porque ellos así lo resolvieron sino porque el marco Constitucional así lo establece.
Por lo tanto el escenario de repulsión y violencia, es culpa de ellos, no, culpa nuestra, tampoco, si queremos un Perú mejor, pues hay que “innovar” en este caso el Articulo 90 de nuestra Constitución, hay que trascender de lo simple a una complejidad digamos moderada, y no solamente que se requiera ser peruano de nacimiento y 25 años de edad, se necesita explicitar imperiosamente una solvencia moral demostrada en todos los ámbitos de la vida a fin de que el comportamiento político sea virtuoso en la medida de un accionar correcto, y acompañado de un nivel educativo superior necesario en conocimiento, discernimiento, análisis e investigación.
En este marco de innovación, probablemente el futuro escenario político, social y económico, pueda trascender la vida verdaderamente democrática, independientemente de la elección partidaria con motivaciones de izquierda, derecha o centro porque el simple pretexto dogmático ya es un lastre que entorpece la democracia; acordémonos que todos somos personas con más defectos que virtudes, unos más que otros especialmente en defectos, y precisamente aliviar las vicisitudes del subdesarrollo, implica de autoridades dispuestos a honrar la representación y la dirección de los destinos del país y solo lo conseguiremos con las exigencias éticas y educativas necesarias, y la multiplicación de conductas deseables entre la población.
No obstante, sin desmerecer a los peruanos y peruanas con menores niveles educativos, la propuesta indispensable de la innovación del artículo en mención, no es excluyente, al contrario es profundamente incluyente en la medida de sus resultados entre la población, dado que necesitamos un excedente de sobriedad moral y educación para quien tome el timón del navío peruano, con la pretensión de que ello se revertirá en mejores oportunidades de acceso a las necesidades vitales, educación, salud, empleo, donde los futuros representantes de la patria no sólo se alejaran de levantar el dedo sin ver ni entender, lo harán posiblemente con la magnificencia de la sapiencia y la vocación de servicio al país.
¿Pues bien, quien le pone el cascabel al gato?, los jóvenes del bicentenario, cuando interioricen no un cambio de constitución, sino la innovación o el perfeccionamiento de referentes constitucionales que nos lleven a un mejor país y verdaderamente democrático, sin ataduras doctrinarias.
Sera posible poner esta innovación o mejorarla en la agenda política entre los postulantes para las próximas elecciones??, apuesto por los jóvenes del bicentenario.
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