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Dimitri Senmache / Pataz incapacidad y complicidad 

  • Dimitri Senmache
  • hace 35 minutos
  • 3 Min. de lectura

Sobre lo ocurrido en PATAZ, NO solo debemos hablar de INCAPACIDAD, sino de COMPLICIDAD. Lo expresé muchas veces ante el Congreso de la República, y no hicieron caso.

 

Tuve que enfrentar, durante mi gestión, la muerte de varios mineros informales en Atico, un hecho ocurrido cuando dos grupos de mineros se enfrentaron entre sí, dejando 14 fallecidos. Viajé, lo más pronto que pude, a la zona, llevando un contingente importante de efectivos policiales. En dicho viaje me acompañaron algunos congresistas de Arequipa, quienes pudieron ser testigos de cómo el sector no solo se hacía presente, sino que procedía a asegurar el lugar y capturar a todos los responsables. El resultado: no hubo un solo enfrentamiento más, y con ello se impidió que la violencia creciera en dicho territorio.

 

Sin embargo, el Congreso de la República aprovechó este caso para sustentar adicionalmente mi censura. Lo real es que, en ese momento, cualquier cosa era motivo para pedir mi salida.

 

En todos los espacios en los que estuve, alerté de lo que podía ocurrir en Pataz, ya que, para entonces, según me lo hizo saber la dirección de inteligencia de la Policía del Perú. el crimen organizado empezaba a ocupar dicho territorio para controlar la minería ilegal. No hubo eco de lo que se alertaba.

 

Hoy tenemos que ser testigos de 13 execrables homicidios más, que se suman a los más de 30 en los últimos años, sin que se tomen decisiones claras al respecto. El Congreso parece que sesiona en otro mundo, en un universo paralelo, pues hoy solo muestran un silencio cómplice.

 

La ciudadanía no logra ver liderazgo en el Gobierno, algo que nos permita estar más tranquilos. Por el contrario, presenciamos acciones inconexas, aisladas, que demuestran la no existencia de un plan claro y una estrategia definida, para enfrentar con éxito al crimen organizado.

 

Peor aún, tenemos a un Premier que expresaba su incredulidad sobre el secuestro de los 13 trabajadores hoy asesinados. Ahora, en Aracoto, Tayabamba, la empresa minera Caravelí denuncia que 20 de sus trabajadores han sido secuestrados.

 

¿Qué hará el Congreso al respecto?, ¿Qué hará el sector Interior?, ¿Sólo sacará un comunicado y solicitará se declare el estado de emergencia en la zona?

 

Los familiares de las víctimas (de los asesinados y de los que ahora se encuentran secuestrados) exigen una verdadera respuesta, no una pensada solo para la foto, no una arenga vacía o un llamado a la prevención, sino una acción potente que nazca y forme parte de un plan serio y sostenible.

 

El crimen organizado sigue ganando terreno y, para muchos, no hay alarma ni preocupación. Quizá están esperando a que el crimen toque las puertas de sus casas o de algún familiar para empezar a tomar todo esto en serio.

 

Un dato adicional a tenerlo muy en cuenta: ¿Qué sucedió con el Ministro de MINEM Rómulo Mucho, que quiso terminar con el REINFO (Registro Integral de Formalización Minera) que solo sirve para ocultar la ilegalidad mostrándola como una simple “informalidad”? Pues el Congreso lo CENSURÓ.

 

Así es, el Congreso, en su mayoría, no tuvo mejor idea que ponerse del lado de la minería ilegal, ampliando un registro que se creó solo de forma temporal y ya tiene muchos años de existencia.

 

Ah, pero ahora publicarán quizá un comunicado expresando sus condolencias a los familiares de las víctimas, y exigiendo una respuesta enérgica del Ejecutivo.

 

Aquí estanos frente a acciones que solo pueden ser calificadas como COMPLICIDAD.

Esperemos que ante la grave situación de inseguridad como la que hoy vive el país, las autoridades reflexionen y empiecen a tomar decisiones pensando más en el país y no tanto en intereses personales o de grupo.


 

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