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Alejandro Narváez / Inflación y respuestas erradas (1 de 2)


La inflación arrecia y respuestas erradas

La inflación en el Perú ha tocado máximos no vistos desde hace 25 años, con una tasa de variación anual del 8.62% a abril pasado y una inflación subyacente o inflación dura, que excluye alimentos y energía de 3.81%. Unos precios al alza continuos y unos salarios e ingresos “congelados”, generan pérdidas de poder adquisitivo en la economía de los hogares. El gran problema de la inflación, es el desigual impacto que tiene sobre estos hogares. Evidentemente, los 11 millones 400 mil peruanos en situación de vulnerabilidad económica y social son los que vienen padeciendo con mayor dureza su impacto.


Entender la inflación

Junto al crecimiento económico y a la lucha contra el desempleo, el control de la inflación es uno de los principales objetivos económicos de todo país. Cuando los precios de bienes y servicios aumentan, los salarios reales caen, perdiendo poder adquisitivo los trabajadores. Por tanto, con unos salarios que no se ajustan a la inflación, o no crecen en la misma proporción que ésta, la demanda agregada disminuye y la economía decrece.


Tanto la inflación como el Índice de Precios al Consumidor (IPC), son indicadores de precios. La diferencia entre ambos se debe a la cantidad de productos que cada índice toma en cuenta para medir la evolución de los precios. Muchas veces se suele decir, que la inflación ha subido o bajado en función de los datos del IPC, y esto no es siempre correcto. El IPC selecciona una muestra (o canasta) representativa y cerrada de productos que consume una familia, con el fin de evaluar la variación mensual de los precios. En cambio, la inflación es el cálculo pormenorizado de todos los precios de bienes y servicios de una economía durante un tiempo determinado. Dada la dificultad de calcular la variación de precios de todos los productos de una economía, se utiliza habitualmente el IPC como indicador de inflación. El INEI, para medir el IPC, a partir de este año ha incorporado en la canasta familiar 801 productos seleccionados a nivel nacional.


Pero ¿qué es realmente la inflación? No es la subida de precios de los bienes y servicios, como erróneamente se suele entender. La inflación, es el detonante o la consecuencia del aumento de precios de dichos bienes y servicios en una economía. La inflación, en sentido estricto, es la pérdida del poder adquisitivo del dinero. O, mejor dicho, con tu dinero compras menos bienes y servicios que antes, por lo tanto, eres más pobre que antes. Esta es la inflación real, lo que verdaderamente nos importa.


La inflación, ¿el impuesto de los pobres?

La inflación que ahora amenaza a la economía y recorre el mundo, causando penurias, viene acompañada de los mismos fantasmas y tópicos, entre ellos ese mantra de que la inflación es el “impuesto de los pobres”. Lo vocean los políticos, los líderes de opinión, escriben los periodistas, y hasta algunos economistas confusos. Sostener esa idea, es no entender algo tan elemental, es decir, el concepto de impuestos. Pero la verdad es que, la inflación, ni es un impuesto ni afecta únicamente a los pobres. En una economía, los precios suben o bajan para todos por igual. La gran diferencia es que las subidas de precios golpean más a los pobres que a los ricos. La razón es muy simple. Los hogares con rentas más bajas, destinan la mayor parte de sus ingresos a la compra de productos de primera necesidad como los alimentos a diferencia de los ricos.


Se estima que el 20% de los hogares peruanos más pobres destinan en promedio el 54% de sus ingresos a la compra de alimentos, el 25% a gastos de transporte, combustibles y energía. Estos dos rubros consumen cerca del 80% de los ingresos de una familia vulnerable. El incremento en torno al 10% en los precios, de esos bienes y servicios básicos registrados en el último año, es un duro golpe para esas familias. Como la gente no puede dejar de tomar transporte público o dejar de pagar la luz, el agua, el gas, evidentemente, reduce su consumo alimentario. El porcentaje que representa en promedio los alimentos y la energía en la canasta básica de consumo de los hogares peruanas está en 54% y es la más alta de ALC (véase Banco Mundial, abril 2022).


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